Recomiendo escuchar
esta canción mientras lees:
http://www.youtube.com/watch?v=-JOgs1lIfmI
______________________________________________________________________
-¿Quién es? No siento nada provenir de ella.
______________________________________________________________________
-¿Quién es? No siento nada provenir de ella.
-Porque está muerta.
-¿Muerta? ¿Y por qué
la mantienes ahí?
-Porque tengo que
resucitarla. Es un pedido urgente. Lo único que ves ahí es su cuerpo, no tiene
ni alma ni Corazón.
-Sólo he visto dos
personas muertas en mi vida y no fue nada agradable. ¿Por qué me enseñas esto?
-Porque con un poco
de suerte a ella sí podrás volver a verla caminar.
-¿De verdad crees que
puedes resucitarla?
-No tal y como era
antes, pero sí algo parecido.
-¡¿Cómo?!
-En el pasado fui
capaz de crear seres vivos de la nada. Les creaba un cuerpo, les daba una
chispa de vida y les otorgaba un Corazón. Los experimentos no eran perfectos y
a veces el ser en cuestión era un poco inestable, pero… eso es mejor que estar
muerto.
-Eso es horrible…
-No soy perfecto. Por
suerte ésta vez tengo el cuerpo, aunque para que no se descomponga lo mantengo
ahí dentro. Pero no puedo introducir cualquier Corazón en su interior, tengo
que devolverle el suyo y para eso estás tú aquí.
-¡¿Yo?!
-Avatar de la Luz.
-Así que lo sabes.
-Claro que lo sé,
gracias a mí tienes esos poderes.
-¡¿Cómo dices?!
-Ah… Tu madre os
ocultó muchos secretos a ti y a tu hermana por lo que veo. Supongo que no érais
lo suficiente mayores cuando ella murió y cuando supo que era inminente no pudo
prepararos para lo que estaba por venir. Y a mí… ¡Jum!
-¡No te atrevas a
hablar así de mi madre!
-Ya he dicho que os
tranquilicéis, majestad, u os saldrán canas del estrés.
-Jum… ¿Cómo es
posible que me dieras estos poderes?
-Nada es imposible,
joven alteza. Y menos con una Llave espada en tu poder. Esta chica de aquí, es
como tú.
-¿Era una Elegida?
-No, no. Un Avatar de
la Luz. No fuiste la única que preparamos, hubo muchas candidatas. Ésta, por
desgracia, pereció.
-¿Por qué lo hiciste?
-Hicimos, plural. No
me gusta repetirme y le acabo de contar no hace mucho mi historia al joven
Jaleel.
-¡¿Jaleel ha estado
aquí?!
-Sí, y mandado por tu
mano si no me equivoco.
-¡Tú eras uno de esos
Maestros a los que envié a buscar a mi hermana!
-Ese loco Yensid, se
cree que se puede hacer todo por las buenas. ¿De verdad creyó que los años y la
soledad habían templado mi carácter? Pobre iluso…
-¡¿Pero por qué yo…
por qué nosotras…?!
-¿Y por qué no tu
hermana o esa tal Bastet o la otra… cómo se llamaba, ah sí, Eryn? Menuda
fantasma, no sé como podéis confiar en ella.
-¡Eryn es de fiar!
-Ya… Escogimos a unas
cuantas mujeres, en ellas sembramos la semilla pero no dio tiempo a florecer en
todas, salvo en una… y ella te lo pasó a ti cuando naciste. Si no hubieses
nacido a lo mejor tu madre seguiría viva.
-¡¿Cómo…?!
-Sólo escogimos a
esas mujeres para que creciera la semilla en ellas, pero debían pasarla a la
siguiente generación donde liberaría todos sus poderes. Sin embargo en tu
madre, floreció… Debí suponerlo, era una Elegida después de todo, era...
especial. El día en que naciste, le arrebataste algo más que sus energías a tu
madre. Te llevaste un trozo de ella… La pobre Arturia simplemente estaba
orgullosa en su lecho, ¡pero aquello fue su sentencia!
-No… Eso no es verdad…
-Oh, sí. Tú me la
arrebataste. Y por tu culpa ahora…
-¡…!
-Pero no puedo
tomarla contigo, ella estaba orgullosa de ti. Y yo también lo estaré. Cuando
resucites a esta chica y consiga controlar la semilla.
-No lo entiendo…
-Yo fui el Maestro de
tu madre… y su… da igual.
-¡…!
-Primero me la robó
ese estúpido príncipe pretencioso… y luego te tuvo a ti con él… con cada
persona con la que compartía su alma, ella iba perdiendo poco a poco en lo que
la convertí. Tú fuiste su sentencia y tu hermana… no dejó nada… sólo una cáscara
vacía… y por vuestra culpa no tuvo nada que hacer contra Caos.
-¡¿Caos?! ¿Quién es
Caos?
-¡Es historia, cuando
le encuentre yo mismo me desharé de él! Por quitarme a mi niña...
-¿A tu… niña?
-¡Silencio! Voy a
empezar con la operación…
-¡No…! Por… por lo
menos dime que me vas a hacer.
-Aunque te lo
explicase no lo entenderías. Ahora ve a dormir.
Garland le inyectó
una anestesia general a Eleone.
-Tranquila… No voy a
hacerte daño.
-¿Tú… eres… a… ah…?
Zzzz….
______________________________________________________________________
Blanck se encontraba en su pradera favorita, tumbado y mirando las luces del cielo, en ese momento sintió como una chispa de Luz volvía a brillar en algún lado.
Blanck se encontraba en su pradera favorita, tumbado y mirando las luces del cielo, en ese momento sintió como una chispa de Luz volvía a brillar en algún lado.
-¡¿…?! No… ¿Garland
lo ha conseguido ya? Pero…
-Blanck…
-Nanaki.
-Has vuelto. Hubo un
gran revuelo en la ciudad. Oí que habían desaparecido unos Elegidos.
-Tranquilo. Sólo
estuve entrenando. Me he vuelto mucho más fuerte, estoy preparado para
encargarme de esos hombrecillos.
-Es bueno oírte decir
eso. Y saber que estás bien.
Blanck sonrió durante unos instantes, una efímera sonrisa que tan sólo quedó en el recuerdo.
-Me han pedido que me
quede en Eclissis… He conseguido escabullirme por una de las puertas pero algo
me pide que me quede. No hay más Elegidos en toda la ciudad.
-¿Y cuál es el
problema?
-Es como si… también me necesitaran en otros lugares…
-Es como si… también me necesitaran en otros lugares…
-No puedes estar en
tantos sitios a la vez. Y dado que no hay más Elegidos aquí, es buena idea que
te quedes por si aparecen ellos. Así podrías vencerles.
-Si lo que he sentido
es verdad… Quizás ya no quiera venganza.
-¿…?
-Pero aún así debo
hacerlo, ¿verdad? Debo vencerles. Ellos destruyen Mundos y les hacen cosas
horribles a la naturaleza. Tengo que destruirles.
-Estás perdiendo tu
naturaleza animal, ¿qué te ocurre?
-Ella conseguía
amansar la fiera. ¿Puede ser posible que la haya resucitado?
-¿De quién hablas,
Blanck?
-Danna… ¿de verdad
vuelves a estar viva?
______________________________________________________________________
Kuroi y Eryn finalmente llegaron hasta donde Ark se encontraba con buenas noticias.
Kuroi y Eryn finalmente llegaron hasta donde Ark se encontraba con buenas noticias.
-¿Ya sabes el lugar
exacto, Maestro?
-Sí… esperad un
momento.
El Maestro de Eryn
cogió un papel y dibujó una flecha mágica en él.
-Eso os mostrará el
camino.
-Es igual que el mapa
que nos dio el príncipe Mickey.
-Es una brújula mágica.
Indica siempre hacia donde está lo que estás buscando.
-Debió dibujarla
Yensid.
-¡¿Yensid?! ¿Habéis
conocido a Yensid?
-Sí, Maestro, ¿le
conoces? Con las prisas de la última vez no te lo pude comentar.
-¿Y quién no le
conoce? Era el mayor hechicero de todos los tiempos. Él fundó las torres de
magia aquí en Paraíso.
-Vaya…
-Y pensar que existe
de verdad. Era como un mito entre los magos.
-Pues existe.
-Ark, no quisiera
sonar descortés, pero la reina nos necesita.
-Claro, sin
problemas. Tened cuidado.
-Gracias por todo.
Los dos Elegidos
volvieron a montarse en sus Llaves deslizador con toda celeridad y salieron del
Mundo rumbo hacia donde la flecha apuntaba, no tardaron en llegar a un lúgubre
castillo flotando en medio de la nada.
-¿Es ahí?
-¿Cómo ha podido
acabar la reina en un lugar como ése?
-Vamos, Kuroi.
______________________________________________________________________
La batalla entre las reinas y Caos dejó durante unos instantes perplejos al resto de los Elegidos, aunque no tardaron en reaccionar cada uno por su cuenta. El primero fue Keiro que decidió tener que finalizar lo que había empezado en Eclissis e invocando casi al instante a Odín se lanzó de nuevo a por aquel hombre del pelo largo.
La batalla entre las reinas y Caos dejó durante unos instantes perplejos al resto de los Elegidos, aunque no tardaron en reaccionar cada uno por su cuenta. El primero fue Keiro que decidió tener que finalizar lo que había empezado en Eclissis e invocando casi al instante a Odín se lanzó de nuevo a por aquel hombre del pelo largo.
-¿Deseas terminar lo que
empezamos?
-¡Por supuesto!
-Perfecto… Así no
molestamos a Caos.
Bastet no tardó en
seguir los pasos de Keiro aunque quedándose relativamente en la retaguardia. As
y Sina intentaron apoyar a sus madres pero fueron interceptados por el hombre
de la enorme espada. Sólo quedaron Claudia, Zero y Vali en medio de la sala sin
saber qué hacer.
-Tenemos que poneros
a cubierto, princesa. Vali, vigila ese flanco.
-Sí, general.
-¡No! Tenemos que
ayudarles.
Claudia estaba
totalmente enfocada entre las dos reinas y Caos, la batalla estaba
relativamente equiparada, aunque las mujeres luchaban con gran fiereza haciendo
retroceder a Caos con cada embiste. Ni siquiera el paso del tiempo permitiría a
Caos superar a dos Maestras de la Llave espada. No tardó mucho en preparar una
vía de escape.
-No tengo tiempo para
enfrentarme a vosotras. La Llave me espera.
-¡No! -¡No!
Caos abrió un portal
de Oscuridad y se introdujo por él, aunque antes de que se cerrara las reinas
también entraron. Viendo esto, los otros dos Señores de la Oscuridad
interrumpieron sus peleas y abrieron también portales de Oscuridad
desaparecieron, Keiro estuvo a punto de seguir a Messam, pero fue detenido por
Bastet. As y Sina solo pudieron ver como sus madres y sus enemigos desaparecían
misteriosamente.
-¡Madre!
-Tranquílizate, As.
-No. Son tres contra
dos.
-¿Por qué me has
detenido, Bastet?
-¡¿Estás loco? No vas
a entrar en un Portal de Oscuridad tú solo!
-Pero…
-¡Ni peros ni peras!
-¡Van a por mi
hermana!
-Princesa…
-¡Tenemos que
seguirles, Keiro, por favor!
-¡NO!
-Bastet, no sabemos
si las reinas podrán contra los tres. Si no vamos, ¡liberarán a Ánima!
-¡No! ¡No! Si Keiro
abre un portal más. ¡No!
-Bastet… es Eclissis…
¡es Eleone! Se lo debemos…
-Mmm… Keiro… No…
-Bastet, por favor.
-…pero no podremos ir
todos.
-¡¿Por qué?!
-Porque Keiro no
puede mantener tanto tiempo un portal abierto, sólo irá uno. Es mi condición.
-Está bien. Zero…
-¡No!
-Vali…
-Dejadme ir a mí,
princesa. Quiero volver a Eclissis.
-¿Zero?
-Por mí bien. Pero
ten cuidado, Vali.
-El tiempo corre.
-Por favor, Keiro,
ten cuidado.
-Descuida, Bastet.
Keiro le dio un beso
en la frente a Bastet y acercándose a Vali abrió un portal de Oscuridad por el
que entraron los dos desapareciendo.
-Keiro…
-Tranquila,
pelirroja, es un tío fuerte, sabrá apañárselas.
-¿Y nosotros qué
hacemos?
-Tendremos que volver
a Eclissis a la vieja usanza. En Llave deslizador.
-¡Vamos con vosotros!
-Sina…
-As, son nuestras
madres. Nos necesitan.
-Pero alguien se
tiene que quedar por si vuelven.
-Nos quedaremos Zero
y yo.
-Princesa…
-Esperaremos un día y
marcharemos mañana. Tenemos que confiar en ellos.
-…
-¡Id ya!
Bastet, As y Sina
salieron a todo correr afuera e invocando sus Llaves deslizador partieron a
toda prisa a Eclissis siendo guiados por la pelirroja.
-Sólo queríais
quedaros a solas conmigo, ¿no?
-No, Zero. Ya te dije
que no te obligaré a nada.
Y dicho eso Claudia
salió de la sala.
-¡¿A dónde váis?!
-Tengo que hablar con
ese hechicero del coliseo. Sabía demasiado.
Claudia explicó la
situación a los guardias del palacio y le guiaron sin problemas a la enfermería
donde estaban curando al enorme hechicero de tez pálida.
-Hola…
-Hola, joven.
-¿Golbez, no?
-Sí. He oído que
hicistéis volver en sí a las reinas.
-Sí. Por eso te
dejaron libre, pero no hasta que se curen tus heridas.
-Las heridas que
ellas me causaron, ¿no es irónico?
-Seguramente lo
sientan mucho.
-Lo sé. ¿Qué ha
pasado? Escuché una batalla.
-Es largo de contar.
Cuéntame qué sabes y complementaremos información.
-¿Que sé…? ¿Sobre qué?
-Los Sincorazón y la
Oscuridad.
-...
______________________________________________________________________
Finalmente Jaleel y Mavras encontraron a Ansem en su estudio, que se alegró de volver a su aprendiz.
Finalmente Jaleel y Mavras encontraron a Ansem en su estudio, que se alegró de volver a su aprendiz.
-Mavras.
-Maestro… me voy con
Jaleel.
-¡¿Cómo…?! Esto es
cosa tuya, ¿verdad? Te dije…
-¡No, maestro! Es
cosa mía… dijiste que nos “creaste” para ser importantes. Yo también quiero
serlo.
-…si es lo que
deseas.
Ansem se volvió a
sentar en su silla totalmente abatido.
-Lo siento, maestro.
Pero…
-No. Lo entiendo… es
mi culpa…
-No es tu culpa… Sólo
quiero ser importante. Y tengo la oportunidad ahora, no te guardo ningún
rencor.
-No quiero romper
este momento, pero…
-Sí, claro.
-¿Qué pasa, Jaleel?
-No puedo llevarme a
Mavras sabiendo lo poco que duraría en el Espacio entre los Mundos.
-¡¿Cómo…?!
-Tranquilo, te voy a
llevar. Ansem, dijiste que aislaste nuestros Corazones de nuestros cuerpos. ¿Qué
material usaste? ¿Qué material es capaz de aislar Luz y Oscuridad?
-Mmm… Uno muy
especial. No encontré mucho. Sólo tenía un poco y lo usé con vuestros
Corazones. No me queda más.
Jaleel invocó su
armadura en respuesta a aquello y se acercó a Ansem dejando estupefactos tanto
a él como a Mavras.
-¿Este material?
Ansem revisó momentaneamente la armadura de Jaleel.
-Sí, es ese. ¿Cómo…?
-Esa es mi pregunta.
¿Cómo obtuviste un trozo de armadura?
-Se lo robé a
Garland. Eso lo explica todo. Eres un Elegido, ¿no?
-Sí, lo soy. Así es
como llegué.
-Entonces no habrá
problemas.
-¿A qué te refieres?
-Durante mis años
como aprendiz de Garland aprendí algunas cosas de los Elegidos. Recuerdo una
especie de rito que un Elegido hacía para pasarle sus poderes a otros como él,
pero tenía que ser alguien especial. Quizás puedas convertir a Mavras en uno.
-¡¿Cómo?!
-Tengo que buscar el
informe…
No hay comentarios:
Publicar un comentario