Las historias de Vali: Parte II

La brújula que le había entregado Alaya a Vali guió por el Espacio entre los Mundos al Elegido hasta un extraño Mundo tecnológico a escasos minutos de allí. Vali había prometido a Alaya que encontraría a aquel hombre, después de todo se lo debía después de lo que habían hecho por él.

Terminó de bajar del todo al Mundo y entonces fue cuando vio más de cerca aquel extraño lugar, había muchas naves como la Llave deslizador que recorrían el cielo con gracilidad y velocidad. Vali tuvo que esquivar un par de ellas y bajar a la ciudad donde se escondió pues le habían empezado a perseguir.

-¿Qué demonios es este lugar? Es todo tan... extraño. Si no tengo cuidado me atraparán, usan una extraña tecnología que parece ser superior a la Llave espada. Debo buscar a ese tipo a por el que me mandaron pero este lugar es tan grande, ¿cómo demonios se supone que voy a encontrarle?

Tan pronto como dijo esto vio en unos paneles visuales a escasos metros como un hombre bastante grande y rubio era llevado a una gran palestra esposado donde parecía que iban a juzgarle o ejecutarle. En seguida supo que ese hombre tenía que ser a por quien había ido a ese Mundo, el amigo de Alaya y Sara.

-¿Vino aquí para que le arrestaran? Vaya idiota.

Vali pronto puso su plan de sacarle de aquella en marcha, en realidad no era un plan muy elaborado, se trataba únicamente de sacarle de allí en una emboscada veloz y efectiva, no podía quedarse a luchar contra aquellos soldados tan bien armados y entrenados. Y para ello tenía la intención de obtener la ayuda de Shiva a la que no tardó en invocar a través de la marca en su mano.

-¿Otra vez en apuros, Vali?

-Creo que él necesita más ayuda que nosotros.

-¿Ese es el amigo de las chicas?
-Tiene toda la pinta, ¿no?
-Sí... aunque su cara me suena.

-¿Te suena? ¿De qué?

-No lo sé, no sabría decirte.

-Bueno, en cualquier caso debemos salvarle el culo.

-¿Y ya sabes cómo?

-Tengo una ligera idea, pero voy a necesitar tu ayuda.

-Para eso me has invocado, ¿no?

-Bien, sígueme.

Vali volvió a transformar su Llave espada en Llave deslizador y seguido por Shiva volando se acercaron al lugar de la ejecución con total precaución esperando el mejor momento para salvar a aquel hombre que no parecía llegar en ningún momento.

-¿Me cuentas el plan ya?

-No somos suficientes. Pero si le liberáramos... Parece un tío fuerte.

-¿Quieres engrosar en nuestras filas a quien venimos a salvar?

-Alaya me ha mandado a un Mundo con tan buen ejército que ellos solos podrían eliminar a todos los Sincorazón del Reino de la Luz. No podemos aspirar a que un Elegido con su Invocación elimine a todo ese ejército.

-¿Y crees que ese tío marcará la diferencia?

-No. Pero le prefiero en movimiento y destrozando soldados que encadenado e inútil para nuestros propósitos.

-De todas maneras, ¿tienes idea de cómo vamos a sacarle del Mundo? No creo que quepa en tu Llave deslizador.

-Ya se nos ocurrirá algo. Si le matan no creo que haya segunda parte del plan. ¿Preparada?

-Si no queda otra...

-Pues apunta bien y limita la potencia al mínimo.

-Hecho.

Vali y Shiva apuntaron con su Llave espada y brazo respectivamente hacia la espalda del hombre y arrojaron un rayo de puro frío que alcanzó con total puntería las esposas del prisionero, congelándolas en el proceso. Cuando el tío se dio cuenta utilizó sus fuerzas para pulverizar las esposas tirando de ellas hacia los lados quedando totalmente libre y levantándose miró a todos los lados buscando al que acababa de liberarle con la mirada aunque pronto no tuvo más remedio que centrarse en los soldados que se abalanzaron sober él.

-¡Ayudémosle!

Vali salió disparado desde su escondite hacia la sala de ejecución eliminando gracias al factor sorpresa a los soldados que había entre él y el enorme tipo que le esperaba en el centro del lugar.

-¿Quién eres? ¿Por qué me ayudas?

-Me mandó Alaya. Yo también estoy encantado de conocerte. Soy Vali.

-Aiss... Le dije que no se preocupara. Yo soy Nieve.

-¿Que no se preocupara? Casi no lo cuentas...

-Estaba todo planeado.

-¿Planeado? ¡Venga ya! No te cuesta nada agradecérselo.

-Estoy aquí por ella, no tengo que agradecerlo nada.

-¿Y a mí tampoco?

-Si salimos de ésta te daré las gracias.

Nieve se lanzó al ataque placando a todos los soldados que había entre él y la ilusoria vía de escape que había planeado en su cabeza. Vali le siguió de cerca con Llave espada en mano tras disolver la ayuda de Shiva hasta que consiguieron alejarse lo suficiente como para esconderse. Seguían buscándoles pero al menos les habían perdido de vista.

-Nunca había visto un equipamiento como ése.

-Nos superan en número pero no en potencia.

-Son humanos normales, si le dieras ese equipo a un guerrero…

-Lo sé, he visto a sus comandantes, de hecho fueron ellos quiénes me atraparon.

-Es verdad, ¿se puede saber qué haces aquí?

-¿Alaya no te lo ha contado?

-No parecía haber tiempo y de cierta manera tampoco es que me interesase mucho, hasta que he llegado aquí y me he visto involucrado.

-Alaya no te tenía que haber mandado.

-Es obvio que viniste aquí a buscar algo, pero aún no sé el qué.

-¿Por qué me ignoras?

-No soporto a los idiotas que se las dan de héroe.

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-Hijo, no puedes ir de héroe por la vida.

-Yo… yo sólo… yo sólo quería ser valiente como tú.

-Yo sólo soy valiente cuando debo serlo. Vali, ser valiente no es buscarse problemas.

-Pero entonces, ¿cómo me haré fuerte como tú?

-Tranquilo, todo llegará a su momento.

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-No soy un… héroe… si ni siquiera puedo proteger lo que más quiero.

-Pues entonces necesitarás mi ayuda.

-Tú, ¿por qué…?
-Le debo un favor a esas dos. Y ese favor implica llevarte de nuevo a casa. Aunque es obvio que tú no querrás volver hasta que consigas lo que has venido a obtener.

-…

-¿Puedo saber qué es?

-Este Mundo no es un Mundo como otro cualquiera.

-¿A qué te refieres?

-A que no es un Mundo natural que surgió de donde quiera que surgen los Mundos.

-Entonces, ¿cómo surgió?
-Fue creado.

-¡¿Creado?! ¿Cómo se crea un Mundo?

-Con mucho poder…

-¿Y de dónde sacaron tanto poder?

-De un Fal’cie.

-¿Un qué?
-Son máquinas con poderes divinos. Su poder es inigualable y sus energías casi ilimitadas, Edén construyó este lugar y lo mantiene unido con sus fuerzas.

-¿Edén? ¿Este Mundo tomó el nombre de su creador?

-El lo creó, ¿no?

-Visto así… pero aún no entiendo qué pintas tú en esto.

-Edén tiene suficiente poder para mantener este sitio pero debido a la gran cantidad de fuerzas que eso conlleva a penas puede llevar a cabo otras tareas. Así que esclaviza humanos con su poder para que hagan su trabajo.

-¿Puede hacer eso? Esa criatura podría acabar con la amenaza de los Sincorazón con un pestañeo.

-Y que lo digas… El caso es que Edén… esclavizó a Sara antes de que nos fuéramos de aquí.

-¡¿Cómo?!

-Alaya y yo conseguimos alejarla de aquí, creamos una nueva vida en ese pequeño Mundo pero…

-¡¿Pero qué?!

-Cuando Edén esclaviza a un humano no puede escapar de sus garras eternamente.

-¿A qué te refieres?
-Sara se está deteriorando a cada día que pasa lejos de aquí.

-¿Deteriorando?

-La marca que Edén puso en Sara cuando la esclavizó le dio poderes para poder llevar a cabo los planes de Edén, pero esos poderes tienen un precio.

-Su vida… Y ella…

-¿Qué?
-Y ella usó sus poderes para curarme… Aún sabiendo lo que eso significaba.

-Así es ella… Daría cualquier cosa por poder ayudar a los demás.

-Ahora todo encaja, pero aún sigo sin entender qué es lo que buscas.

-¡A Edén!

-¿A Edén? Espera… quieres decir que…

-Tengo que destruirle, solo así liberará a Sara y a todo aquel al que haya esclavizado.

-Pero entonces este sitio…

-Sí… caerá…

-¿De verdad merece la pena la vida de Sara por la de toda la gente que vive aquí?

-¡Por supuesto que lo merece! ¡Él no tenía derecho a hacerles eso!

-Pero Nieve…

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-Vali, recuerda, tu único objetivo a partir de ahora es cuidar de Adda.

-Lo sé, padre.

-No debe pasarle nada. Nunca. Ni aunque otros deban sufrir por ella.

-Yo seré el primero que sufra por ella, padre.

-Estoy muy orgulloso de ti, hijo.

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-No me malinterpretes, no permitiré que nadie de este lugar sufra por mi culpa. Conseguiré la manera de salvar a Sara y a todos los que viven en Edén.

-Aspiras muy alto, ¿sabes?

-Aspiro a ser un héroe.

Nieve le guiñó un ojo a Vali y salió corriendo a toda velocidad con la intención de hacer algo que a Vali no parecía que iba a gustarle.

-Es como un niño…

Vali salió corriendo a la misma velocidad que Nieve logrando alcanzarle y se puso a su lado para interrogarle.

-Bueno, ¿y cuál es el plan?

-No lo sé.

-¡¿Cómo que no lo sabes?! Acabas de decir que salvarás a todos.

-Sé lo que he dicho. Pero aún no sé cómo voy a hacerlo.

-Genial… Entonces ¿por qué has salido corriendo?

-No debemos dejar de movernos por si las moscas, además tengo ganas ya de verle el careto a Edén.

-¿Cómo? ¿Nos vamos a colar ya en la base enemiga?

-Sí, ¿algún problema?
-¿Algún problema? ¡Algunos problemas! No sé si te has dado cuenta de todos los que son ellos, de lo ruidoso que eres y de que ya te vencieron una vez, ¡no tenemos nada que hacer!

-¿Y qué quieres? ¿Que nos quedemos jugando al pilla-pilla con ellos?

-No he dicho eso. Pero… esto es una locura.

-La gente a veces hace locuras.

Nieve saltó desde el edificio al vacío y justo aterrizó en una de esas extrañas motos voladoras que conducían aquellos soldados, derribó al soldado y conduciendo aquel artefacto salió disparado en dirección al centro de aquel Mundo artificial. Vali no se quedó atrás y convirtiendo su Llave espada nuevamente en Llave deslizador persiguió a Nieve por la ciudad.

-¡Estás loco!

-¡Loco de amor!

Nieve sonrió guiñándole un ojo a Vali en pleno vuelo y entonces todo empezó a tener sentido: ¡Nieve era el novio de Sara! Por eso quería salvarla, por eso quería hacer todo aquello, por eso no le importaba hacer esas locuras sin importarle las consecuencias. Quería salvarla y eso era suficiente para Vali, él haría lo mismo por Adda.

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-Hermano, ¿cuándo volverá papá?

-Adda, papá no se ha ido.

-¿Y dónde está?
-Aquí, con nosotros.

-Yo no le veo.

-Que no puedas verle no significa que no esté. Cierra los ojos y siéntele.

-Ya puedo verle, Vali.

-Y seguirá estando con nosotros, pero ahora tengo que protegerte yo.

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Vali aceleró su bólido adelantando a Nieve que se quedó bastante perplejo por aquella acción del chico y se deshizo de todos los soldados que había en frente dejando el camino libre al grandullón rubio.

-¡Todo tuyo!

-¡Gracias, Vali!

Nieve siguió el camino mientras Vali se deshacía de los últimos vestigios de soldados especialmente equipados, para cuando todos descansaban en el suelo inconscientes un hombre de vestiduras diferentes pero que parecía pertenecer al ejército enemigo se acercó cerca de donde Vali levitaba en su Llave deslizador.

-¿Tú has hecho todo esto?

-Eso parece.

-Qué extraño artefacto. Tendré que vencerte para poder llevármelo y estudiarlo.

-Eso será si te lo permito.

Vali saltó al suelo deshaciendo la Llave deslizador para poder portarla como arma.

-Vaya, vaya, vaya. Qué extraños poderes. No eres de por aquí, ¿verdad?

-¿Acaso eso importa? Tú debes ser uno de los comandantes que venció a Nieve.

-Teniente coronel Yaag Rosch a tu servicio.

-Supongo que no podemos ser amigos…

-No si estás de parte del fugitivo. Como comprenderás su vida no es más importante que la vida de millones de ciudadanos. Eso lo entiendes, ¿no?

-Lo entiendo, pero tengo fe en él.

-¿Por qué tienes fe en alquien que planea hacer algo tan destructivo?

Vali apuntó al comandante con su Llave espada obligando a su enemigo a que sacara su katana de la funda.

-¡Porque él lucha por lo mismo que yo!