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http://www.youtube.com/watch?v=slK7BW_48_w
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Jaleel y Mavras estaban descansando en uno de los bonitos balcones del castillo de Vergel Radiante mientras Ansem buscaba el susodicho informe donde tenía por escrito el funcionamiento del rito para pasar el poder de una Llave espada. En realidad hacía tiempo que Jaleel no descansaba de aquella manera, sin temor a que nada pasara, ni siquiera aquellas noches que pasaba en las almenaras del Castillo de Eclissis eran libres de estrés.
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Jaleel y Mavras estaban descansando en uno de los bonitos balcones del castillo de Vergel Radiante mientras Ansem buscaba el susodicho informe donde tenía por escrito el funcionamiento del rito para pasar el poder de una Llave espada. En realidad hacía tiempo que Jaleel no descansaba de aquella manera, sin temor a que nada pasara, ni siquiera aquellas noches que pasaba en las almenaras del Castillo de Eclissis eran libres de estrés.
-Ahora que estamos a
solas podrías contarme qué has hecho todos estos años.
-Mmm… no sabría cómo
empezar. Aunque ahora que miro atrás… me doy cuenta de lo rápido que he crecido
en los últimos años, ni siquiera había caído en ello.
-Ahora que lo dices
yo tampoco. Supongo que en un año o dos te alcanzaré en altura, je, je.
-Con un poco de
suerte me habrás superado. Y no solo en altura, ya oíste a Ansem, tú eres más
refinado que yo, una versión mejorada de mí.
-Pero tú has estado
entrenando todo este tiempo y yo no.
-Pues con nada que
entrenes seguro que me alcanzas en seguida.
-¿Sabes…? Nunca me
habría imaginado esto. Aquí los dos sentados, hablando de lo que nos hemos
perdido juntos.
-Sí… La vida puede
darte muchas sorpresas. ¿Mmm? ¿Qué es eso?
-¿El qué?
A lo lejos Jaleel
pudo observar la silueta de un objeto volador que se acercaba a toda velocidad.
-Quizás es un aparato
del maestro.
-¿Tú crees? Porque
viene directo hacia aquí.
No tardó unos
segundos más en llegar mientras los dos jóvenes observaban como lo hacía. Era
una máquina bastante extraña y anticuada, y en cuanto llegó se abrió poniendo a
los dos hermanos en tensión, aunque rápidamente se tranquilizaron cuando
extrañamente empezó a hablar. Y la voz le era muy familiar a Jaleel.
-Jaleel, te envío
este mensaje de parte de la reina Eleone. Quiere que te reúnas con ella cuánto
antes aquí en Pandemónium.
-Garland…
A penas le dio tiempo
a Jaleel a reaccionar cuando la máquina se volvió a cerrar y se alejó a gran
velocidad.
-¿Qué era eso?
-Uno de los aparatos
de Garland. ¿La reina está con él?
-¿Garland no es el Maestro
de mi maestro?
-Sí. Qué extraño.
¿Por qué querría la reina que me reuniese allí con ella?
-¿Ocurre algo Jaleel?
-No sé. De Garland me podría esperar una trampa pero no de esta manera. Sabe que no soy lo suficiente tonto como para caer en algo tan estúpido.
-No sé. De Garland me podría esperar una trampa pero no de esta manera. Sabe que no soy lo suficiente tonto como para caer en algo tan estúpido.
-¿Entonces?
-Significa que es
verdad. La reina hubiera sido más específica en su mensaje pero he de suponer
que le dejó el trabajo de mandarme el mensaje a Garland. ¿Cómo habrá llegado la
reina a Pandemónium?
-¿Tienes que irte,
Jaleel?
-Sí. Pero esperaré un
poco más a que Ansem encuentre ese documento. No voy a irme sin ti, te hice una
promesa.
Mavras no respondió,
tan solo sonrió alegre de aquellas palabras.
-¿Crees que estoy
preparado para ser un Elegido?
-Mucho más de lo que
yo estaba. Eso seguro. Pero aún no sabemos si se te va a entregar una Llave
espada después de que haga el rito. Quizás tarde un tiempo.
-¿Entonces cómo nos
iremos?
-Ahora que lo dices…
Aunque se te diese la Llave espada no puedo enseñarte a usarla tan rápidamente,
pero…
-¿Pero qué?
-Puede que aunque no
se te entregue la Llave, la armadura te proteja si te pones en peligro.
-¿En peligro?
-Nada más salir del Mundo es probable que te proteja… Si no volveré rápidamente para que no te pase nada. Tu Corazón es fuerte.
-Nada más salir del Mundo es probable que te proteja… Si no volveré rápidamente para que no te pase nada. Tu Corazón es fuerte.
-Esperemos que sea
como dices.
No tardaron en volver
al interior del castillo donde Ansem había encontrado el informe y se lo dio a
Jaleel para que lo leyera. Luego Jaleel se acercó a Mavras e invocó su Llave
espada, ambos estaban preparados.
-Tiende la mano,
blande esta Llave. Siempre que poseas los arrestos, con este humilde acto de
consentimiento su portador un día acabarás siendo. Y a mi lado llegarás, amigo
mío. No habrás océano que sea un desafío. No más fronteras ni aquí ni allá habrá.
Ninguna mientrás a quien ames sepas amparar.
Jaleel cogió entonces
la Llave espada del filo enseñándole la empuñadura a su hermano y haciéndole un
ademán con la cabeza para que la cogiera. Mavras titubeó unos instantes pero
luego tomó valor para lo que aquello significaba en su vida y cogió la Llave
espada de su hermano. La cogió con firmeza y un brillo se asomó en su Corazón,
luego, a sorpresa de todos, la Llave espada apareció en las manos de Jaleel
pero la que Mavras sostenía seguía en sus manos.
-¿Cómo es posible? Es…
-Es la misma… Se ha
duplicado…
-¿Esto es normal,
Ansem?
-No lo sé. No
entiendo mucho de Llaves espada. Quizás se lo deberías preguntar a Garland si
vuelves a verle.
-Ahora mismo vamos a
verle. No esperaba que tuvieras la Llave espada tan pronto.
-¿De verdad es… es mía?
-Eso parece. Yo sigo
teniendo la mía. Es como si pudiéramos blandirla los dos. Ansem, ¿seguro que no
tienes nada que ver? ¿No nos diste también la habilidad de portar una Llave
espada?
-Quizás… Quizás…
-¿Quizás qué?
-Quizás al poner un
trozo de armadura dentro de vosotros… Después de todo la armadura viene de la
Llave espada.
-¿Quieres decir que
en realidad estamos portando la Llave espada de Garland porque rodea nuestros
Corazones?
-Es sólo una teoría…
-Pero la Llave espada
de Garland era distinta…
-En realidad la Llave
espada no tiene forma, es sólo el artilugio. La forma y su poder provienen de
los recuerdos y el Corazón del portador. Quizás Mavras aún no tiene el
suficiente poder para darle forma a su Llave espada. Aún así sólo alguien capaz
puede llevar una Llave espada. Da igual que pusiera esa armadura en vuestros
Corazones, estabáis destinados a hacer grandes cosas.
-No tenemos más
tiempo. Mavras, ¿no quieres despedirte?
-No… No es como si me
fuera a ir para siempre. Yo… volveré, maestro.
-Lo sé, Mavras. Ve
con cuidado.
-No tengo tiempo para
enseñarte a invocar la Llave deslizador, hermano, y menos siendo un recién
Elegido.
Jaleel invocó su
Llave deslizador y agarró a Mavras poco antes de que les envolviera sus
armaduras a modo de mimesis, lo que hacía uno lo hacía el otro, algo
misterioso. No tardaron en decirle adiós a Ansem sin hacer más preguntas sobre
aquel misterio y salieron volando directos a Pandemónium.
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Finalmente Keiro y Vali llegaron a lo alto de la barrera y se abrió para ellos,
siendo una orden directa desde el castillo, no tardaron en entrar a toda
velocidad pero la barrera no se cerró lo suficiente rápido. Cuando estaban a
medio camino del suelo algo entró detrás de ellos en picado. Keiro se giró.
-¡Mierda! ¡Ha
entrado!
-¡No podemos permitírselo!
Casi al unísono y
totalmente sincronizados, Keiro y Vali dieron la vuelta y embistieron a Caos
cada uno de un brazo con la intención de volver a sacarle de allí. Estaban a
punto de llegar al agujero central de la barrera cuando Caos consiguió
recuperar la estabilidad y cogió a los dos Elegidos de la cabeza y empezó a
girar a gran velocidad soltándolos y mandándolos a metros de distancia. Keiro
consiguió invocar a Odín a tiempo que le cogió en brazos, aunque esta vez el
caballero justiciero venía montado en un caballo de seis patas que parecía
tratar el aire como si fuera suelo.
-Odín… ¿qué… qué es…?
-Es mi caballo,
Sleipnir, el caminante del vacío. Sube, Keiro.
Y ayudándole con un
brazo, Keiro se subió a lomos del caballo detrás de Odín y empezaron a trotar
dirección a Caos que volvía a caer en picado. En la otra punta, Vali invocaba a
Shiva que le atrapó en el aire, aunque la fuerza de la dama de hielo no era la
misma que la de Odín y derraparon por el aire hasta que Shiva detuvo todo el
poder del lanzamiento.
-¡Shiva! ¡Tenemos que
ir tras él! ¡El tobogán!
La mujer helada lo
entendió al instante y creando un empinadísimo y enorme tobogán de hielo al
instante, Vali se dejó caer por él manteniendo el equilibrio como un esquiador
profesional. Shiva le seguía levitando. No tardó Caos en darse cuenta de que
aquellos Elegidos no se habían dado por vencidos y cuando tocó tierra se encaró
a ellos.
-Jóvenes ilusos, no
tenéis nada que hacer contra mí. ¡Kraken! ¡Lich!
Un enorme pulpo
antropomórfico de color azul oscuro con los ojos rojos como la sangre cayó de
la nada encima del tobogán partiéndolo y haciendo caer al vacío a Vali. Por el
otro lado apareció un esqueleto vestido con una túnica morada que levitaba en
el aire y quedó en frente del camino del caballo.
-¡Haceros cargo de
ellos! Yo tengo una reina que atrapar, una vez más…
Shiva consiguió
detener a tiempo la caída de Vali cogiéndole de ambos brazos y siguió bajándole,
esta vez con sus propias fuerzas.
-¡Shiva, cuando
bajemos ocúpate de ese pulpo obeso, yo tengo que detener a Caos!
-¡Hecho!
En el otro lado del
aire, Keiro bajaba a toda velocidad montado en Sleipnir junto a Odín.
-¡Odín, hazte cargo
de ese esqueleto, yo me voy a por Caos!
-¡Déjamelo a mí!
El impacto fue
tremendo, la espada de Odín cortó el aire hasta que chocó contra las enormes
garras del esqueleto, momento que Keiro aprovechó para saltar por encima del
caballo y utilizando los huesos del esqueleto como apoyo, bajó al suelo columpiándose.
Shiva por su parte soltó a Vali justo antes de llegar al suelo que se las apañó
para caer de pie y siguió corriendo mientras Shiva le daba una patada con toda
la fuerza de la caída que distrjo lo suficiente al pulpo para que Vali siguiera
su camino. No tardaron los dos Elegidos en reencontrarse y corrieron
detrás de Caos que volvió a sentirles.
-¿Es que no se dan
por vencidos? ¡Marilith! ¡Tiamat!
Esta vez del suelo
salió una mujer con la parte inferior del cuerpo de una serpiente con seis
brazos y se llevó a Vali por delante, a Keiro no le dio tiempo a reaccionar
pues volando en picado apareció un dragón de cinco cabezas que le golpeó y
le hizo chocar contra el suelo haciendo un surco en él.
-¡Y que nadie más me
moleste!
Caos prosiguió su
andanza hacia el castillo mientras ahora los dos héroes y sus invocaciones se
enfrentaban a aquellas cuatro bestias que parecía haber invocado el Señor de la
Oscuridad sin dificultad alguna.
Mientras tanto, en el
Castillo, Alexander que había visto todo aquello empezó a mover a todos los
soldados.
-¡Biggs y Wedge que
vayan con su batallón a apoyar al Capitán Vali y a Keiro, no quiero nada de
reencuentros fantásticos hasta que acabéis con esas bestias!
-¡Sí, señor!
-¡Los tres primeros
batallones que preparen una defensa férrea para proteger el Castillo, que nadie
entre¡ ¡No podemos permitir que destruyan el núcleo de la barrera!
-¡Sí, señor!
-¡El resto de
batallones que se preparen contra posibles enfrentamientos contra los Sincorazón,
aunque la barrera esté cerrada, ahora que el enemigo ha entrado no podemos
esperar menos!
-¡Señor, vienen más
Llaves deslizador por el cielo, ¿les dejamos entrar?!
-¿Cuántas son?
-¡Dos, señor!
-¿Dos? ¿Eryn y Kuroi
vuelven sin la reina? ¿O serán otros dos? Mmm… Dejadles pasar.
-¡Pero señor, podrían
aprovechar para entrar más!
-¡Nos arriesgaremos,
necesitamos más Elegidos en la batalla, procurad que la barrera se cierre nada
más entren!
-¡Sí, señor!
-¡¿Y qué hacemos con el
Señor de la Oscuridad, señor?!
-De él me encargo yo.
¡Que la batalla empiece!
Los guerreros y
hechiceros empezaron a moverse según las órdenes de Alexander, el batallón de
Biggs y Wedge no tardaron en salir del Castillo en busca de su líder para
ayudarle. Por su parte Alexander hizo lo mismo, aunque se dirigió por la calle
principal, ruta por la que Caos había decidido ir sembrando el terror. No tardó
el joven general en encontrarse con el Señor de la Oscuridad invocando su lanza
en el acto.
-Mmm… No eres un
Elegido…
-¿Y qué?
-¿Planeas derrotarme
sin una Llave espada?
-La Llave espada solo
es un arma. Lo que importa es lo que hay aquí dentro, y si no me equivoco tú no
tienes.
-Joven iluso…
Caos no dejó más
tiempo a Alexander para prepararse, le asaltó desde el aire con un poderoso
golpe con su enorme espada pero el golpe fue detenido en seco por la lanza del
general, cosa que sorprendió bastante al Señor oscuro.
-Ahora sabrás porque
soy el General de Ciudad Eclissis.
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Al mismo tiempo que Eryn y Kuroi eran permitidos entrar en Eclissis y alertados
de lo que iban a encontrarse al llegar, Blanck aterrizaba en Pandemónium y era
dejado entrar sin problemas. Cuando entró al hall y vio a Eleone se sorprendió,
pero cuando vio a Danna junto a ésta...
-Da… ¡Danna!
-¡Blanck!
Los dos corrieron a
la vez y Danna saltó sobre Blanck que la cogió al aire dándole una vuelta y
abrazándola cuando deshizo la inercia. El abrazo sorprendió bastante a la reina
Eleone que no había podido imaginarse a Blanck de esa manera, aunque rápidamente
entendió que la muerte de Danna era muy posiblemente la culpable de la situación
sentimental anterior del Elegido. Eleone sonrió después de ver
semejante panorama.
-¿No te sientes
orgulloso de haberles reunido?
-Este tipo de
reuniones ya no son de mi agrado.
-Garland, ¿crees que…
podrías traer a mi madre de vuelta?
Incluso a pesar de
llevar aquel casco tan lúgubre, Eleone sintió como el semblante de Garland se
apesadumbraba ante aquellas palabras. ¿De verdad la reina le estaba preguntando
a aquel dolido padre si lo podía hacer?
-¿Crees que no lo he
intentado ya?
-¿Lo intentaste?
-Múltiples veces.
Incluso con tus poderes antes de resucitar a Danna. Pero...
-¿Y no lo
conseguiste?
-¿Ves a tu madre por
alguna parte?
-No… ¿Qué ocurrió?
¿Por qué no pudiste?
-Porque ella no
quiere regresar.
-¿No… quiere…?
¿Hablaste con ella?
-Por última vez…
Con cada gesto, con
cada palabra, el casco de Garland se iba volviendo más invisible para Eleone
que empezaba a entender a su abuelo materno cada vez más. Su sufrimiento, su
frialdad, sus métodos… Eleone no quería sentir todo aquel dolor y volvió a
observar a Blanck y Danna para cambiar aquel sentimiento.
-¡Danna, estás viva
de verdad!
-¡Sí, Blanck!
-¡Jodido viejo, te
debo mi vida!
-Pero Blanck… No…
-¿Qué pasa?
Las palabras que
siguieron a continuación desanimaron a todos los que había en esa sala: Garland
se sintió un fracasado, Eleone perdió toda esperanza y Blanck… Blanck…
-No voy a estar viva
mucho tiempo, Blanck. Esto es solo temporal. El Reino de los Corazones volverá
a demandar mi Corazón. Ése es ahora mi lugar. Pero al menos ahora podremos
despedirnos.
A cada palabra que salía de la boca de Danna una lágrima salía de los ojos de Blanck hasta que no pudo evitar ponerse a
llorar pese a la emoción que desprendía Danna de felicidad.
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