miércoles, 7 de octubre de 2015

Capítulo 16: Una batalla histórica - Parte 1



Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

www.youtube.com

______________________________________________________________________

Caos yacía muerto en el suelo, aún así su existencia había sido completada y como tal el Reino de los Corazones se llevó la parte que le correspondía mientras su cuerpo se disolvía en luz, su fin ya era un hecho y la guerra que durante décadas había asolado el Reino de la Luz por su culpa había terminado, mas no todas las amenazas habían terminado, de hecho ahora la verdadera amenaza se encontraba ante ellos.

-Tú... has vuelto...
-Nunca me fui. Tenía un trabajo que hacer, uno que ellos me encomendaron. Y parece que lo he terminado gracias a vosotros.
-Maldito...
-¿Acaso vuestra reina no pensaba hacer lo mismo? Yo sólo he tenido las agallas de terminar vuestro trabajo. ¿O es que planeabais meterle en una celda donde se pudriera el resto de su vida?
-...

Eleone se levantó, aún ardía ira en sus ojos, pero ahora se dirigió contra el Avatar de la Oscuridad.

-Ya sabemos cuáles son vuestros planes.
-¿Y qué pensáis hacer al respecto?
-No os saldréis con la vuestra.
-No respondiste a mi pregunta, su majestad. ¿Qué haréis al respecto? Vuestro poder no alcanza al nuestro.
-...algo... algo se nos ocurrirá. Siempre lo hemos conseguido. Cada paso, cada objetivo, cada entrenamiento. Hasta llegar aquí.
-Ja, ja, ja, ja. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡JA, JA, JA, JA!
-¡¿...?!
-¿Aún no lo pilla su majestad? Todo esto ya estaba preparado. Sólo habéis seguido las miguitas que nosotros dejamos.
-¡No es verdad!
-...
-No nos quieras desanimar con tus palabras. No es verdad. Hemos luchado, hemos perdido, pero no puedes decirme, ni me creeré, que todo lo que hemos hecho estaba planeado por vosotros. Nunca tuvistéis control de los Avatares de la Luz, nunca tuvistéis control en que Kuroi se convirtiera en el Dios del Tiempo, nunca conseguistéis atrapar a las Princesas del Corazón, no vistéis como mi madre nos dio su poder, nunca pensastéis que ella pudiera estar velando por nosotros.
-Majestad, le dais demasiado importancia a vuestra madre.

Eleone sonrió, nadie más de allí sabía porqué, sólo ella, la sonrisa de victoria, los últimos remanentes de su poder como Avatar de la Luz.

-¿De qué os reís, majestad?
-Parece que tus amigos no van a volver a verte.
-¿Es eso una amenaza, majestad? Nunca fuistéis capaces de tocarme, ¿qué os hace pensar que podéis ahora?
-Tú mismo lo has dicho. Le doy demasiada importancia a mi madre.
-¿...?

Pero al Avatar de la Oscuridad no le dio tiempo a reaccionar, una poderosa luz muy diferente a cualquiera que hubieran visto hasta ahora le rodeó por todas partes eliminando todo el poder que tenía de especial, era muy parecida a aquella que les salvó a aquel día hacía tres años: Sagrado.

-¡¿Qué...?! ¡¿Cómo...?!
-Nos habéis dado el tiempo suficiente para descubrir cuál era vuestra debilidad. Fallastéis en una cosa.
-¿...?
-En creer que todo acabaría con Alejandro.
-¡...!

Un poderoso rayo de Luz sagrada salió disparado desde el cuerpo de Eleone, con eso se consumió toda el Avatar de la Luz que le quedaba y lanzó por los aires al Avatar de la Oscuridad, más sorprendido él que cualquiera.

-¡Elegidos de la Luz! ¡Luchemos juntos una vez más!

Todos se acercaron a Eleone y a medida que su grito de euforia invadía de poder sus Corazones, fueron invocando sus armaduras para la batalla final.

La de Eleone resplandecía con luz propía, mantenía la Llave espada en su mano derecha y de su poder emanaba el de todos los demás, ya no era un Avatar de la Luz, pero seguía siendo su líder.

Llave espada y armadura de Claudia se combinaron en una, ella no tenía capa como los demás y su arma se convirtió en un doble refuerzo de grebas y brazaletes que le ayudarían a luchar con el poder de su aura, que era bien conducido por el poder de su armadura.

A Vali nunca le abandonaba Shiva, en esta ocasión el espíritu de hielo fue absorbido por la armadura de Vali que se azuló casi entera, tomando formas de la silueta de la reina del hielo, mantenía la Llave espada en su mano izquierda que también poseía el poder del hielo.

Mavras era diferente al resto, un Elegido diferente nacido de una diferentea manera, su armadura estaba hecha de Luz como las de los demás, pero al activar el tatuaje la Oscuridad consumió su poder, la armadura ahora se oscurecía en negro y su Llave espada contenía el poder de la muerte.

Alexander invocó su armadura con una capa dorada y transformó sus dos Llaves espada en una larga y doble lanza astada como solía luchar antes de ser Elegido, y se acercó al lado de Eleone.

Blanck, aún en su forma de hombre lobo invocó también la suya, que se moldeó sin problemas a su nueva forma, algo que nunca antes se había visto incluso el casco, aunque su mandíbula y sus garras sobresalían, con la primera llevaba su Llave espada.

A pesar de ser de la Oscuridad Keiro también tenía su armadura, negra como la noche pero luminosa como cualquier otra, su Llave espada era grande, larga y poderosa, la aferraba con fuerza en su mano derecha y ante la sospresa de todos una poderosa sombra oscura, como un Sincorazón, salió de su interior y se quedó de brazos cruzados a su espalda, esperando el momento de atacar.

Bastet había vuelto a su forma humana para la reunión, pero tan pronto como Eleone dio la orden de combate volvió a transformarse en aquel extraño ser de luz, coronado por un halo, llevando unas majustuosas alas de luz y envolviendo su cuerpo y su armadura en un aura brillante, parecía un mismísimo ángel del cielo.

Kuroi por su parte no lo dudó un instante, su armadura era la más voluminosa y pesada de todas, pero era diferente, era más majestuosa, con una capa más esplendorosa y regia, con una extraña corona alrededor de su casco, invocaba el poder de un Dios. Transformó su Llave espada en un escudo pero con los años se había vuelto mucho más grande y resistente, casi del tamaño de la puerta de un templo con la que podría proteger a sus amigos de cualquier ataque.

Eryn, la princesa del Corazón tenía una armadura esbelta que marcaba pronunciadamente su figura atlética y de curvas, su Llave espada también tomó la forma de una lanza, su arma por excelencia y en vez de capa tenía dos alas en su espalda como las de un dragón.

Sina no era muy diferente a la anterior, salvo que ella mantenía su electrizante Llave espada en su forma original, la blandía como si fuera una duelista y su capa era fina y recta.

La de As era una armadura ligera y de tonos azulados, su capa era más grande que la de la mayoría, era casi como un manto como los de los bardos, su Llave espada tenía la forma de su violín, rodeado de agua preparado para el combate.

Mickey no tenía armadura, pero sería un buen apoyo en caso necesario y se quedaría atrás protegiendo a Sara por si acaso, ya eran bastante contra uno solo.

Después de que todos se transfomaran y parecieran listos para el combate, el Avatar de la Oscuridad, incapaz de invocar sus poderes para huír se levantó y les hizo frente, pero no mostraba miedo en su rostro, parecía decidido a luchar de una vez por todas, más bien parecía molesto, como si trece hormigas estuvieran haciéndole frente a un elefante a punto de aplastarlas. Se quitó de un manotazo el polvo que se acumuló en sus ropajes al salir volando y un poderoso estallido de magia asoló la zona mandando los pocos escombros que quedaban volando por los aires, los Elegidos se protegieron de la onda expansiva y la capa de la mayoría ondeó en el viento con potencia, aquello marcaba el principio del combate.

-Venid, Elegidos, probad mi poder.

-Estamos a tus órdenes, Eleone.
-Bien. Alexander, Eryn, sois los que más alcance tenéis atacad los primeros y por los flancos, no dejéis que os toque, parece que tiene el poder de controlar el espacio, no podemos permitirnos que nos separe.

Los dos se echaron alante con la intención de ser los primeros en lanzarse al combate.

-Vali, As, sois nuestro apoyo más poderoso, lanzadle todo lo que tengáis, pero cuidado con nuestros amigos.

Ambos se alejaron por los flancos intentando buscar un buen punto de ataque.

-Sina, quiero que protejas a tu primo y a Vali en caso de que sean un objetivo, eres la más veloz de nosotros.
-Dalo por hecho.
-Keiro, Blanck, vosotros sois los que más daño podéis hacerle, buscad un punto débil cuando os lo dejen Eryn o Alex y atacad sin piedad.

Blanck gruñó empezado a correr para rodear al Avatar y Keiro hizo lo mismo transportándose con un Portal de Oscuridad que al Avatar no le costó seguir con la mirada.

-Kuroi.
-¿Majestad?
-Eres mi primera línea de defensa, que nada pase de aquí y si puedes y Eryn está cerca, ya sabes lo que hacer. Bastet, tú controlarás el cielo, apoya cuando el combate se lleve al aire.
-Sí, Eleone.

La voz de la pelirroja sonaba hueca pero armoniosa en esa forma y se lanzó al aire volando sin problemas.

-Eleone, ¿y yo?
-Quiero que te quedes atrás.
-¿Atrás? Pero...
-Si ves en problemas a Kuroi o a mí serás quien le repela, sé que tienes la suficiente fuerza para mandar a volar a ese bastardo.
-Sí, Ele.
-Mavras, tú eres la defensa de Claudia, nadie debe tocarla.
-Aunque me cueste la vida.
-Genial. Yo voy a hacer algo drástico, espero que estéis preparados.
-A tu señal, Eleone.

La señal no llegó inmediatamente, en su lugar Eleone empezó a conjurar un poderoso hechizo de Luz que iba a mantenerla ocupada durante todo el combate, con él todas las armas y armaduras de los Elegidos quedaron impregnados con el poder de Sagrado.

-¡Ahora!

La señal finalmente llegó y Alexander y Eryn la entendieron al instante lanzándose al ataque, desde el otro extremo del campo de batalla Keiro y Blanck entendieron lo mismo y cada uno de los cuatro atacó por un lado diferente, pero el Avatar de la Oscuridad se movió con soltura, un único movimiento bien calculado fue suficiente para esquivar los cuatro ataques a la vez y con otro mandó volando por los aires a los cuatro. Esa fue la señal que Vali y As esperaron para lanzar un ataque combinado de hielo y agua, pero el Avatar se defendió esta vez levantando una barrera mágica que hizo chocar el chorro mágico y disolverse, cambió su plan al ataque y se lanzó contra la Princesa del Corazón, Eryn parecía ser su objetivo principal pero haberlo elegido fue una mala idea.

El tiempo se detuvo para todos excepto para el Avatar, aunque todo pasaba muy lentamente, había tocado el botón equivocado, Kuroi apareció de la nada y le dio un poderoso golpe con su escudo antes de que siquiera pudiera tocar a Eryn. Le mandó volando hacia atrás y Keiro tomó aquello como cierto partido de baseball que tuvieron hace mucho tiempo bateando al Avatar en medio del aire con su Llave espada, eso le dolió y fue la primera vez que sintió dolor en mucho tiempo, obligándole a cabrearse e invocando todas sus fuerzas golpeó a Keiro haciéndole hundirse en el suelo, pero ahora estaba en el aire y golpeando a Keiro de esa manera enfadó a otra persona.

Como una estrella fugaz de Luz Bastet se lanzó en picado contra el Avatar y le envolvió varias veces rodeándole a gran velocidad hasta que le atacó desde arriba haciéndole compartir el mismo destino que Keiro, para cuando ambos recuperaron el sentido Blanck había tomado el relevo y empezó a atacar con sus garras y Llave espada al Avatar hasta que reaccionó a tiempo y se tele transportó no muy lejos de ahí. Se limpió la sangre que caía de sus labios.

-Vaya... os he subestimado. Supongo que el factor trece a uno va en mi contra. No durariáis ni un asalto si mis hermanos estuvieran aquí.
-¡Pero no están! Y así es cómo vamos a ganaros, no estáis tan bien coordinados como nosotros, no contáis con que...
-Cállate.

Antes de que Eleone pudiera acabar la frase se encontró frente a frente con el Avatar a escasos centímetros de distancia, sus intenciones eran claras y la distancia era mínima para poder llevarlas a cabo, pero Eleone tenía tres guardianes y uno de ellos fue lo suficiente rápido para llevarse el golpe por ella.

-Ah...
-Clau...
-Soy tu protectora, ¿no?

Un segundo golpe tenía la intención de acabar con las dos hermanas a la vez pero ésta vez se puso alguien en medio al que no le importaba el daño, Mavras fue quien detuvo el ataque y regeneró la herida que sufrió en a penas un segundo.

-¿Cómo...?
-¡Aléjate de ellas!

El Elegido con el Corazón de Oscuridad golpeó con fiereza al Avatar que volvió a ser repelido, de nuevo Alexander y Eryn retomaron el ataque y ambos consiguieron golpearle enviándole al cielo sin problemas aún más lejos de su reina, allí Bastet volvió a esperarle donde le golpeó una vez más con el poder de la Luz y Keiro le remató con un poderoso golpe oscuro. As y Vali consiguieron congelarle en una prisión de hielo justo cuando llegó al suelo y Blanck usó su caracterísitco ataque Parte-mundos rompiendo la prisión por la mitad de un golpe limpio, el daño fue terrible y el Avatar lo sintió. El resto de ataques fueron llegando en sucesión sin que pudiera hacer nada hasta que los trece le rodearon dándole por vencido.

-Ja... Ja... Ja... Parece que... No puedo hacer nada... En esta forma.
-¿...? Deja de decir sandeces. Has perdido.
-Eso es lo que tú te crees. No moriré sin luchar.
-¡¿...?!

El avatar se levantó de un salto y en medio del aire empezó a acumular energía, ninguno de ellos pudo acercarse mientras la energía se iba acumulando hasta hacerse más grande, tan grande como un gigante. Cuando la energía se disipó, el Avata ahora tenía la forma de un Dios Oscuro, aunque aún quedaban retazos de su forma humana y de su poder, amplificado enormemente.

-¡¿Qué...?!
-ESTA ES MI VERDADERA FORMA, ELEGIDOS. UNO DE NOSOTROS NO SALDRÁ VIVO DE AQUÍ HOY.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Capítulo 15: El fin de esta guerra



Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

www.youtube.com

______________________________________________________________________

Onrac, el mundo que sería partícipe del final de aquella guerra interna entre los habitantes de la Luz, ahora yacía destrozado por la Oscuridad. Millones de Sincorazón lo engullían todo a su paso hasta el Corazón del Mundo, dispuesto a consumirlo y eliminar otro de sus objetivos. Caos los había llamado y ése era su único fin.

Pero catorce elegidos ya hacía muchos años luchaban del lado correcto, o eso querían hacerse creer a ellos, o al resto. Disputando el destino de todo el Reino de la Luz en aquella batalla.

-¡Es aquí!
-Bastet, ¿cómo...?

La pelirroja sonrió y se giró para mirar a Claudia, había algo en ella especial, pero la rubia no podía comprenderlo. La pelirroja sin embargo no le dio más opción y de una patada tiró abajo una puerta que daba a un enorme abismo, al asomarse los tres vieron el Corazón del Mundo suspendido en medio del abismo y como una gran cantidad de Sincorazón lo envolvían intentando engullirlo.

-¡Llegamos tarde!
-No, no es tarde. Nunca es tarde si hay esperanza.
-¿...?

Claudia se asustó cuando una luz estalló alrededor de Bastet, de la luz surgieron varias protuberancias luminosas que juntas formaban dos alas, el cuerpo de Bastet ahora irradiaba y sus ojos eran dos esferas perfectas de color amarillo que sólo transmitían eso que acababa de decir: esperanza.

Se lanzó al abismo y comenzó a volar en círculos alrededor del Corazón del Mundo eliminando a los Sincorazón con Llave espada en mano, la fuerza que dio a Mavras y a Claudia les obligó a hacer lo mismo y transformaron automáticamente sus armas en deslizadores para seguir su ejemplo.

-La esperanza es lo único que puede ayudarnos. Sin ella, estaríamos perdidos.

______________________________________________________________________

En el campo de batalla cada uno de los elegidos tenía su cometido. Blanck se abría paso entre la gran cantidad de Sincorazón sin problemas, las heridas que le causaban se cerraban sin dificultad y la oscuridad del cuerpo de esas criaturas era como mantequilla para las garras y la Llave espada del hombre lobo.

Kuroi y Eryn habían creado un muro infranqueable alrededor del lugar donde ahora luchaban Caos, Eleone y Keiro gracias a sus poderes espacio-temporales mientras se encargaban de que ningún Sincorazón intentara destruír la barrera.

Vali y Shiva lo hacían a su manera, con estilo, habían convertido toda la parte norte del campo de batalla en una bonita campiña de estalagtitas rellenas de Sincorazón, pero otro gran ejército de esas criaturas venía de más al norte.

Padre e hijo no tardaron en liberar a Valigarmanda de los Sincorazón y luego Abraham Junior usó la Aguja de platino para liberar también a Átomo, luego se reunieron con Kuroi y Eryn para ayudarles a proteger la barrera.

Sina y As no tardaron en unirse a la contienda, la primera ayudando a Blanck y el segundo a Vali, era mucho más fácil congelar con la ayuda del agua.

______________________________________________________________________

Mientras, los dos últimos y más importantes Elegidos se enfrentaba al villano y sus dos Dioses oscuros, pero gracias a la dedicación de sus amigos, Keiro pudo invocar a los otros dos para ayudarle a terminar con Caos que ahora yacía en el suelo con Keiro amenazándole con su Llave espada.

-Se acabó, Caos. Has perdido. Bastet ha detenido la invasión, nuestros amigos están acabando con el resto y tus Dioses Oscuros ya no te obedecen.
-Grr... Tú no eres digno de vencerme. ¡Sólo Arturia puede!

Fueron ilusos de pensar que eso había terminado, en un ataque desesperado Caos invocó un enorme vórtice de Oscuridad usando como sacrificio a Ánima y Jormurgand, no tardaron en tragarse a los otros dos Dioses Oscuros, Eleone tuvo que usar todas sus fuerzas para agarrarse a una roca con su Llave Espada mientras Caos desaparecía en una nube de sombras, a Keiro no le costaba mantenerse en pie.

-¡No, maldito!
-¡Keiro!
-¡Eleone!

Keiro saltó sobre la reina y la sujetó evitando que se la tragara el vórtice.

-¡Está creciendo! ¡Destruirá la barrera y se lo tragará todo!
-¿Cómo ha...?
-Siempre tuve un as en la manga.

Caos volvió a resurgir de la Oscuridad, su sonrisa era triunfante.

-¡Detén esto! ¡Nadie saldrá vivo! ¡Ni siquiera tú!
-Claro que no. Es un agujero negro, se lo tragará todo. No quedará nada del Reino de la Luz.
-¡¿Cómo dices?!
-¡Lo intenté! De veras que lo intenté, pero vosotros... terribles granos en el culo... ¡Yo era quien debía salvar el Reino de la Luz, esa misión debía habérmela dejado a mí, Arturia! ¡A MÍ!
-Estás loco... ¡Mi madre nunca te hubiera confiado nada! ¿Y ahora quieres destruírlo todo?
-Sí... es la única manera. Así ellos tampoco ganarán.
-¿E-ellos?
-¿Te refieres a los Avatares?
-Sí... fracasarán. Quieren nuestro Reino pero no dejaré nada de él. No podrán tocarlo, no lo corromperán.
-¡No te dejaremos!

Keiro agarró con fuerza a Eleone y la lanzó contra Caos en un grácil movimiento, la Elegida fue capaz de cortar a Caos por la mitad con su Llave espada y Keiro la volvió a sujetar cuando terminó el trabajo.

-¿...?
-¿No era eso lo que querías? ¿Que Arturia acabase contigo?
-Ella... no es... Art... Arturia...

El cuerpo de Caos se hundió en la Oscuridad del vórtice alimentándolo y haciéndolo cada vez más grande y fuerte, la barrera que Kuroi y Eryn crearon empezó a quebrarse del poder.

-No... No podemos...
-¡Ja, ja, ja, ja! ¡Imbéciles!
-¿Caos? ¿Cómo...?
-¡Ahora soy uno con el vórtice, éste es vuestro fin!
-¡Aaah!

Keiro decidió entrar en un Portal de Oscuridad con Eleone en sus brazos para salir fuera de la barrera, allí se reunieron todos viendo como la barrera se iba quebrando poco a poco.

-Tenemos que detenerlo.
-¿Cómo?
-Creo que Caos está enlazado a esa cosa, si pudiéramos derrotarlo.
-Está ahí dentro, ¿cómo planeas entrar sin que te aplaste esa cosa?
-...
-Pero si no hacemos algo...

Todos parecían decaídos con la idea de que Caos hubiera ganado, pero uno de ellos estaba decidido a algo, la misma de siempre.

-Ahora lo entiendo.
-¿Eleone?
-Ahora lo entiendo. Entiendo a mi madre, entiendo su sacrificio. Alguien tiene que detenerlo, y sólo yo puedo. La semilla de Luz.
-¡Debes estar de broma!
-¡Ele, no!
-Tengo que hacerlo o todos moriremos.
-No... no tienes porqué... ¡No! Y... y estás... estás embarazada. ¡No puedes!
-Alex... Nadie más de aquí puede hacerlo.
-En realidad sí.

Todos miraron al lugar del que provenía la voz, Mickey apareció junto a Sara.

-De hecho, ahora mismo hay tres Avatares entre nosotros.
-¡No! No podemos dejar que Sara haga esto.
-No, Sara no está aquí para eso. Su semilla fue cultivada por Yensid con otro propósito.
-¿Entonces?
-No puedes sacrificarte, Eleone. No es suficiente tu Avatar para cerrar eso, necesitas también el poder de Sara.
-No puedo dejar que lo haga ella.
-¿No hay otra manera?
-Has dicho que había tres entre nosotros.
-...
-¿Blanck?
-Lo siento, pero... Yensid fue claro. Debe ser Sara o... Eleone.
-¡Lo haré yo!
-Ele, no...

Eleone se acercó a Sara y le ofreció las manos para que se las diera, ésta lo hizo y el poder de ambos Avatares se unió en uno dando más poder del que nunca había soñado la nueva Reina.

-Lo noto, noto que puedo hacerlo.
-No, no puedes.
-Ja... Hijo...
-No puedes hacerlo madre, si lo haces...
-Tiene razón, Eleone...
-Abraham... Yo...

Eleone se tocó el vientre sabiendo lo que eso significaba.

-No puedo dejar que Sara lo haga.
-¡Tú tampoco puedes!
-¡...!
-¿No te acuerdas?
-¿...?
-¿De quien es el poder que llevas dentro? Kuroi me lo contó.
-¡...!
-¿Qué quiere decir, Eleone?
-Yo... nunca os lo conté.
-Tienes que devolvérmelo. Yo lo haré.
-¡¿Qué?! ¡No!
-Abraham...
-No importa lo que a mí me pase, madre. No pertenezco a este lugar, y si lo haces tú es como si nunca hubiera existido. No puedes quitarme eso.
-...

Abraham se acercó a ella y le cogió de las manos robándole en el acto el poder del Avatar.

-Yo era el primogénito. Yo heredé el poder. Yo puedo hacerlo. Gracias por todo. A todos.

Abraham miró a todos una última vez y luego se lanzó de cabeza hacia la barrera que no tardó mucho más en romperse.

-Abra... haaaaaam.

Eleone cayó al suelo de rodillas mientras Alexander la sujetaba y el chico fue absorbido por el enorme Vórtice de Oscuridad, la fuerza los atrapó a todos y estuvo a punto de engullirlos, pero entonces una Luz brotó de su interior creciendo a gran velocidad hasta que no quedó nada de él, nada excepto una cosa: Caos.

-¿...? ¿Cómo...? ¡No! ¡No puede ser! ¡Noooooooo!

Eleone se lanzó cabreada contra Caos tras quitarse de encima a Alexander, le golpeó tan fuerte que volvió a salir disparado y se chocó contra una roca con fuerza.

-¡Te odio! ¡TE ODIO!

Un poderoso rayo de Luz salió de Eleone y golpeó a Caos dejándole mal herido, recuperó su forma mortal y perdió toda su armadura mostrando el hombre que una vez fue.

-¿Cómo ha hecho eso? ¿No ha perdido los poderes?
-Aún siento parte de ellos en su interior.
-...

Una mano de Luz se formó en torno a Caos y se adentró en su cuerpo devolviéndole lo que se arrancó hacía muchos años. Al sentirlo otra vez dentro de él empezó a llorar desesperadamente.

-Aggg... Todo este... ¿Qué... qué...?
-¡Sufre!
-Eleone...
-¡Sufre, sufre por lo que has hecho!
-Basta, Ele.
-¡Sufre! ¡Tú, maldito! ¡Te querías enfrentar a ellos, querías salvar el Reino de la luz! ¡Y has tenido que quitarme todo lo que me importaba para hacerlo! ¡TE ODIO!

Un nuevo rayo de Luz le golpeó aunque pareció hacerle menos daño ahora que ya volvía a ser humano.

-Te odio...

Eleone bajó la mirada mientras se iba acercando a Caos, todos sabían lo que iba a hacer y algunos de ellos salieron disparados a evitarlo pero una poderosa onda de luz los mandó volando atrás incapaces de detenerla.

-¡Eleone, no lo hagas!
-¡Ele, tú no eres así!
-¡Callaros! ¡Se lo merece! Se... se lo merece...

Eleone terminó de acercarse a Caos y éste la miró con tristeza.

-Sabes qué pasará si lo haces... No hay vuelta atrás. Tu Corazón ya no podrá ser protegido por el Avatar.
-Me lo has quitado todo...
-Bien... Pues hazlo... Detén todo este sufrimiento. No quiero soportarlo más.
-Podría haber sido distinto... Debiste dejar que mi madre te ayudara. ¡Lo hubiéramos hecho todos juntos!
-Hazlo.
-¡Ella confiaba en ti!
-¡Hazlo!
-¡Ahhhhhhh!

Eleone reunió todas sus fuerzas para golpear a Caos y sonó un choque, pero no contra la carne, uno de ellos había conseguido pasar la ola de luz. Keiro sujetaba con sus dos manos la Llave espada de Eleone y la miraba con comprensión.

-Ya está, Eleone. Ya pasó.

Eleone miró a Keiro y luego se dejó caer al suelo llorando haciendo desaparecer su Llave espada.

-Aún no está perdido, él aún está dentro de ti.
-...

Caos se levantó y dio unos cuantos pasos atrás.

-¿A dónde te crees que vas?

Keiro le miró de reojo.

-Ya no podéis hacer nada. Lo he visto. Vais a pe... ¡Ah!
-¿¡...?!

Un brazó atravesó el cuerpo de Caos y todos vieron como su mirada empezó a perder la vida hasta que el brazo volvió a desaparecer y cayó al suelo muerto, detrás de él vieron un rostro familiar.

-¡Tú!
-Gracias, chicos, él era el único que se interponía en nuestro camino. Ahora podremos terminar el trabajo.

viernes, 12 de junio de 2015

Capítulo 14: El plan



Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

www.youtube.com

______________________________________________________________________

Y allí a lo lejos ya se veían su destino, pronto Sina y As se unirían a ellos y Mickey estaba ya de camino. Lo que no sabían es que ya había empezado la batalla.

-Hay Sincorazón por todas partes.
-Eso no es lo peor.
-¿Qué pasa, Eleone?
-Caos sabe que venimos, pero no quiere quedarse.
-¿Qué significa eso?
-Está destruyendo el Mundo. Si no detenemos a los Sincorazón lo conseguirá y escapará en la Oscuridad. ¡...!
-¿Ahora qué pasa?

Pero la princesa sonrió sin decir nada y cargó la Llave deslizador a toda velocidad adentrándose en el Mundo.

______________________________________________________________________

El choque de titanses fue brutal pero sólo hubo un ganador, mientras que Ánima y Jormurgand consiguieron detener los embistes de Valigarmanda y Átomo, Caos no fue rival para la poderosa fuerza de Keiro que le hizo salir volando varios metros chocando contra una de las paredes de las ruinas.

-Agghh...
-No eres rival para mí, Caos. Esos dos estarán ocupados y yo podré hacer lo que quiera contigo.
-¡Ni lo sueñes!

Caos se transformó en su forma demoníaca y estirando sus alas salió volando fuera de las ruinas, Ánima y Jormurgand le siguieron en forma de sombra.

-¡No escaparás!
-¡Keiro!
-¡Bastet, el Mundo, ponlo a salvo, yo me encargo de él!

La velocidad de los Dioses oscuros estaba a la par, pero a Keiro no le costó mucho en su velocidad oscura atrapar en el aire a Caos y golpearle una vez más con su Llave espada, estampándole a kilómetros de ahí contra unas rocas que había alejadas de las ruinas de la ciudad. Para cuando consiguió quitarse todo el montón de piedras de encima, Keiro le había vuelto a pillar.

-¡Maldito!
-Ríndete.
-¡Nunca!

Caos alzó una de sus manos y Ánima y Jormurgand aparecieron a sendos lados de Keiro intentando embestirle como si fuera un sandwich. Los otros dos Dioses oscuros llegaron justo a tiempo para detener el golpe y salvar a Keiro, la batalla se reanudó pero algo extraño pasó. Una gran marabunta de Sincorazón arrolló a Valigarmanda arrojándole contra el suelo e inmovilizándole, Ánima entonces aprovechó para sujetar a Átomo por la espalda obligando a que mirara a la serpiente oscura que le petrificó al instante.

-¿Cómo...?
-¡¿Pensabas que no tendría un plan B, idiota?! ¡Ya te lo he dicho, sólo Arturia era digna de matarme!

De nuevos los dos Dioses oscuros embistieron contra Keiro mientras Caos se alejaba lo suficiente para ver el combate de lejos y escapar si fuera necesario. Keiro evitó el ataque volviéndose Oscuridad y apareciendo a escasos metros de las horribles criaturas mirando a Caos entre ambas.

-Es mejor así, si tus Dioses oscuros no detienen a los Sincorazón, no habrá Mundo en el que luchar.
-Sabes que yo no necesito una superficie para lucha.
-Puede que tú no, pero ellos sí.

Caos señaló al cielo y ambos miraron cómo once luces bajaban a toda velocidad sobre el planeta. Keiro sonrió.

-Sabias que vendrían, ¿no?
-Y tu sabías que solo no podrías vencerme. Pero los Sincorazón ya están muy cerca.
-No me preocupa.

______________________________________________________________________

-¡Eleone!
-¡Hay que dividirse!
-¡¿Dividirse?!
-¡Los Sincorazón lo están destrozando todo a su paso, hay que detenerles!
-¡Pero...!
-¡Si llegan al Corazón del Mundo se acabó y no podemos dejar que se interpongan en el combate!
-¡¿Cómo lo hacemos?!
-¡Claudia, Mavras, vosotros buscáis el Corazón!
-¡Sí! -¡Vale!
-¡Vali, tú y Shiva ocuparos de las grandes masas, que no se acerquen a las ruinas!
-...
-¿¡Blanck!?
-¿Sí?
-¡Aplasta!
-Dalo por hecho.
-¡Kuroi, Eryn, defended la zona, que no se acerquen a Keiro!
-Cómo en los viejos tiempos.
-Cállate.
-Alex, Abra... Vosotros liberad a ése... pájaro.
-¿Al Dios oscuro?
-Están todos...
-No, veo perfectamente cómo esos dos están atados a Keiro. Ahora entiendo todo. ¡Ayudadles!
-¡Sí, madre! 
-...Abraham...
-Yo ayudaré a Keiro...

Los once se separaron, cada uno yendo a su zona asignada. Kuroi y Eryn cayeron cerca, el primero transformó automáticamente su Llave deslizador en su enorme escudo aplastando a una gran cantidad de Sincorazón haciendo el resto la onda expansiva que ocasionó impactando contra el suelo, en cuanto a la princesa de Excálibur se abrió paso a lanzazos transforma la Llave en un arma de asta.

-¡Que no pase ni uno!
-No me gusta un pelo que todos los Dioses oscuros esten aquí. Lo están destrozando todo.
-¡Concéntrate, Eryn!

No muy lejos de allí Vali invocó a Shiva que bajaron levitando a gran velocidad sobre la superficie más grande empezando a lanzar grandes rayos de hielo congelando todo lo que tocaban.

-Je, vamos a darle un poco de estilo a este lugar, Shiva.

Cerca Blanck, habiendo adaptado su forma de hombre lobo ahora sujetaba la Llave espada con sus mandíbulas y destrozaba todo lo que se cruzaba en su camino con el arma y sus extremidades que ahora poseían gigantescas garras.

-¡Grrrraaaaggghh! ¡Desapareced, escoria!

Mientras tanto Abraham y su padre cayeron sobre la marabunta de Sincorazón que había engullido a Valigarmanda, destruyéndolos con todos sus recursos y Llave espada en mano.

-¡Siempre quise luchar junto a ti, padre!
-¡Enséñame lo que sabes hacer!

Y finalmente Claudia y Mavras bajaron a las ruinas buscando por todas partes.

-¿Seguro que es aquí?
-Sí, Eleone me está guiando. El Corazón debía de estar bajo el castillo. ¡...!
-¿Quién...?
-¡Claudia!
-¡Bastet!

La pelirroja se sorprendió un poco emocionada de la aparición de la reina y Mavras, pero no parecía del todo confiada y se apartó un poco.

-¿Qué haces aquí?
-¿Y tú?
-Eleone me ha mandado proteger el Corazó del Mundo, si cae...
-Keiro me ha pedido lo mismo.
-Bastet...
-Entonces deberemos trabajar juntos.
-¡...! -¿...?
-¿No os parece? No creo que haya tiempo para desconfianzas.
-¿Bastet?
-Vale, seguidme.
-¿Que te sigamos?

Pero Bastet no dio pie a nada más, se lanzó escaleras abajo y ambos le siguieron.

-¿Sabe a dónde va?
-Parece que sí. Se guarda muchas sorpresas.

Mientras Keiro sufría una soberana paliza de mano de dos Dioses oscuros, demasiados para él.

-Agg... Ag... Agggg....

Pero antes de que pudieran seguir golpeándole, una poderosa Luz los empujó para atrás y del cielo cayó Eleone totalmente decidida a apoyar a Keiro.

-E... Eleone...
-Parece que necesitas un cable.
-Eleone... yo...
-No es mejor momento para disculparse. Caos nos está esperando.
-S... ¡Sí!
-Ja, ja, ja, ja. Genial, todos juntos, así me será más fácil acabar de una vez.
-¡Cállate, Caos!

Eleone se arrojó totalmente decidida a por Ánima y Keiro se encargó de Jormurgand sin problemas, parecía que ahora sí estaban a la par.

-No importa que aguantéis, el final está cerca.

Desde el cielo de aquel oscuro paraje, dos luces más llegaban. Sina y As habían llegado.

-Está la cosa dura, prima.
-Pues pongámosla blanda.

sábado, 6 de junio de 2015

Capítulo 13: El Avatar del Reino de los Corazones



Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

www.youtube.com

______________________________________________________________________

Y en algún lugar del espacio entre los mundos, los Elegidos viajaban a toda velocidad en grupos para alcanzar el final de viaje. Al menos del primer viaje.

-No hemos hablado mucho de lo ocurrido.
-¿...?
-Con lo de... Abraham.
-...
-¿No quieres hablar?
-No... es que...
-¿Se te hace raro?
-Raro es quedarse corto.
-Ya... Me pasa lo mismo... Pero... bueno, hay que acostumbrarse, después de todo... Ya viene de camino.
-Sí... ya viene.
-Ya sé que dijiste que... Pero... Cuando esto acabe, con Caos. Quiero que nos casemos.
-Claro, tonto. Yo ya lo daba por sentado.
-...
-¿Pasa algo?
-No... Bueno... Es que... tampoco hemos hablado de lo que pasó con el otro... Abraham...
-Oh... ¿Quieres que... ahora?
-No sé, pero... No fuiste la única que lo sufrió.
-Ya... lo siento. Quizás fui un poco egoísta. Es como si hubiera olvidado que era tu hermano gemelo y que... era la única familia que te quedaba. Si le pasara algo a Claudia, yo...
-...
-Lo siento, no quería...
-No, no pasa nada. Lo entiendo.
-¿Estás bien?
-¿...?
-Supongo que era lo que debí preguntar desde el principio. ¿Estás bien?
-No, claro que no. Pero lo único que nos queda es seguir adelante. Sé muy bien que él no llevaría muy bien que estuviera llorando su muerte. No nos llevábamos especialmente bien, pero... era mi hermano.
-...
-Que tú la llorases... Bueno, eso sí le gustaría. Pero, ¿yo?
-Álex...
-Es la verdad. No es que me alegre "hablar mal de él en estos momentos", pero a él le importabas, no sé si más que a mí, nunca lo sabremos, y saber que lloraste por su pérdida tengo seguro y sé que se estará deleitando de ello dónde quiera que esté.
-...Álex...
-Ya, no es momento para decir esas cosas.
-Si es lo que sientes.
-Ahora mismo no sé lo que siento. Pero sé que lo que digo es verdad.
-Supongo...

Y a escasos metros, volando en la misma dirección.

-¿Se te hace rara esta situación?
-¿...? Chico...
-No me llames así, se me hace raro.
-Mmm... cierto, ¿cómo era? Ah, sí, principito.
-Oh, genial. Si lo sé me callo.
-Ja, ja... Era broma.
-¿No recuerdas nada de lo que vivimos?
-Mmm... sólo lo que puedo ver a través de ti. Es difícil de explicar, pero en el momento en que cambiaste el presente me siento desplazado de mi yo futuro, como si no pudiera localizarlo en el tiempo. Nunca me había pasado.
-Ya... Pero aquí eres un Dios, de donde yo vengo no, a lo mejor puede ser por eso.
-Puede ser...
-Me contaste la historia de que hace tiempo perdiste esos poderes otra vez...
-¿Te la conté?
-Sí, y también me contaste como los recuperaste.
-Ohh... ¿Así que te conté también eso? ¿Decepcionado?
-No sé. De donde yo vengo hacer cualquier cosa a cualquier precio con tal de cambiar las cosas te hace ver las cosas de otra manera.
-Buena manera de verlo. Aunque tu madre no lo aceptaría.
-Siempre parece tan correcta... Ni siquiera vaciló cuando todo cambió. Ni un segundo. ¿Cómo lo hace?
-No lo sé... No tengo ni la menor idea. La conozco desde hace muchos años, e incluso la he visto enfadarse y sentirse violenta por las pérdidas, pero... aún así... nunca dudó de hacer las cosas de la manera correcta. Salvo...
-Salvo...
-¿Sabes cuál es tu linaje, no?
-¿Mi linaje?
-Tu madre no sólo es una reina.
-...creo que sé a lo que refieres. ¿Un avatar?
-Sí. Pero perdió sus poderes una vez. Por culpa de Keiro. Creo que no te conté cómo los recuperó.
-Mmm... no. Sin embargo, algo me comentó el otro rey, no quise creerle.
-De ti.
-...
-Eras una peculiaridad. Se suponía que las semillas de Luz sólo brotaban en mujeres. Tú eras la primera excepción, pero al final el destino lo enmendó.
-Bueno... en el fondo no me importa.
-¿No?
-No. Si mi madre no consiguió hacer nada con ese poder, dudo que yo hubiera cambiado las cosas. Además, algo me dice que de no haberme quitado esa semilla ella hubiera muerto antes, quizás ni hubiera nacido.
-Puede ser. Podría haberlo sabido en otras circustancias, pero eso ya no tiene sentido.

En ese momento Sina vio algo en el firmamento y acercó su Llave deslizador a la de Eleone para hablarle.

-Majestad.
-¿Sina?
-Creo que debería desviarme para ir a buscar a As, vosotros seguid, os alcanzaremos.
-Vale. Ve. Deberíamos estar todos.

Sina afirmó con la cabeza y aceleró aún más su Llave deslizador hacia Gemelus dejando a sus compañeros atrás.

-¿Llegará a tiempo?
-Ambos sabemos que sí. Ellos siempre fueron un paso por delante de nosotros. Nos cogerán.

Y unos pasos más atrás.

-Nunca pensé que formaría parte de esto.
-Ni yo. Siempre pensé que sería una princesita de cuento, que encontraría a mi príncipe azul, me casaría y viviría felizmente toda mi vida junto a mi padre y Eleone. Y a Abraham...
-...
-Lo siento, no debería sentirme triste en estos momentos.
-No lo sientas, princesa. Es normal estar triste por la gente importante que dejamos atrás.
-Siempre quise ser fuerte, como Eleone, como Abraham, como... mi madre. Y es verdad que he conseguido más poder con el tiempo. Pero por dentro me sigo sintiendo igual de indecisa y débil. Una llorona.
-Eso no es verdad.
-¿...?
-Te has vuelto mucho más fuerte y confiada. Todo una mujer y el que no lo vea es un ciego. ¿Esa fue la promesa que nos hicimos, no?
-S-sí...
-Y yo veo que la has cumplido.
-Y-yo también creo que la hayas cumplido, Mavras.
-Entonces ármate de valor, princesa. Lo que viene desafiará todo lo que hemos entrenado.

______________________________________________________________________

Y en un lugar más oscuro que la propia oscuridad, Mickey y Sara aparecían de la nada.

-¿...? ¿Qué es este lugar, Sara?
-No tengo ni la menor idea, Mickey. Yo sólo he hecho lo que Yensid me dijo.
-Vaya... sólo hay oscuridad. Qué sitio más extraño.
-¡...!
-¿Pasa algo, Sara?
-Siento una presencia cercana. Y su presencia es... cálida y...
-¡Arturia!
-¿Cómo sabes...?
-Esta ahí. Je, je.

Y señalando con el dedo a dónde la antigua reina de Eclissis se había aparecido, Sara miró sonriendo cuando de pronto detrás de ella una enorme puerta de Luz se formó sorprendiendo a ambos.

-¡Vaya! A-Arturia... ¿Qué es eso?
-Hola, Mickey. Hola, Sara. Eso es el Reino de los Corazones, majestad.
-¡Guaaau! Es enorme.
-Eres uno de los pocos que ha conseguido llegar aquí.
-Me sentiré honrado. Je, je.
-Supongo que usted sabrá porqué Yensid nos ha mandado aquí.
-Sí, lo escuché todo. Parece que mi hija se dirige finalmente a su destino. Caos debe ser detenido.
-Sí, eso parece... Pero el lugar al que van...
-Onrac...
-¿Onrac?
-El hogar de Caos. Decidió tomar su nombre cuando mi padre le adoctrinaba. Después de lo de Alejandro fue el primer lugar al que él fue. Y lo destruyó...
-¡Qué bárbaro!
-Sí... Supongo que le perdí. Siempre tuve fe en que mi Luz alcanzaría la suya. Nunca imaginé que se arrancaría el Corazón para evitarlo.
-Mmm... Bueno, de no haberlo hecho todo sería diferente, majestad.
-Sí. Muy diferente. El destino es inescrutable, así es como debían de ir las cosas y así es como debería haberlas afrontado. Fui inmadura al tener tanta fe en algo que escapaba a mi conocimiento.
-No seas tan dura contigo misma, majestad.
-Lo sé. No debería, pero... Siempre tuve una pesada carga. Nunca me desharé de ella. Y es por eso que estáis aquí.
-¿Mmm?
-Sara, ¿has traído lo que te dio Yensid?
-Sí, lo he traído.
-¿El qué has...? ¡...!

Sara sacó de su bolsillo las cuatro gemas que Cyan había reunido.

-¿Cuándo...?
-Yensid se las quedó cuando detuvieron a Cyan.
-P-pero... ¿para qué necesitas eso, majestad?
-Es... difícil de explicar.
-¿No hay una versión simple?
-Digamos... que se me ha encomendado buscar al próximo Avatar del Reino de los Corazones. Y esa gema es la clave para ello.
-Entiendo...
-¿Sara?
-Sí, majestad

Sara le dio las gemas a Arturia y cuando las cogió una luz brilló con intensidad

-¿Q-qué es lo que pasa, majestad?
-Creo que ya está buscando al sucesor. Debo darme prisa.
-¿Y... y nosotros qué hacemos?
-Volved con Yensid. Y Mickey, por favor, ve a ayudar a mi hija. Lo necesitará.
-S-sí, majestad. Confía en mí.
-Gracias, mi pequeño amigo, hasta nunca.