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Caos yacía muerto en
el suelo, aún así su existencia había sido completada y como tal el Reino de
los Corazones se llevó la parte que le correspondía mientras su cuerpo se disolvía
en luz, su fin ya era un hecho y la guerra que durante décadas había asolado el
Reino de la Luz por su culpa había terminado, mas no todas las amenazas habían
terminado, de hecho ahora la verdadera amenaza se encontraba ante ellos.
-Tú... has vuelto...
-Nunca me fui. Tenía
un trabajo que hacer, uno que ellos me encomendaron. Y parece que lo he
terminado gracias a vosotros.
-Maldito...
-¿Acaso vuestra reina
no pensaba hacer lo mismo? Yo sólo he tenido las agallas de terminar vuestro
trabajo. ¿O es que planeabais meterle en una celda donde se pudriera el resto
de su vida?
-...
Eleone se levantó, aún
ardía ira en sus ojos, pero ahora se dirigió contra el Avatar de la Oscuridad.
-Ya sabemos cuáles
son vuestros planes.
-¿Y qué pensáis hacer
al respecto?
-No os saldréis con
la vuestra.
-No respondiste a mi
pregunta, su majestad. ¿Qué haréis al respecto? Vuestro poder no alcanza al
nuestro.
-...algo... algo se
nos ocurrirá. Siempre lo hemos conseguido. Cada paso, cada objetivo, cada
entrenamiento. Hasta llegar aquí.
-Ja, ja, ja, ja. ¡Ja,
ja, ja, ja! ¡JA, JA, JA, JA!
-¡¿...?!
-¿Aún no lo pilla su
majestad? Todo esto ya estaba preparado. Sólo habéis seguido las miguitas que
nosotros dejamos.
-¡No es verdad!
-...
-No nos quieras
desanimar con tus palabras. No es verdad. Hemos luchado, hemos perdido, pero no
puedes decirme, ni me creeré, que todo lo que hemos hecho estaba planeado por
vosotros. Nunca tuvistéis control de los Avatares de la Luz, nunca tuvistéis
control en que Kuroi se convirtiera en el Dios del Tiempo, nunca conseguistéis atrapar
a las Princesas del Corazón, no vistéis como mi madre nos dio su poder, nunca
pensastéis que ella pudiera estar velando por nosotros.
-Majestad, le dais
demasiado importancia a vuestra madre.
Eleone sonrió, nadie
más de allí sabía porqué, sólo ella, la sonrisa de victoria, los últimos
remanentes de su poder como Avatar de la Luz.
-¿De qué os reís,
majestad?
-Parece que tus
amigos no van a volver a verte.
-¿Es eso una amenaza,
majestad? Nunca fuistéis capaces de tocarme, ¿qué os hace pensar que podéis
ahora?
-Tú mismo lo has
dicho. Le doy demasiada importancia a mi madre.
-¿...?
Pero al Avatar de la
Oscuridad no le dio tiempo a reaccionar, una poderosa luz muy diferente a
cualquiera que hubieran visto hasta ahora le rodeó por todas partes eliminando
todo el poder que tenía de especial, era muy parecida a aquella que les salvó a
aquel día hacía tres años: Sagrado.
-¡¿Qué...?! ¡¿Cómo...?!
-Nos habéis dado el
tiempo suficiente para descubrir cuál era vuestra debilidad. Fallastéis en una
cosa.
-¿...?
-En creer que todo
acabaría con Alejandro.
-¡...!
Un poderoso rayo de Luz
sagrada salió disparado desde el cuerpo de Eleone, con eso se consumió toda el
Avatar de la Luz que le quedaba y lanzó por los aires al Avatar de la Oscuridad,
más sorprendido él que cualquiera.
-¡Elegidos de la Luz!
¡Luchemos juntos una vez más!
Todos se acercaron a
Eleone y a medida que su grito de euforia invadía de poder sus Corazones,
fueron invocando sus armaduras para la batalla final.
La de Eleone
resplandecía con luz propía, mantenía la Llave espada en su mano derecha y de
su poder emanaba el de todos los demás, ya no era un Avatar de la Luz, pero
seguía siendo su líder.
Llave espada y
armadura de Claudia se combinaron en una, ella no tenía capa como los demás y
su arma se convirtió en un doble refuerzo de grebas y brazaletes que le ayudarían
a luchar con el poder de su aura, que era bien conducido por el poder de su
armadura.
A Vali nunca le
abandonaba Shiva, en esta ocasión el espíritu de hielo fue absorbido por la
armadura de Vali que se azuló casi entera, tomando formas de la silueta de la
reina del hielo, mantenía la Llave espada en su mano izquierda que también poseía
el poder del hielo.
Mavras era diferente
al resto, un Elegido diferente nacido de una diferentea manera, su armadura
estaba hecha de Luz como las de los demás, pero al activar el tatuaje la
Oscuridad consumió su poder, la armadura ahora se oscurecía en negro y su Llave
espada contenía el poder de la muerte.
Alexander invocó su
armadura con una capa dorada y transformó sus dos Llaves espada en una larga y
doble lanza astada como solía luchar antes de ser Elegido, y se acercó al lado
de Eleone.
Blanck, aún en su
forma de hombre lobo invocó también la suya, que se moldeó sin problemas a su
nueva forma, algo que nunca antes se había visto incluso el casco, aunque su
mandíbula y sus garras sobresalían, con la primera llevaba su Llave espada.
A pesar de ser de la
Oscuridad Keiro también tenía su armadura, negra como la noche pero luminosa
como cualquier otra, su Llave espada era grande, larga y poderosa, la aferraba
con fuerza en su mano derecha y ante la sospresa de todos una poderosa sombra
oscura, como un Sincorazón, salió de su interior y se quedó de brazos cruzados
a su espalda, esperando el momento de atacar.
Bastet había vuelto a
su forma humana para la reunión, pero tan pronto como Eleone dio la orden de
combate volvió a transformarse en aquel extraño ser de luz, coronado por un
halo, llevando unas majustuosas alas de luz y envolviendo su cuerpo y su
armadura en un aura brillante, parecía un mismísimo ángel del cielo.
Kuroi por su parte no
lo dudó un instante, su armadura era la más voluminosa y pesada de todas, pero
era diferente, era más majestuosa, con una capa más esplendorosa y regia, con
una extraña corona alrededor de su casco, invocaba el poder de un Dios.
Transformó su Llave espada en un escudo pero con los años se había vuelto mucho
más grande y resistente, casi del tamaño de la puerta de un templo con la que
podría proteger a sus amigos de cualquier ataque.
Eryn, la princesa del
Corazón tenía una armadura esbelta que marcaba pronunciadamente su figura atlética
y de curvas, su Llave espada también tomó la forma de una lanza, su arma por
excelencia y en vez de capa tenía dos alas en su espalda como las de un dragón.
Sina no era muy
diferente a la anterior, salvo que ella mantenía su electrizante Llave espada
en su forma original, la blandía como si fuera una duelista y su capa era fina
y recta.
La de As era una
armadura ligera y de tonos azulados, su capa era más grande que la de la mayoría,
era casi como un manto como los de los bardos, su Llave espada tenía la forma
de su violín, rodeado de agua preparado para el combate.
Mickey no tenía
armadura, pero sería un buen apoyo en caso necesario y se quedaría atrás
protegiendo a Sara por si acaso, ya eran bastante contra uno solo.
Después de que todos
se transfomaran y parecieran listos para el combate, el Avatar de la Oscuridad,
incapaz de invocar sus poderes para huír se levantó y les hizo frente, pero no
mostraba miedo en su rostro, parecía decidido a luchar de una vez por todas, más
bien parecía molesto, como si trece hormigas estuvieran haciéndole frente a un
elefante a punto de aplastarlas. Se quitó de un manotazo el polvo que se acumuló
en sus ropajes al salir volando y un poderoso estallido de magia asoló la zona
mandando los pocos escombros que quedaban volando por los aires, los Elegidos
se protegieron de la onda expansiva y la capa de la mayoría ondeó en el viento
con potencia, aquello marcaba el principio del combate.
-Venid, Elegidos,
probad mi poder.
-Estamos a tus
órdenes, Eleone.
-Bien. Alexander,
Eryn, sois los que más alcance tenéis atacad los primeros y por los flancos, no
dejéis que os toque, parece que tiene el poder de controlar el espacio, no
podemos permitirnos que nos separe.
Los dos se echaron alante con la intención de ser los primeros en lanzarse al combate.
-Vali, As, sois
nuestro apoyo más poderoso, lanzadle todo lo que tengáis, pero cuidado con
nuestros amigos.
Ambos se alejaron por
los flancos intentando buscar un buen punto de ataque.
-Sina, quiero que
protejas a tu primo y a Vali en caso de que sean un objetivo, eres la más veloz
de nosotros.
-Dalo por hecho.
-Keiro, Blanck,
vosotros sois los que más daño podéis hacerle, buscad un punto débil cuando os
lo dejen Eryn o Alex y atacad sin piedad.
Blanck gruñó empezado
a correr para rodear al Avatar y Keiro hizo lo mismo transportándose con un
Portal de Oscuridad que al Avatar no le costó seguir con la mirada.
-Kuroi.
-¿Majestad?
-Eres mi primera línea de defensa, que nada pase de aquí y si puedes y Eryn está cerca, ya sabes lo que hacer. Bastet, tú controlarás el cielo, apoya cuando el combate se lleve al aire.
-Eres mi primera línea de defensa, que nada pase de aquí y si puedes y Eryn está cerca, ya sabes lo que hacer. Bastet, tú controlarás el cielo, apoya cuando el combate se lleve al aire.
-Sí, Eleone.
La voz de la
pelirroja sonaba hueca pero armoniosa en esa forma y se lanzó al aire volando
sin problemas.
-Eleone, ¿y yo?
-Quiero que te quedes
atrás.
-¿Atrás? Pero...
-Si ves en problemas
a Kuroi o a mí serás quien le repela, sé que tienes la suficiente fuerza para
mandar a volar a ese bastardo.
-Sí, Ele.
-Mavras, tú eres la
defensa de Claudia, nadie debe tocarla.
-Aunque me cueste la
vida.
-Genial. Yo voy a
hacer algo drástico, espero que estéis preparados.
-A tu señal, Eleone.
La señal no llegó
inmediatamente, en su lugar Eleone empezó a conjurar un poderoso hechizo de Luz
que iba a mantenerla ocupada durante todo el combate, con él todas las armas y
armaduras de los Elegidos quedaron impregnados con el poder de Sagrado.
-¡Ahora!
La señal finalmente
llegó y Alexander y Eryn la entendieron al instante lanzándose al ataque, desde
el otro extremo del campo de batalla Keiro y Blanck entendieron lo mismo y cada
uno de los cuatro atacó por un lado diferente, pero el Avatar de la Oscuridad
se movió con soltura, un único movimiento bien calculado fue suficiente para
esquivar los cuatro ataques a la vez y con otro mandó volando por los aires a
los cuatro. Esa fue la señal que Vali y As esperaron para lanzar un ataque
combinado de hielo y agua, pero el Avatar se defendió esta vez levantando una
barrera mágica que hizo chocar el chorro mágico y disolverse, cambió su plan al
ataque y se lanzó contra la Princesa del Corazón, Eryn parecía ser su objetivo
principal pero haberlo elegido fue una mala idea.
El tiempo se detuvo
para todos excepto para el Avatar, aunque todo pasaba muy lentamente, había
tocado el botón equivocado, Kuroi apareció de la nada y le dio un poderoso
golpe con su escudo antes de que siquiera pudiera tocar a Eryn. Le mandó
volando hacia atrás y Keiro tomó aquello como cierto partido de baseball que
tuvieron hace mucho tiempo bateando al Avatar en medio del aire con su Llave
espada, eso le dolió y fue la primera vez que sintió dolor en mucho tiempo,
obligándole a cabrearse e invocando todas sus fuerzas golpeó a Keiro haciéndole
hundirse en el suelo, pero ahora estaba en el aire y golpeando a Keiro de esa
manera enfadó a otra persona.
Como una estrella
fugaz de Luz Bastet se lanzó en picado contra el Avatar y le envolvió varias
veces rodeándole a gran velocidad hasta que le atacó desde arriba haciéndole
compartir el mismo destino que Keiro, para cuando ambos recuperaron el sentido
Blanck había tomado el relevo y empezó a atacar con sus garras y Llave espada
al Avatar hasta que reaccionó a tiempo y se tele transportó no muy lejos de ahí.
Se limpió la sangre que caía de sus labios.
-Vaya... os he
subestimado. Supongo que el factor trece a uno va en mi contra. No durariáis ni
un asalto si mis hermanos estuvieran aquí.
-¡Pero no están! Y así
es cómo vamos a ganaros, no estáis tan bien coordinados como nosotros, no contáis
con que...
-Cállate.
Antes de que Eleone
pudiera acabar la frase se encontró frente a frente con el Avatar a escasos
centímetros de distancia, sus intenciones eran claras y la distancia era mínima
para poder llevarlas a cabo, pero Eleone tenía tres guardianes y uno de ellos
fue lo suficiente rápido para llevarse el golpe por ella.
-Ah...
-Clau...
-Soy tu protectora,
¿no?
Un segundo golpe
tenía la intención de acabar con las dos hermanas a la vez pero ésta vez se
puso alguien en medio al que no le importaba el daño, Mavras fue quien detuvo
el ataque y regeneró la herida que sufrió en a penas un segundo.
-¿Cómo...?
-¡Aléjate de ellas!
El Elegido con el
Corazón de Oscuridad golpeó con fiereza al Avatar que volvió a ser repelido, de
nuevo Alexander y Eryn retomaron el ataque y ambos consiguieron golpearle enviándole
al cielo sin problemas aún más lejos de su reina, allí Bastet volvió a
esperarle donde le golpeó una vez más con el poder de la Luz y Keiro le remató
con un poderoso golpe oscuro. As y Vali consiguieron congelarle en una prisión
de hielo justo cuando llegó al suelo y Blanck usó su caracterísitco ataque
Parte-mundos rompiendo la prisión por la mitad de un golpe limpio, el daño fue
terrible y el Avatar lo sintió. El resto de ataques fueron llegando en sucesión
sin que pudiera hacer nada hasta que los trece le rodearon dándole por vencido.
-Ja... Ja... Ja...
Parece que... No puedo hacer nada... En esta forma.
-¿...? Deja de decir
sandeces. Has perdido.
-Eso es lo que tú te
crees. No moriré sin luchar.
-¡¿...?!
El avatar se levantó
de un salto y en medio del aire empezó a acumular energía, ninguno de ellos
pudo acercarse mientras la energía se iba acumulando hasta hacerse más grande,
tan grande como un gigante. Cuando la energía se disipó, el Avata ahora tenía
la forma de un Dios Oscuro, aunque aún quedaban retazos de su forma humana y de
su poder, amplificado enormemente.
-¡¿Qué...?!
-ESTA ES MI VERDADERA
FORMA, ELEGIDOS. UNO DE NOSOTROS NO SALDRÁ VIVO DE AQUÍ HOY.