Recomiendo escuchar esta canción
mientras lees:
______________________________________________________________________
-¿Qué
demonios es eso del avatar de la luz, Blanck? ¿Y cómo es que sabes lo que es?
-No es la
primera que lo veo. Esa sensación… se queda grabada. Pero no tenía nia idea de
que la princesa fuera uno de ellos.
-¿Uno de
ellos? ¿Es que hay más?
-Que yo
sepa dos. Aunque el que yo conoció cayó en mi Mundo. Sólo yo sobreviví.
-¿Y qué
se supone que es?
-Mi
Maestro me dijo que es una mujer humana con la capacidad de representar el
Corazón de un Mundo.
-¿Representar?
-Todos
los Corazones son vida. Todo lo que tiene un Corazón está vivo, incluido los
Mundos. Lo que pasa es que no sabemos cómo se comunican. Un avatar de la Luz es
capaz de comunicarse con esos corazones. Aunque la princesa parece que es
incluso capaz de ser poseída.
-Entonces,
lo que ha dicho antes…
-Venganza.
-Keiro…
-El
Corazón del Mundo quería venganza… Él les creó y les dio la vida y ellos se lo
pagaron traicionándole y llenándole de Oscuridad.
-Bueno,
al menos ya no están más. Y Ganímedes muy difícilmente molesta a las ciudades,
así que no tendremos problemas por un tiempo. Muchas gracias, tíos.
-De nada,
Eryn.
-¿Qué vas
a hacer ahora?
-¿Ahora?
La verdad es que nunca lo había pensado. Nunca pensé que llegaría este día.
Supongo que toca reconstruir Paraíso de los Hechiceros como a su antigua
gloria. Será un duro trabajo pero valdrá la pena.
-Con un poco
de suerte ganamos esta guerra y todo habrá valido la pena.
-Gente,
yo estoy preocupado por la princesa. Necesita descansar y este no es el sitio
adecuado.
-Claro,
Zero. Eryn, ¿te importa si…?
-Eso ni
se pregunta, grandullón. Me habéis ayudado y la princesa la que más. Lo mínimo
que puedo hacer es que el cachorrillo se quede tranquilo.
Todos se rieron a la vez mientras
planeaban el regreso a la ciudad.
______________________________________________________________________
Claudia se encontraba al lado de
Jaleel intentando hacerle recuperarse.
-Eleone,
¿qué te ocurre? ¿por qué tardas tanto? Jaleel te necesita. Yo te necesito.
Todos te necesitan.
-Princesa, ¿estáis bien?
-Alexander,
sí… Sólo estoy un poco cansada.
-Deberíais ir a descansar, ya no
podemos hacer nada más por él.
-Pero no
puedo…
-Jaleel ya está bien, princesa. Sólo
necesita recuperarse en donde quiera que se encuentre, pero solo él puede
hacerlo.
-Entondes,
lo que dijo Vali…
-Necesita que confíemos en él. Y si
estáis aquí todo el día se pensará que no confíamos en su fuerza.
-Yo…
tienes razón, Alexander. Pero todavía me preocupa Eleone y los demás.
-También tenéis que creer en ellos,
princesa. Veréis como volverán cuando menos nos lo esperemos y con una gran
sorpresa.
-Siempre
estás tan seguro de todo, Alexander.
-Si no soy optimista yo, princesa.
¿Quién lo será?
-Jaja,
tienes razón.
____________________________________________________________________
De vuelta a Paraíso de los
Hechiceros, Zero, Kuroi y Eryn están hablando con el Maestro Arkleus.
-Habéis hecho un gran trabajo. Me
alegra saber que ya podemos empezar de nuevo.
-Es
nuestro deber como Elegidos ayudar.
-Sí, tienes razón. Y por eso, Eryn,
creo que deberías irte con ellos.
-¿Cómo
dices, Maestro? Pero me necesitáis…
-No. No te necesitamos. Si
reconstruimos Paraíso pero Eclissis cae, todo estará perdido. Hay que ganar
primero esta guerra y luego ya podremos pensar en reconstruir.
-Pero Maestro, yo...
-Hazle
caso, Eryn. Necesitamos toda la ayuda posible en Eclissis y aquí ya está todo
solucionado.
-Pero soy
la única Elegida, si vuelven más Sincorazón…
-Estoy yo, Eryn. Aún puedo darles
caña y la ciudad está lo suficiente protegida.
-Oye,
Maestro Arkleus. Sé que la humildad de la princesa no me dejaría pedírselo pero
me temo que Eclissis necesita toda la ayuda posible y… hemos hecho bastante por
vosotros.
-¡No
cachorrillo!
-Déjale terminar, Eryn.
-¡Jum!
-Por
favor, ayúdennos a construir una de esas barreras mágicas en Eclissis.
-¡Lo
sabía, te dije que no!
-Eryn, cálmate.
-Pero
Maestro, es nuestro secreto.
-¿Y acaso ese secreto es más
importante que la vida de una sola persona?
-No,
pero…
-¿Si estuviera en tus manos el salvar
a una sola persona, incluso a costa de un secreto tan valioso no lo harías?
-Yo…
-Las barreras mágicas se crearon para
ayudar, Eryn. Aunque solo sirvieran para salvar un ciudadano de Eclissis al
día, ¿no valdría la pena?
-Sí,
supongo que sí.
-No hay nada más valioso en el Mundo
que la vida, Eryn. Nunca lo olvides.
-¿Y cómo
lo hacemos?
-Eryn conoce el secreto, ella os
ayudará a erigir una barrera en Eclissis.
-¡No,
maestro! Yo no…no estoy preparada…
-Sí que lo estás, Eryn. Por eso te
dejo marchar. Irás a Ciudad Eclissis con ellos y sé que serás capaz de erigir
una poderosa barrera mágica.
-Maestro…
-Bueno, no quisiera manteneros más
aquí. Ciudad Eclissis os necesita.
-Me temo
que tus palabras son ciertas, Maestro Arkleus. Sé que a la princesa le hubiera
gustado más hablar de su madre con usted pero no podemos esperar a que
despierte, debemos marchar ya.
-Vaya,
vaya… Parece que el cachorrillo se ha autoproclamado el nuevo jefe de la banda
ahora que su princesita no está.
-No me he
autoproclamado nada, solo estoy decidiendo por la princesa, vosotros haced lo
que queráis.
Y dicho eso, Zero se dio la vuelta y
se marchó.
-Vaya,
qué genio tiene el cachorro…
-Sólo
está preocupado por la princesa. En cualquier caso deberíamos volver.
Volvieron junto a los demás.
-Nos
vamos ya.
-¿Y qué
hacemos con la princesa?
-La
llevaré conmigo.
-Pero sin
armadura, no aguantará en el Espacio Intermedio, no puede invocarla mientras
esté así.
-Confiemos
en que su Corazón aún siga despierto y se auto proteja.
-¿Confiemos?,
¿de verdad vas a arriesgar la vida de la princesa de esa manera?
-No… Yo…
Tengo fe en ella. Deberíais hacer lo mismo. Algo me dice que Eclissis nos
necesita, y no sabemos cuándo despertará la princesa. No podemos demorarnos
más.
-Pues
depositemos nuestra fe en la princesa.
-Blanck… ¡Sí!
-Confiemos
en ella.
A medida que cada uno de ellos hacía
caso a Zero y depositaban su fe en la princesa, ésta iba recuperando sus
fuerzas y su armadura se materializó en torno a ella.
-¡Os lo
dije! ¡Vayámonos! ¿Bastet?
-¡Sí!
La joven pelirroja volvió a realizar
lo necesario para abrir un portal de Luz e invocandos sus Llaves deslizador
salieron todos de nuevo al Espacio Intermedio de camino de vuelta a Eclissis.
El camino de vuelta a casa fue más
sencillo de lo que pensaron a pesar de no tener a Eleone para guiarles, todos
tenían el anhelo de volver y sus Corazones les guiaron a dónde más deseaban ir.
Bastet volvió a hacer uso de su sabiduría sobre la Luz para abrir un portal a
Eclissis y todos entraron aterrizando en el enorme patio del castillo donde
recibieron una cálida bienvenida de los soldados que allí se encontraban aunque
un tanto entristecidos al ver a la princesa en ese estado.
-No le
ocurre nada, sólo está cansada. La llevaré a sus aposentos.
Todos se separaron y Zero se dirigió
hacia el castillo directo a sus aposentos, los demás se reunieron en la sala
común del castillo para enseñarle a Eryn su nuevo hogar, ya tendría tiempo para
erigir la barrera mágica pues necesitaba concentración y poder y estaba un poco
cansada por las nuevas experiencias y el viaje.
De camino a los aposentos, Zero se
encontró con su hermano.
-¡Eloene! ¿Qué le ha pasado?
-Nada,
Álex. Está bien. Solo cansada.
-¿Sólo cansada?
-¡Sí,
sólo! ¡No tienes ni idea de por lo que hemos tenido que pasar, así que déjame
llevarla a sus aposentos!
-¿Qué…?
Zero apartó a su hermano con el
hombro y prosiguió su camino hacia los aposentos de la princesa donde la dejó
reposar en su cama, aunque Alexander no se dio por vencido y apareció por
detrás viendo como su hermano acariciaba a la princesa apartándole el pelo.
-¿Qué haces? ¿Y qué es eso de “por lo
que hemos tenido que pasar”?
Zero le miró de reojo molesto.
-¿Crees
que me importa lo que la princesa y tú tenéis en común?
-¿Cómo dices?
-¿Crees
que no os he visto?
-¡¿Cómo te atreves?!
-¿Cómo me
atrevo? ¿Cómo te atreves tú?
-Ella es mayor para elegir con quien
estar.
-¡Eres un
imbécil!
Zero levantó su puño derecho
empotrándolo a gran potencia contra la mandíbula de su hermano que cayó de
espaldas contra el suelo con sangre en la boca.
-Abraham…
-¡No me
llames así! ¡Ya no me llamo así!
Zero volvió a levantar el brazo pero
esta vez se contuvo.
-Aléjate
de ella, ¿me oyes? No te la mereces.
Alexander se quedó sorprendido en el
sitio, tirado sobre el suelo y sangrando observando a su hermano como nunca le
había visto, yéndose. A los segundos apareció Claudia.
-¡Alexander!
¿Qué…?¡Eleooone! ¿Qué la pasa?
-Está bien, sólo cansada.
-¿Qué ha
pasado? ¿Quién te ha golpeado?
-Nadie. No pasa nada.
Alexander volvió a sonreír viendo a
las dos princesas juntas de nuevo sin darle importancia a lo que acababa de
ocurrir.
-Ya tienes a vuestra hermana como
queríais, princesa.
-Sí. Ya
podemos ayudar a Jaleel.
Claudia se recostó al lado de su
hermana.
-Descansad, princesas.
____________________________________________________________________
Mientras, en la sala común.
-Vaya,
este castillo es enorme.
-¿Te
gusta, Eryn?
-Sí, qué…
esplendor…
-A mí también
me gusta. Y pensar que somos invitados de honor. Podemos comer lo que queramos.
-Siempre
pensando en lo mismo, Bastet.
-¿Qué?
Todos rieron al unísono. Aunque la
mirada gélida de alquien que llegó les detuvo.
-Vali.
-¿Os
divertís?
-¿Qué
pasa?
-Mientras
vosotros os lo pasabáis genial de viaje, Jaleel se enfrentó a uno de esos
Señores de la Oscuridad.
-¡¿Cómo?!
-Y ahora
está en coma.
-¿Lo dices en
serio?
-¿Me ves
con cara de bromear?
-¿Y el
Señor de la Oscuridad?
-Muerto…
-¿Ganó?
Pero entonces…
-La
victoria se tomó un precio.
-¿Dónde está?
-En la
enfermería.
Bastet salió corriendo mientras Keiro
la seguía andando. Blanck ni se inmutó, y Kuroi y Eryn se quedaron mirando y
luego decidieron seguir a Vali para reunir a los Elegidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario