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Al día siguiente
todos volvieron a reunirse en la sala del trono donde después de todo ese
tiempo, Eleone volvió a tomar asiento donde le correspondía estar, junto a su
hermana. Tania había decidido quedarse más tiempo e incluso ayudarles si se
torcía la cosa en su lucha contra Ánima y Caos, después de todo ella era la que
más sabía lo que había pasado en el exterior desde que el resto habían decidido
simplemente entrenarse.
-Eleone, ayer dijiste
que podías encontrar a cualquiera dentro del Reino de la Luz. ¿Así es como vas
a buscar a Blanck?
-Sí. Es un poder que
madre me enseñó a usar, con el resto de poderes de Avatar. Aunque éste, fuera
de la batalla, sin duda es el más útil. Ya he creado un vínculo con todos
vosotros para buscaros cuando haga falta.
-¿Y cuándo has hecho
eso?
-Yo no he sentido nada.
-Yo no he sentido nada.
-Bueno, no es algo
que se pueda sentir y a la vez lo sientes en todo momento. Es un vínculo después
de todo. Lo he creado a través de los sentimientos que compartimos.
-Vaya... ser Avatar
es más útil de lo que creíamos.
-Lo es. Sin duda.
-¿Y puedes buscar
entonces a Blanck, majestad?
-Claro. Dadme un
momento, sólo necesito concentrarme y sentirle.
Todo el Mundo quedó
en silencio dejando que Eleone cerrara los ojos y se concentrara en Blanck,
aunque no tardó en volver a abrirlos sorprendida por lo que había visto.
-¿Qué pasa, Eleone?
Eleone sonrió y
entonces gritó a pleno pulmón.
-¡Eres libre de
entrar, Blanck!
Todos se quedaron
estupefactos al escuchar esas palabras y la puerta de la sala del trono se abrió
para sorpresa de todos, por la que entró un joven con perilla y el pelo largo,
tenía los ojos amarillentos y debía medir fácilmente los dos metros de altura,
tenía un cuerpo increíblemente musculoso, iba sin camisa con una única capa
como protección y unos pantalones con sandalias, tenía una sonrisa de oreja a
oreja, pero, ¿quién era?
-Tanto tiempo sin
veros. Me alegra ver que estás completa, Eleone.
-¿Quién...?
-¿... es ése?
-Blanck...
-Ya te olí llegar
anoche, Eleone, pero no quería aparecerme en medio de vuestro sueño.
-¡¿Ése es Blanck?!
-¿En serio?
-¿Qué pasa, sois tan
superficiales que no podéis reconocerme?
-Blanck, ¿de verdad
eres tú?
-El mismo.
-¿Qué te ha pasado?
-¿Dónde has estado
todo este tiempo, Blanck?
-En la última
batalla, todos podrán corroborarte que perdí el control y terminé por
transformarme en licántropo.
-...
-...
-Nanaki entonces
consiguió contactar conmigo y me llevó a un templo que tienen las bestias de
Eclissis en los bosques del este. Allí llevé a cabo una gran prueba para
conseguir un total control de mi lobo interior, pero a costa de una pequeña
metamorfosis.
-¿Una pequeña
metamorfosis? Si no fuera por tu cara, estás irreconocible...
-No os confundáis,
aunque este cuerpo pueda parecer pesado no he perdido nada de agilidad. Me
pareció oír que tenéis ganas de destruír a cierto Dios Oscuro. ¿Os importa si
me apunto?
-Bienvenido de nuevo
a bordo, Blanck.
Blanck le sonrió a la reina Eleone y se acercó hasta el grupo donde todos le dieron la bienvenida, aunque con él no hubo abrazos ni nada de eso, aunque ahora fuera más simpático el contacto físico nunca había sido cómodo para el joven licántropo.
-Bueno, ya me habéis
encontrado, ¿quién es el siguiente en la lista? Aquí en Eclissis no hay nadie más.
-¿Cómo sabes que no
hay nadie más?
-¿Qué crees que he
estado haciendo estos tres años, Alexander, olerme el culo? He mejorado mi
olfato y mi oído, y no huelo a nadie más conocido en toda Eclissis.
-Oh, esperad. Hay
alguien a quien me gustaría haber visto.
Eleone se levantó del
trono y se fue corriendo hacia el jardín seguida por todos, una vez allí se
detuvo en medio de todos y se tocó el Corazón.
-¿...?
Ni siquiera fue
necesario que Eleone dijese su nombre, el enorme león blanco con alas apareció
delante de todos. La reina a penas dejó que la Diosa reaccionara, saltó a sus
brazos donde fue sujeta con fuerza.
-¡Madine!
-Eleone... Sabía que
estabas viva. El vínculo nunca se rompió.
Las reuniones iban y venían pero aquello no terminó ahí, una poderosa luz rebotante chocó varias veces contra las paredes del castillo hasta que tocó el suelo y sorprendió a todos ver a Mickey, que ahora portaba una Llave espada en su mano.
-¡Majestad!
-Hola, Kuroi. Cuánto
tiempo.
-¡Príncipe Mickey!
Espera... ¿y eso?
-Oh, ¿esto? Je, je.
Yensid decididó terminar de retirarse como Elegido y me dio su Llave espada. Ahora
soy yo el Elegido. Y déjame rectificarte, reina Eleone. Ahora es rey Mickey.
-¿Yensid hizo qué?
-Pensó que la Llave
espada sólo le había traído problemas y creyó que quizás yo sabría utilizarla más
sabiamente que él. Por cierto, me alegro por ver que estás bien, reina Eleone.
-Gracias...
-¿Qué haces aquí, rey
Mickey?
-Yensid me mandó,
pudo ver que la reina Eleone había vuelto y cree que es hora de contaros su
plan.
-¿Su plan, rey Mickey?
-Yo no lo conozco, sólo
me mandó a avisaros de que está preparado para el contra ataque. Eryn ya está
esperando allí.
-...
-Bien. ¿A qué
esperamos?
-Pero Ele...
-¿Qué? Eclissis está
protegida por la barrera, ya no tenemos que temer dejarla sola.
-En eso tiene razón.
-Abra...
-¿Entonces a qué
esperamos? Vamos.
-¡Genial! Yo os
esperaré allí, me puedo ir con esto.
Mickey les mostró su
trozo de estrella y volvió a desaparecer en un brillo de Luz, el resto
invocaron sus Llaves deslizador y salieron rumbo al Espacio entre los Mundos
superando la barrera con la extraña roca negra que Ark llevaba encima. Aunque él
les dio la roca y decidió volver a Paraíso para seguir con la reconstrucción.
No tardaron, siendo guiados por la Luz de Mickey, en llegar a la torre de Yensid, allí el anciano ex-Maestro les esperaba orgulloso de su evolución en los últimos tres años, aunque no se encontraba sólo. A su derecha estaba el rey Mickey y a su izquierda Eryn junto a una joven de extraño cabello rosado vestida con un traje de batalla blanco, parecía muy feliz de estar ahí.
-¡Yensid!
-Hola, Eleone.
-Eryn... ¿Y las
princesas?
-Hola, Kuroi. Las dejé
temporalmente al cuidado de Hilda y Zelda, parece que me necesitáis para esto.
-¿Quién es ella,
Yensid?
-Hola, me llamo Sara.
¿No está Vali con vosotros?
-¿Vali? ¿Le conoces?
-¡Sí! Le ayudé a
curarse hace un tiempo cuando fue a caer en mi Mundo.
-¿En tu Mundo?
-Sí. Estaba buscándoos.
Bueno, ¿dónde está?
Todos se miraron cómplices
por no saber cómo decirle a aquella chica, Sara, que Vali estaba muerto.
-Ha... muerto...
-¡¿Cómo?!
-Cayó hace tres años
en combate. Pero luchó valerosamente.
-Vaya... Ya nunca
Nieve podrá agradecerle.
-¿Nieve?
-Siento interrumpir
vuestra conversación, pero hay cosas más importantes que nos apremia.
-Claro, Yensid. ¿Por
qué nos has llamado?
-Primero de todo, os
presento a Sara, un Avatar de la Luz.
-¡¿U-un Avatar?! Pero
Yensid... pensé que...
-¿Eras la última? Y
así era. Más o menos... Durante los últimos meses en la batalla contra Caos
reviví los experimentos de Garland para recrear una vez más las semillas de
Luz. Aunque esta vez fui menos radical. Necesitábamos refuerzos por si tardabas
un poco en volver, Eleone.
-Tú... lo sabías
todo.
-Sabía lo suficiente.
Hablé con Arturia después de todo.
-¿Hablaste con mi
madre?
-Hablo con ella
bastante a menudo, de hecho. Pero no es el problema que nos concierne. En estos
tres años, yo y Eryn hemos trabajado para desenmascarar la amenaza de las
Princesas del Corazón y ahora hemos comprendido cuál es el enlace entre Caos y
la amenaza.
-¡¿Cuál es?!
-Caos nunca cayó en
la Oscuridad por caprichos del destino, él vio la amenaza mucho antes que todos
nosotros, incluso mucho antes que vuestra madre.
-¿Y cómo es posible?
-Durante nuestra
batalla contra Alejandro, fueron él y Garland los que más se esforzaron por
detener al Avatar del Reino de los Corazones, Garland quedó hecho trizas físicamente,
pero Caos... aunque tuvo una experiencia muy cercana a la muerte, no le ocurrió
nada físicamente. Ahora, finalmente, Eryn y yo hemos descubierto que tuvo una
visión de lo que estaba por venir. Vio que Alejandro, el ser más poderoso de la
Luz, había sido una amenaza en vez de una ayuda y vio claramente la debilidad
en la Luz.
-Y por eso se fue con
la Oscuridad.
-Sí, y no sólo con la
Oscuridad, los siguientes años buscó una manera de protegerse de la amenaza que
venía. Él nunca quiso destruír el Reino de la Luz, sólo buscaba fuentes de
poder para enfrentarse a lo que venía.
-Pero entonces... de
alguna manera... es bueno.
-Bueno, si piensas
que el fin justifica los medios, quizás. Pero Caos no ha escatimado en
deshacerse de cualquier que se ponía en medio para cumplir sus planes. Su única
razón para liberar a Ánima fue para tener un as bajo la manga, pero un Dios
Oscuro demanda atención y cuidados, y a Caos no le quedó más opción que dejarle
que se alimentara de seres de Luz para tenerle de su parte.
-O sea, que todo este
tiempo, Caos no ha tenido nada contra nosotros... Lo único que quería era
recuperar a Ánima para defenderse de esa gran amenaza.
-Éramos una roca más
en su camino, nunca tuvo nada personal contra nosotros.
-Yensid, ¿sabes qué
ha sido de Caos en estos tres años?
-Por supuesto, en
ningún momento he dejado de poner un ojo sobre él, viendo como sufría
importantes derrotas contra los SeeD. Incluso ha reunido un nuevo grupo de
"Descorazonados" para apoyarle.
-¿Sabes dónde se
esconden?
-Sí. En un lejano
Mundo en el Reino Intermedio. Es extraño, pero... creo que conozco ese lugar de
algo. ¿Eryn?
-Sí, Yensid.
Eryn invocó su Llave espada e invocó una ilusión en forma de mapa que visualizaba todos los Mundos del Reino de la Luz y mostraba el Mundo en cuestión un poco apartado.
-Se llama Lufenia.
Fue un importante asentamiento de seres de la Oscuridad hace mucho tiempo.
-¿Seres de la
Oscuridad?
-Es como se llama a
los pobladores del Reino de la Oscuridad.
-¿Los pobladores del
Reino de la Oscuridad? ¿Pero no fueron todos eliminados en la guerra de los
Dioses Oscuros?
-La mayoría, pero
algunos, los más poderosos, les dio tiempo a huír a un lugar mejor.
-El Reino de la Luz.
-Fueron los primeros
seres oscuros que habitaron nuestro Reino. Ellos trajeron consigo muchos
secretos que hoy, los seguidores de la Oscuridad usan, entre otros muchos
poderes, los Portales de la Oscuridad y la invocación.
-¿La invocación es de
origen oscuro?
-Algo así... Pero
piensa en ello como solo el arte de invocar, no las invocaciones en sí.
-Las invocaciones en
sí tienen orígenes de lo más variopintos, majestad, pero la mayoría son dioses
menores del Reino de la Luz o criaturas demasiado poderosas.
-Entiendo...
-El tiempo en el
Reino de la Oscuridad es diferente en el Reino de la Luz, así que lo que a
nosotros nos parecen milenios desde que la guerra entre los Dioses Oscuros se
encadenó para ellos fue extremadamente reciente. Se asentaron en Lufenia y
llevaron una vida pacífica sin oponerse de ninguna manera al Reino de la Luz.
Bastante ya que les había aceptado. Sin embargo, Caos les encontró hace más de
veinte años, masacró la aldea entera en busca de sus secretos y fue allí donde
aprendió a usar los Portales de Oscuridad y el delicado arte de invocar, con el
que tenía pensado invocar a los Dioses Oscuros. No sé muy bien cómo, y aunque
vuestra madre intentó detenerle en varias ocasiones, Caos consiguió reunir el
poder y objetos necesarios para invocar a Ánima y me temo que ahora está
haciendo lo mismo para invocar un nuevo Dios Oscuro.
-Si quiere hacer eso,
significa que la amenaza es realmente peligrosa.
-¿Por qué no
intentamos hablar con él?
-Majestad...
-Sólo sacarle
información... e intentar llegar a un acuerdo para enfrentarnos juntos contra
la amenaza. En cualquier caso, aunque no quiera trabajar junto a nosotros, nos
vendría bien saber sobre la amenaza y seguro que a él no le importa saber que
esa amenaza tiene más enemigos.
-Ya intenté conversar
muchas veces con Caos en el pasado, y Cyan también, pero fue inútil. Sin
embargo, majestad, tú tienes un don diferente al de todos nosotros, quizás a ti
sí te escucharía.
-Debes estar de
broma, Yensid.
-Alex...
-Por nada del Mundo
vamos a dejar a ese... monstruo a solas con Eleone.
-Alex, ya sé
cuidarme...
-...
-Yensid, ¿crees que
podrías conseguirme una audiencia con él?
-Es posible. Mientras
tanto el resto os tenéis que dividir en dos grupos. Uno irá a Lufenia, que
Eleone elija su líder, el otro, liderado por Eryn, irá a encontrarse con Cyan.
-¿Con Cyan, Yensid?
-Sí. Hace poco
conseguí contactar con él. Hace tres años marchó en busca del resto de gemas
para invocar a Alejandro y parece que las ha encontrado, he conseguido
persuadirle de que no invoque a Alejandro de momento, pero Eryn ha descubierto
un modo de comunicarse con su espíritu para sacarle información.
-¿Eleone, quién será
el líder?
-Alexander, confío en
ti.
-Sí, majestad.
-Ze... *ejem*
Abraham, Claudia y Blanck irán con él. Kuroi, tú y Sina iréis con Eryn.
-Yo también voy,
majestad.
-Está bien, Mickey,
irás con Eryn, y por favor, llevaros a Tania, puede ser de utilidad.
-Gracias, Eleone.
-Bien, entonces no se
hable más. Ya tenéis vuestra misión.
Los dos grupos
marcharon en seguida, quedando únicamente en la torre Yensid, Sara y Eleone.
-¿Así que de verdad
eres un Avatar?
-Sí. Como tú, ¿no?
-Yensid. ¿No puedes
hacer más semillas?
-Mmm... la que planté
en Sara era muy especial. Cuesta mucho hacer una de ese tipo y entrenar a su
portador, otros tres años.
-Entiendo...
-Bueno, intentaré
ponerme en contacto con Caos. Prepárate, Eleone.
-Sí.
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