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Garland, Jaleel y Mavras llegaron al castillo siguiendo el rastro de soldados heridos, muertos o escondidos, aquello daba mala espina y Mavras era el que parecía más afectado de los tres.
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Garland, Jaleel y Mavras llegaron al castillo siguiendo el rastro de soldados heridos, muertos o escondidos, aquello daba mala espina y Mavras era el que parecía más afectado de los tres.
-Tienes que
concentrarte, hermano. Viniste aquí sabiendo lo que encontrarías.
-En realidad no me
imaginaba nada de esto. Pero… Sigamos.
-Nada de detenerse,
Caos nos lleva ventaja. Ya habrá llegado al sello.
-¿Al sello?
-Suerte que ella se
fue.
-¿Ella? Deja de
hablar en código si no vas a decirnos nada aún.
-Lo siento, hablaba
conmigo mismo. Sigamos.
Los tres se
adentraron en el castillo y a Garland le entró un extraño sentimiento de
nostalgia, en realidad había estado dos veces contadas en aquel sitio y de
ninguna se trajo buenos recuerdos. No tardó en guiarles por las escaleras hacia
el sótano.
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-¿La… la Llave?
-¿La… la Llave?
Zero se miró de reojo
incrédulo y entonces luego miró a Claudia comprendiéndolo mejor.
-¿Ella era la Llave?
-Sí… Eso parece… La
he invocado y ha acudido a mi llamada.
-¿Cómo…?
-Ánima lleva diez
años aquí encerrado, ha tenido mucho tiempo para crear un fuerte vínculo de
odio hacia la Llave. Tan fuerte que les une…
-¡Eso es una
ridiculez! ¡Ningún monstruo puede estar unido a la princesa!
-Zero…
-Tranquila, princesa,
no dejaré que os toque.
-¿Cómo lo intentó ese
otro soldado antes que tú?
-¿Qué otro soldado?
-¿Qué más da su
nombre? Fue muy débil…
-Zero, ¿no estará
hablando de…?
-¡No! Alexander no se
dejaría vencer por este… ¡Ag!
-No tengo tiempo qué
perder.
Caos volvió a
realizar el mismo ataque sobre Zero desapareciendo y atravesándole con miles de
espadas, pero una extraña barrera azul le protegió de los ataques dejando a
ambos confusos.
-¿Qué…?
-Ya veo. La Llave aquí
es donde más poder tiene…
-¡Zero, huye!
-¡No voy a dejarte
aquí sola ni de coña, princesa!
-¡Te matará, no podré
protegerte eternamente!
-Princesa, no…
-¡Vete!
De nueva una luz azul
brillante rodeó a Zero y cuando la luz se deshizo Zero ya no estaba.
-Jum… Bueno, da
igual, ya le atraparé cuando tenga a Ánima de mi lado.
Caos se acercó a
Claudia amenazante hasta que llegó a su lado, momento que la barrera azul ahora
la protegió a ella.
-¿Crees que eso podrá
protegerte eternamente?
Caos alzó su mano y
le rodearon dicha parte del cuerpo sus cuatro espadas que acercándose a la
princesa empezaron a taladrar la barrera de forma irremediable.
-No… ¿Por qué…?
¡Para!
La barrera pareció
intensificarse con el miedo de Claudia, pero sólo retrasaría lo inevitable.
Caos terminó por taladrar la barrera y cuando su mano tocó a la Elegida ésta se
desmayó.
-Ja, ja, ja… mucho
mejor, así no tendré que absorber tu poder y perder el tiempo. Te usaré
directamente sobre el sello.
Y así tal cual lo
dijo, Caos posó el cuerpo inerte de Claudia sobre el sello y cortándole
suavemente una de sus manos, su sangre empezó a rellenar las líneas del sello.
-¡Ven, Ánima!
Justo en ese momento,
Garland, Jaleel y Mavras llegaron al lugar, pese al casco que portaba el
primero se pudo ver claramente el odio que despertó en su ser volver a ver a
Caos.
-¡Caaaaaaooooos!
Caos se giró alarmado y cuando vio a Garland se sorprendió un poco pero rápidamente recuperó su semblante oscuro y sonriente, ya estaba rompiendo el sello.
-Llegas tarde,
abuelito. Deberías haber actuado antes en vez de quedarte aislado en tu
castillo.
-¡Nunca es tarde!
Garland salió auto
propulsado a gran velocidad contra Caos y le golpeó con su Llave espada mandándole
varios metros volando lejos del sello donde Garland se agachó para coger a
Claudia. Caos se levantó apurado pero parecía totalmente tranquilo, Garland
extrañamente también lo parecía.
-Oh, míralo. El buen
abuelo vuelve para salvar a su nieta.
-¡Cállate! Hoy pagarás
por lo que le hiciste a esta familia.
-¡¿Pagaré?! ¡Ja, ja,
ja, ja! ¿Es que acaso no ves que he ganado? ¡Ánima está a punto de ser libre!
-No va a liberarse sólo
porque le des un poco de la sangre de una muchacha.
-¡¿Cómo?! No intentes
confundirme, viejo loco. Ella es la Llave.
-Sí. UNA de las dos
Llaves.
-¡¿Cómo?! La hermana…
Son dos. Astuta Arturia…
-¿Quién dijo que su
hermana era la otra Llave?
-¡¿Cómo?! ¡No creas
que haciendo esto conseguirás confundirme!
-¿Quieres que te lo
demuestre? Eleone está viniendo de camino aquí, si quieres le pido que te deje
un poco de su sangre.
La cara de Caos no
podía estar más desencajada.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHH!
Se abalanzó sobre
Garland a gran velocidad golpeándole con las cuatro espadas a la vez pero el
anciano las detuvo con facilidad con su Llave espada. Los golpes iban y venían
en torno al Maestro, pero su Llave espada se movía con fluidez por el aire
deteniendo los ataques. No tardaron mucho en unirse Jaleel y Mavras a la
contienda, haciendo retroceder a Caos.
-¡¿Quién es la otra
Llave, viejo?!
-Si te lo dijera… No
me creerías…
-¡¿QUIÉN EEEEES?!
El rugido fue tan
poderoso que incluso una onda sónica lo acompañó levantando la capa de Garland
y los ropajes de Claudia, Jaleel y Mavras, que se asustó un poquito, aunque rápidamente
su hermano le dio fuerzas.
-Jaleel, coge a
Claudia.
Garland le entregó en
brazos a la princesa y agitándose la capa dio unos cuantos pasos adelante retando
a Caos.
-Hoy pienso vengarme,
Caos. Voy a destruirte, volveré a sellar este lugar y nunca nadie más volverá a saber de Ánima.
-¡No me retes,
anciano!
Un aura de Oscuridad
rodeó a Caos y una gran batalla entre titanes explotó entre ambos. Escasos
segundos después de que los golpes de sus espadas y Llave espada creasen ondas
expansivas, llegó Eleone al lugar sorprendiéndose de ver a Claudia y de ver la
pelea de Garland y Caos.
-¡Claudia!
-¡Majestad!
-¿Está bien?
-Sí. Sólo
inconsciente.
-¿Y Garland?
-Está luchando a la
par que ese monstruo. No entiendo cómo puede seguirle los pasos.
-Es un Maestro de la
Llave espada. El Maestro de mi madre.
-¿…?
Jaleel miró a la
reina de reojo cuando dijo aquellas palabras y vio en Eleone una fuerte mirada
de respeto y orgullo ante aquel hombre. Luego volvió a posar los ojos en la
batalla, en la que claramente se veía como Garland iba victorioso. A ese paso
Caos iba a ser aniquilado.
-¡Dame la Llave!
-Tu desesperación
dice mucho de ti.
-¡No hablarías así,
viejo, si Ánima estuviera despierto!
-¿De verdad pensabas
que Arturia te lo pondría fácil? ¿Crees que su muerte fue en vano?
-Grrrr… ¡Me da igual
su muerte!
-Por mala suerte para
ti, a mí no.
Garland propinó un
golpe a Caos que le hizo salir disparado de esquina a esquina de la sala
atravesando pared y escombros, parecía que aquella batalla no sería la suya y
sacando unas alas de la espalda salió volando fuera de aquel lugar.
-¡No escaparás!
Garland invocó su
Llave deslizador y se fue detrás de él.
-¡Majestad!
-Él sólo se basta.
Lleva a Claudia a un lugar seguro. Voy a ver como está la ciudad.
Jaleel y Mavras
volvieron al castillo con la intención de llevar a Claudia a sus aposentos, por
su parte Eleone, se acercó al sello mágico de Ánima y limpió aquella sangre con
un hechizo esperando que eso cerrara la mitad del sello que había sido abierta.
-¿Por qué no se ha
abierto?
Fue decir aquello y
Eleone volvió a tener una visión, esta vez despierta. Pero esta vez no era una
visión del futuro, era del pasado, en ella pudo ver a su madre sujetando a un
bebé delante del sello con su brazo derecho y a Claudia muy pequeña agarrándola
con su mano izquierda. Durante la escena, la manta que protegía al niño se movía
un poco y Eleone pudo ver el tatuaje que Jaleel llevaba en el pecho.
-¡Jaleel!
Tan pronto como
Eleone dijo aquello de entre las sombras de la estancia se desveló una silueta
que salió de su escóndite, era aquel hombre del pelo largo al que Keiro se
enfrentó una vez.
-Tú… ¡eres uno de
ellos!
-…
-Espera… ¿llevas ahí
todo este tiempo? Si hubieras ayudado a Caos…
-Si hubiera ayudado a
Caos nunca sabríamos quien es la otra Llave… Caos hizo bien en juntarse con
gente más inteligente que él. El pobre solo lleva la fuerza en la sangre.
-No…
Eleone se tapó la
boca en seguida, había dicho el nombre de la otra Llave.
-No…
-Sí, majestad. Así
que ese joven es la otra Llave. Tu madre jugaba con muchas bazas. Fue una gran
mujer.
-¡No te dejaré salir
de aquí!
Eleone invocó su Llave espada y se lanzó a por su enemigo, aunque la esquivó fácilmente y salió corriendo hacia la salida.
Eleone invocó su Llave espada y se lanzó a por su enemigo, aunque la esquivó fácilmente y salió corriendo hacia la salida.
-¡No huyas!
Mientras, Jaleel y
Mavras llegaban al dormitorio de Claudia y dejaban a la princesa en su cama.
-Es muy guapa.
-Mavras…
-Lo siento… Me dejé
llevar… ¿Y ahora qué hacemos, Jal?
-No lo sé. Quizás
quedarnos, no sabemos si Caos puede volver. Y ahora que sabemos que Claudia es
tan importante… Aunque no me he enterado muy bien de nada.
-Por lo que se ve, la
princesa es la Llave para abrir un sello que tiene encarcelado algo que ese tal
Caos quiere, pero no ha funcionado porque hay otra Llave.
-¿Y eso?
-Bueno… Ansem me hacía
leer muchas cosas y tenía que conservar lo importante. Soy un buen analista.
-Ya… Otra Llave…
-¿Pasa algo, Jal?
-Es sobre lo que dijo
Garland de Arturia. El porqué me adoptó.
-No lo sabes, ¿no?
-No, pero… ¿Crees que…?
-…que…
-Nah, es una
tontería. No puede ser. No podía ser tan importante para la reina.
-¿Por qué no? Se tomó
muchas molestias en buscarte. Debías ser muy importante.
-¿Tan importante como
para querer usarme para ser la otra Llave?
-¡¿Crees que eres la
otra Llave?!
-Las Llaves tenían
que ser dos personas importantes para la Reina Arturia. Y no creo que Garland
se mofase de Caos diciendo que no era Eleone. Y justo me adoptó hace diez años,
antes de morir…
-Y así es…
-¿Quién…?
Ambos se giraron hacia la puerta y vieron a un hombre con el pelo hasta los hombros y una enorme espada tan grande como él que le colgaba de la espalda. Jaleel no tardó en invocar su Llave espada haciendo que Mavras también lo hiciera, aún no se acostumbraba a aquello.
Ambos se giraron hacia la puerta y vieron a un hombre con el pelo hasta los hombros y una enorme espada tan grande como él que le colgaba de la espalda. Jaleel no tardó en invocar su Llave espada haciendo que Mavras también lo hiciera, aún no se acostumbraba a aquello.
-¡Otro! ¿Cómo has
llegado aquí?
-No hay ni un solo
guardia consciente en kilómetros a la redonda, era fácil meterse en el
castillo.
-Pero, ¿y la barrera?
-Entramos detrás de
vosotros. Llámanos refuerzos. No sólo los “buenos” tienen refuerzos.
-…
Jaleel se puso en su
estancia defensiva y el Señor de la Oscuridad sacó su enorme espada de su
funda.
-Bueno, ¿por las
buenas o por las malas? Dame tu sangre y la de la chica y no os mataré.
-Debes creerte muy
poderoso para creer que puedes contra dos Elegidos tú solo.
Mavras tragó saliva
al escuchar eso, no sabía si contarle como un Elegido en esos momentos era
razonable, pero no defraudaría a su hermano.
-¿Por qué no lo
comprobamos?
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