martes, 13 de noviembre de 2012

Capítulo 19: Ha vuelto


Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

http://www.youtube.com/watch?v=njigWDxaZgU

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-¿Qué se siente al ser acorralada dos veces por la misma persona?
-¡Tú ya no eres una persona!
-Oh, majestad, que cosas más feas me decís.
-¡¿Qué has hecho con los demás?!
-¿Los demás? ¿Qué demás? Majestad, sois la única que quedáis.
-¿C-Cómo? Ele... one...
-Fuera de mi camino.
-¿Zero?
-En algún lado estará su cuerpo.
-¡¿Alexander?!
-Bye, bye.
-No... No puede ser...
-¡Claudia, aguanta!
-¿Quién...?
-¿...?
-Te está engañando, tú eres la única que puede con él pero quiere que no luches.
-¿Madre?
-¿Tu madre? ¿Dónde? Oh, pobrecita, está teniendo tal ataque de estrés que oye voces.
-¡No son voces!

Claudia saltó desde su posición liberando su Aura y le dio una terrible patada en la cara a Caos que le hizo salir volando varios metros hasta chocarse contra una de las paredes que derribó.

-Ahh... Ah... Maldita... ¡No tienes nada que hacer contra mí!

Ahora fue Caos el que se impulsó volando contra Claudia, pero la joven reina se dejó caer de espaldas contra el suelo y cuando Caos pasó justo por encima de ella liberó un rayo de energía azul hacia el techo.

-¡Tormenta aural!

El rayo chocó violentamente contra el pecho de Caos que le elevó contra el techo aplastándolo entre el rayo y la piedra, la presión aumentó y una gran explosión hizo venirse abajo el techo aunque Claudia consiguió salir de ahí a tiempo. Caos cayó con los escombros ensangrentado.

-Aghhh... No... Ese poder...
-¿Te suena?
-La Llave... ¿Cuándo has aprendido a...?
-¿...usarla? Has tardado demasiado en volver a atacar... Y pronto mi hermana volverá para...
-¡Ja, ja, ja, ja!
-¡¿De qué te ríes?!
-Ja, ja... Puede que te mintiera con los jóvenes protectores, pero me temo que Eleone no va a volver.
-¡¿Cómo dices?!
-La desintegré.
-¿Qué...?
-Ya sabes, volatilizada, eliminada... ¡Plof!
-¡Mientes!
-No lo hago, intenta sentirla si vas a quedarte mejor.
-...

Claudia dudó si llevarse la mano al pecho, no quería descubrir que Caos estaba en lo cierto. Finalmente lo hizo y cayó al suelo de rodillas, momento que el Señor de la Oscuridad aprovechó para desaparecer y coger a Claudia del cuello.

-¡No! Ah... Su-suelta...
-Parece que hay algo que a tu hermana se le olvidó enseñarte de la guerra.
-Su... aghh... suelta...
-Nunca, jamás, bajes la guardia contra tu enemigo.
-Su... aghhh... su...
-¿No podéis respirar, majestad?
-Ahh...

Con un rápido movimiento, Caos pasó una de sus garras por el hombro de Claudia haciendo una pequeña herida pero lo suficientemente para que saliera sangre y su dedo quedase impregnado de ella.

-No... Ag...

Caos la soltó dejándola medio inconsciente por la pérdida de oxígeno.

-Tranquila, a ti te dejaré vivir. Tú serás la prueba de que yo gané. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡JA, JA, JA, JA!
-Eleone... lo... lo siento...

Claudia dejó caer unas últimas lágrimas antes de perder finalmente la consciencia.

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-¡Agggghhh!

Gilgamesh cayó de boca contra el suelo dejando su orondo culo a la vista de todos, desde luego que aquella postura en un momento menos serio hubiese hecho reír a cualquiera.

-¡Muy bien, Kuroi!
-Ah... Ah... Sí... Lo he conseguido... ¡¿Y tú por qué no me has ayudado?!

Kuroi pareció recuperar sus energías instantáneamente cuando le dijo aquello al enorme y rudo hombre encapuchado.

-¿No te basta con la ayuda de Cerbero?
-Sí... pero...
-¡Que os den!

Gilgamesh se levantó raudo y les enseñó a todos sus dedos corazón a modo de insulto mientras desaparecía en un Portal de Oscuridad.

-¡Se escapa!
-Déjale, ya no es ninguna molestia.
-...Kuroi, tenemos que seguir hacia...

Pero antes de que Eryn terminase de hablar, Kuroi dejó de ver a todo el mundo encontrándose en una sala totalmente blanca con la única compañía del hombre encapuchado.

-¿Qué... qué es esto?
-El tiempo cero.
-¿El tiempo cero?
-Un lugar más alla de la existencia de cualquier cosa, donde no hay tiempo ni espacio. El principio de todo.
-¿Pero cómo...?
-No hay tiempo para eso, Kuroi. He venido a entregarte una misión...
-¿Una misión? Pues mira, resulta que no puedo, ya tengo una...
-Esta es mucho más importante, Eryn tendrá que hacer eso sola.
-¡¿Sola?! Ni de coña, no voy a dejarla so...
-¡Kuroi! No es momento para hacérselas de caballero.
-¡¿Y cómo quieres que me fíe de ti?! Si ni siquiera sé quien eres...
-Eso tiene fácil solución.

El encapuchado se quitó la capucha y Kuroi se vio realmente afectado cuando vio la cara de... ¡él mismo! Las diferencias eran mínimas, unos años más y un poco más demacrado, pero...

-¡¿Qué coño?!

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-...el sur.
-No puedo, Eryn.
-¿Qué? ¡¿Cómo que no puedes?!
-No tengo tiempo para explicártelo. Tienes que confiar en mí.
-¿Confiar? ¿A qué viene esto ahora?
-Tengo algo más importante que hacer... Me necesitan...
-Pero tú dijiste...
-¡Sé lo que dije!
-...

Kuroi se acercó a Eryn y le acarició suavemente la cara.

-No me gustaría nada más que ir contigo y volver a vivir aventuras juntos, pero... pero soy un idiota.
-Kuroi...
-Tengo que darte algo antes de irme.
-¿El... el qué?

Kuroi cogió de la mano a Eryn y una nube negra se formó justo encima de ellos, la nube se condensó hasta formar una perfecta esfera de la cual empezaron a salir unos negros pies y finalmente un torso entero, alas y una cabeza demoníacos. La criatura daba incluso más miedo que Cerbero, extendió las alas e hizo una reverencia ante Eryn.

-¿Qué... es... eso?
-Diablo... tu invocación...
-¿Mi... invocación...? Pero... ¿cómo?
-Ahora es tuya, te protegerá... Invoca tu Llave deslizador y sal de aquí, Eryn. Las demás princesas te necesitan.
-Pero...
-No hay tiempo, Eryn.
-...

Eryn se alzó dándole un beso en los labios a Kuroi y tan rápido como hizo aquello hizo desaparecer a Diablo e invocando su Llave deslizador salió de allí a todo correr.

-Suerte, Eryn. Y deséame suerte a mí también.

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Caos bajó las escaleras y volvió a abrir la puerta en la que se encontraba el sello de Ánima, se posicionó frente a ella y con un chasquido de sus dedos, tres portales de Oscuridad se abrieron en los otros tres puntos cardinales, apareciendo de ellos Ragnarok, Xande y Gilgamesh.

Caos: ¿Todo hecho?
Gilgamesh: Yo me entretuve un poco...
Caos: ...
Ragnarok: Ya tengo el Corazón de Tristán...
Caos: Bien... ¿Xande?
Xande: Hice tiempo como me pediste, pero hagámoslo rápido. Por si acaso...
Caos: Claro...

Caos dejó caer unas cuantas gotas de la sangre de Claudia en el sello y luego Ragnarok hizo lo mismo con la sangre que aún cubría su espada, mágicamente preservada de la sangre de Jaleel. Al principio no ocurrió nada, pero poco a poco un temblor asoló todo el castillo de Eclissis hasta que se detuvo de repente tras alcanzar el cénit.

Gilgamesh: ¿Y... y ahora?

Tan pronto como Gilgamesh se calló, el círculo metálico que se suponía era el sello de Ánima, terminó de llenarse de la sangre de las dos Llaves y se abrió con un duro crujir dejando una apertura hacia la Oscuridad infinita.

Gilgamesh: ¿A... ahí está? *glup*

La traición que siguió a aquello a penas fue visualizada por los Señores de la Oscuridad, tres espadas salieron a gran velocidad del cuerpo de Caos tirando a Xande y a Gilgamesh al agujero, aunque Ragnarok fue lo suficientemente rápido como para interponer su espada ante el arma que le iba a atacar a él.

Xande: ¡Agggghhh!
Gilgamesh: ¡Nooooooo!
Ragnarok: ¡Caos, ¿qué es esto?!
Caos: Lo siento. Ánima lleva diez años sin comer.
Ragnarok: ¡¿Sólo nos querías para esto?!
Caos: No... habéis servido muy bien, éste sólo era vuestro último cometido.
Ragnarok: ¡Cabrón!

Ragnarok usó todas sus fuerzas para terminar de disperar la espada que le había mandado Caos y estuvo a punto de contra atacar justo cuando una cuarta espada salió de la nada y ensartó a Ragnarok que cayó al agujero anque consiguió aferrarse a un saliente.

Ragnarok: ¡No!
Caos: Muy mal, Ragnarok. Olvidaste que son cuatro, los espíritus que poseo.
Ragnarok: ¡No te saldrás con la tuya!
Caos: ¿Apostamos?

Caos pisó con fuerza la mano de Ragnarok que cayó finalmente al agujero sirviendo como el último alimento de Ánima.

Caos: ¡Siente mi dolor! ¡Ven, Ánima!

Un nuevo terremoto asoló ahora solamente aquella sala y un enorme brazo deforme salió del agujero apoyándose para salir, el suelo empezó a resquebrajarse y una enorme criatura de gran tamaño invisible por los escombros vio finalmente la libertad.

Caos: ¡Venguémonos!

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-¡Ya estamos en el castillo!
-Ese terremoto de hace un momento...
-¡Recemos porque la reina Claudia esté a salvo!
-Hemos sido muy lentos...
-Ahora no te culpes, Zero. Aún no es el final.

Ambos hermanos se lanzaron desde Bahamut en pleno vuelo haciéndole desaparecer y cayeron en lo alto de la muralla, luego corrieron hacia el interior del castillo llegando a la sala del trono, la cual vieron algo derruída y a Claudia en el suelo inmóvil.

-¡Claudia, no!

Zero fue el primero que se lanzó a por ella y sujetándola empezó a agitarla para que despertara, y así lo hizo como alivio para ambos.

-Claudia...
-Abra... Oh, lo siento... no te gusta que te llamen así...
-Ahora no importa... ¿Estás bien?
-Sí... pero Caos...

Una lágrima cayó por la mejilla de Claudia que aunque no parecía muy herida su cuerpo estaba debilitado por su propia angustia.
 
-No importa, estás bien.
-¿Es verdad que Eleone...?
-¡Aún está viva, lo sé!
-Alexander...
-La encontraremos, majestad. Pero ahora...

Un poderoso terremoto sacudió la enorme fortaleza de Eclissis amenazando con tirar a los gemelos al suelo y entonces dos enormes brazos salieron desde el suelo.

-Ya está aquí...

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