jueves, 27 de septiembre de 2012

Capítulo 13: El siguiente paso


Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

http://www.youtube.com/watch?v=6c_PXDUkzFM

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-¿Sabes algo?
-Puede… que demasiado…
-¿Y no quieres que compartamos esa información?
-No quiero revelar mi parte…
-¡¿Por qué?!
-Más bien no quiero recordarla…
-¿Qué se supone que significa eso? Princesa, estáis perdiendo el tiempo…
-¿Qué ocultas? No podrás hacerlo para siempre…
-…

Claudia empezó a mirar fijamente a Golbez con concetración, sus ojos casi atravesaban su alma y Golbez parecía tener esa misma mirada pero en dirección contraria.

-¿Qué hacéis, princesa?
-¿Telepatía? ¿Crees que puedes sacarme esa información a la fuerza?
-¿Cómo lo sabes?
-Yo tuve poderes parecidos hace tiempo.
-¡¿Telepatía?! ¿Qué dice, princesa?
-Ni siquiera le has dicho que tienes ese poder a tu propio guardián.
-¿Cómo sabes que soy su guardián?
-Lo has vuelto en mi contra.
-Sí, y he visto lo suficiente sobre lo que sabéis de los Sincorazón. Debía suponer que ellos estaban detrás de esto.
-¿Ellos? ¿Los conoces?
-Sí… por desgracia fui uno de ellos hace muchos años.
-¡¿Cómo?!

Zero invocó sus dos Llaves espada casi a la vez como reacción a aquella afirmación por parte del hechicero.

-Baja las armas, Zero.
-Pero princesa…
-Ya no es más uno de ellos, ¿tengo que recordarte que nos salvó la vida?
-No…
-Pues baja esas armas.

Zero hizo caso a regañadientes a la princesa y se alejó un poco apoyándose en una de las paredes con sendas Llaves espada imitando a su maestro.

-Y ahora explica mejor eso de que fuiste uno de ellos hace años.
-Su líder es conocido como Caos, hace 18 años fue derrotado por unos Elegidos pero escapó por los pelos. Se dio cuenta de que su poder y limitados conocimientos no eran suficiente para hacer frente al Reino de la Luz y empezó a reunir a otros como él.
-¿Como él?
-Hechiceros y guerreros que habían caído en la Oscuridad, yo fui uno…  y hace diecisiete años me utilizó para hacerse con cierto poder. Me enfrentó a mi propio hermano pero él consiguió devolverme a la Luz. Luego decidí irme a dormir con los míos para apaciguar mis pecados. Después de todo lo que hice… no podía ser perdonado…
-Todo el Mundo merece ser perdonado… Debiste pasarlo muy mal y aún así conseguiste volver a la Luz… Pocos consiguen eso.
-…no hace mucho desperté cuando sentí a los Sincorazón atacar en bandadas el Reino de Luz y supe que era Caos. Desde entonces ando buscando a mi hermano y a los suyos para protegerles. Pero me capturaron y me trajeron aquí.
-Entiendo… Supongo que sólo buscas la protección de quien te importa y no puedo pedirte nada más… Ha sido suficiente que nos protegieras en el Coliseo… Cuando te cures eres libre de seguir buscando a tu hermano…
-Muchas gracias, princesa. Pero si algún día conseguís plantar cara a Caos y necesitáis ayuda… Me gustará poder ayudaros a vengarme.
-Eso está hecho.

La conversación pareció terminar justo en ese momento y Claudia volvió a la sala del trono con Zero a sus espaldas.

-¿Me vais a contar que es lo que ha sucedido, princesa?
-No creo que tengas derecho a preguntar eso, Zero.
-¿Cómo decís?
-Cuando estés dispuesto a contarme qué es lo que pasa por tu cabeza, yo te contaré que es lo qué pasa por la mía.
-¿Ahora usáis el chantaje emocional?
-No es chantaje, Zero. Se llama negocio. Algo que tú quieres por algo que yo quiero.

A Zero se la devolvieron demasiado gorda para poder tragársela y dejarlo pasar, pero aún así no estaba preparado para hablar de lo que sucedió y prefirió dejar las cosas como estaban. Por ahora.

-Está bien. ¿Y ahora qué?
-A seguir esperando…

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Keiro y Vali aparecieron en un pasillo de Oscuridad donde las reinas Hilda y Zelda ahora se enfrentaban a Messa y el hombre de la espada enorme, mientras podían ver como a lo lejos desaparecía Caos.

-¡Rápido!

Vali y Keiro no llegaron a tiempo al lado de las reinas para ayudarlas pues por petición de Caos y dado que estaban superando con facilidad a sus enemigos, fueron transportadas por otro Portal de Oscuridad gracias a una gran sincronización de los Señores de la Oscuridad, quedando a solas Vali y Keiro.

-¡Mierda!
-No importa. Tenemos que seguir. ¡A por Caos!

Keiro siguió el pasillo hasta el otro lado y volvió a abrir el Portal que acababa de cerrar Caos apareciendo los dos en las afueras de Eclissis.

-¿Y esto?
-¡La barrera!
-¿Qué barrera?
-Eryn construyó una barrera mágica para protegernos de nuestros enemigos aquí en Eclissis. Caos no pudo tele transportarse adentro de la ciudad.
-Entonces, ¿significa que no puede entrar?
-¡No! No puede. ¡No tenemos que temer nada!
-¿Y entonces qué hacemos?
-Mmm…
-Si nosotros también estamos aquí fuera no podemos avisar a la reina Eleone. Se me hace raro llamarla así…
-¡Pues entremos!
-¡Espera!
-¿Qué?
-¿Y si al entrar nosotros Caos se cuela detrás? No podemos poner en peligro la ciudad.
-Tienes razón, pero… pero… Agg…
-¿Qué te ocurre?
-Yo… Agg… Mmm… Nada, nada. Creo que… deberíamos entrar aún así. ¡Por arriba!
-¿Por arriba?
-Hay una entrada por arriba, por allí le será difícil entrar a Caos y no podemos quedarnos aquí fuera eternamente. En algún momento alguien querrá entrar o salir y Caos aprovechará.
-Está bien.

Los dos invocaron sus Llaves deslizador y salieron a toda velocidad hacia la entrada superior de la barrera.

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Muy cerca de allí, Blanck pudo observar toda aquella conversación y llegó a una conclusión.

-Han llegado refuerzos.
-Blanck, ¿no vas a decirme qué pasa?
-Lo siento, Nanaki, pero ya no soy el único Elegido en Eclissis.
-¿Y qué significa eso?

Blanck no contestó, simplemente invocó su Llave deslizador y salió de allí tan rápido como su artefacto le permitió.

-Danna, voy para allá.

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Kuroi y Eryn finalmente bajaron al castillo aunque las murallas estaban claramente protegidas y la puerta no se abría.

-Tendremos que saltar los muros.
-No…
-¿Por qué?
-Reconozco fácilmente una barrera mágica cuando la veo. No podremos saltar los muros.
-¿Es invisible o qué?
-Es otro hechizo que se le puede añadir. Aunque no tiene de mucha utilidad… A no ser…
-¿A no ser…?
-Que no quieras que sepan que está ahí.
-Ya… Eso no tiene mucho sentido. ¿Y qué podemos hacer?
-Superar la barrera es imposible y abrir esas puertas aún más.
-¿Y ya está? ¿Dejamos a la reina ahí dentro? La brújula mágica indica claramente que está ahí.
-Podríamos tocar el timbre.
-¿Tocar el timbre? ¿Te estás quedando conmigo?
-¿Se te ocurre otra manera de superar el muro?
-

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Eleone abrió los ojos muy despacio, la luz hacía a sus pupilas daño y le costó adaptarse hasta que pudo abrirlos del todo. Ya no estaba atada y no sentía ningún daño ni nada que le faltase en su cuerpo, aunque se sentía realmente cansada por culpa de la anestesia. Consiguió reunir fuerzas para incorporarse y se dio cuenta de que ya no estaba en el laboratorio de Garland si no en una habitación y bastante cómoda. No tardó en abrirse la puerta y para sorpresa de Eleone vio a la joven de la vitrina andar hacia ella.

-Tú… estás… Lo… ha… conseguido…
-Sí. Quería darte las gracias.

La joven se acercó a Eleone demasiado y cuando llegó hasta ella la abrazó fuertemente y le susurró al oído.

-Gracias por darme la oportunidad de despedirme.
-¿Despedirte…?

No tardó en entrar detrás Garland, con su armadura de siempre imposible de saber cuales eran sus gestos en la cara.

-Ya has despertado.
-

Eleone le ignoró a posta, parecía realmente cabreada, aunque por otro lado… entendió lo que aquello había significado. La joven reina apartó suavemente a aquella chica de su lado y miró fijamente a donde supuestamente Garland tenía los ojos, intentando desafiarle.

-Voy a quedarme… Pero con una condición. Tienes que protegerme.
-¿Protegerte…?
-He tenido un sueño. Una visión. Un hombre con una armadura viene a por mí. Me necesita.
-Caos…
-¿Ese es el hombre que mató a mi madre? Ya veo… También quiere acabar conmigo… Este es el trato, te dejaré que me uses para duplicar esa supuesta “semilla” y seré tu ayudante en todo cuanto necesites. Pero tienes que protegerme de él y mandar un mensaje a mis amigos para que sepan que me encuentro a salvo y otro a Jaleel diciendo que vuelva aquí cuando pueda.
-Acepto el trato. En cuanto a la segunda parte. Te dejo que lo hagas tú misma.
-¿Cómo…?

Sin embargo Garland no dijo nada más y salió de aquella habitación a lo que Eleone no pudo hacer si no seguirle. Cuando llegaron al Hall de entrada vio a Kuroi y Eryn y ellos vieron a Eleone.

-¡Majestad!
-Kuroi. Eryn. ¿Qué hacéis aquí?
-Alexander nos pidió que os buscáramos. Y esa pregunta deberíamos hacérosla nosotros.
-Yo… He venido aquí porque he querido.
-Pero Alexander dijo que ibas en busca de Jaleel.
-Y Garland me ayudará a contactar con él. Vosotros debéis volver a Eclissis sin mí.
-¡Pero Majestad!
-Hacedlo, por favor. El enemigo va hacia allí. Yo estaré aquí a salvo.
-¿El enemigo? Entonces te necesitamos para hacerle frente.
-No, porque… porque…
-¿Qué pasa, Eleone?
-Ellos me están buscando a mí. Aún no se porqué, pero no deben encontrarme. Por favor, volved para proteger Eclissis, y no os preocupéis por mí.
-Está bien.
-¡Pero Kuroi…!
-Si es lo que la reina desea, así se hará.
-¿En serio?
-Sí. Eclissis nos necesita, Eryn.
-Gracias, Kuroi.
-Cuídaros mucho, majestad. Y tened cuidado.
-Lo tendré.

Kuroi dejó a Eryn con la palabra en la boca y se la llevó de allí un poco en contra de su voluntad para volver a Eclissis.

-¿Y Jaleel?
-Ya he enviado el mensaje. Tardará poco en llegarle.
-Y ahora dime qué me has hecho. Porque no hay ni una sola herida en mi cuerpo y eso me mosquea.
-Mmm… Saqué tu Corazón de tu cuerpo, lo usé para traer de vuelta el de ella, y luego volví a ponerlo en su sitio.
-¡¿Me sacaste el Corazón?! ¡¿Cómo?!
-Con la Llave espada. Ya te dije que tiene muchos poderes, y muchos de ellos sólo sabe usarlos un Maestro bien adiestrado.
-…¿quién es ella?

Eleone señaló a la joven que les seguía a todas partes, parecía confundida y no era para menos, acababa de resucitar en un lugar que no conocía con gente que no conocía.

-Es una amiga de tu amigo Blanck. Encontró su cuerpo en su último viaje y cuando se encontró conmigo me pidió que la resucitara.
-Blanck… ¿Y accediste sin más?
-No… Blanck es especial. Le pedí que me dejara entrenarle y hacerle algunas pruebas a cambio. Además, resucitarla era primordial para mí.
-Porque es un Avatar... ¿Y Blanck qué tiene de especial?
-Blanck es un hombre lobo.

A eso respondió Danna, por fin sabía algo de lo que estaban hablando.

-¿Un hombre lobo?
-Bueno, en realidad medio hombre lobo. Su madre era totalmente humana, pero heredó la maldición de su padre. Yo debía mantener el secreto, pero supongo que ahora no tiene sentido. Dime, señor, ¿cuándo voy a poder verle?
-Tranquila, en estos momentos está viniendo hacia aquí.
-¿Y me necesitabas a mí para resucitarla?
-En realidad no. Podía resucitarla con un Corazón nuevo, pero yo necesitaba su Corazón.
-Ya... tiene sentido...
-Tú ya me has dicho tu parte del trato. Ahora toca la mía.
-Adelante...
-Dado que fue tu madre la que despertó la semilla, cuando llegó a ti ya albergaba todo su poder, por eso no sabes utilizarla. Era demasiado poder para ti sola. Sin embargo como Danna la despertó ella sola, sí sabe controlarla. Así que te enseñará a usarla. Mientras tendré citas con tu Corazón para aprender de él y de tu poder.
-Entendido… y… tengo… una última pregunta.
-Adelante.
-Eres… ¿Eres…?

Eleone tragó saliva y finalmente se atrevió a hacer la pregunta que tanto anhelaba no saber.

-¿Eres mi abuelo?
-…supongo que ya sabes la respuesta a esa pregunta.
-Ya veo… Pero… no esperes que te trate como tal. Ni siquiera te conozco.
-Nunca te traje aquí con esa intención. Tu madre me alejó de su vida hace mucho tiempo y yo dejé de ser aquel padre justo al mismo tiempo. Lo único que nos une son lazos de sangre. Si es que me queda algo de sangre… Responderé a más preguntas, pero ninguna más que tenga que ver con nuestro parentesco.
-Pero, ¿por qué…?
-Ni una más.

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