miércoles, 28 de noviembre de 2012

Capítulo 4: Vuelta a la acción

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Al día siguiente todos volvieron a reunirse en la sala del trono donde después de todo ese tiempo, Eleone volvió a tomar asiento donde le correspondía estar, junto a su hermana. Tania había decidido quedarse más tiempo e incluso ayudarles si se torcía la cosa en su lucha contra Ánima y Caos, después de todo ella era la que más sabía lo que había pasado en el exterior desde que el resto habían decidido simplemente entrenarse.
 
-Eleone, ayer dijiste que podías encontrar a cualquiera dentro del Reino de la Luz. ¿Así es como vas a buscar a Blanck?
-Sí. Es un poder que madre me enseñó a usar, con el resto de poderes de Avatar. Aunque éste, fuera de la batalla, sin duda es el más útil. Ya he creado un vínculo con todos vosotros para buscaros cuando haga falta.
-¿Y cuándo has hecho eso?
-Yo no he sentido nada.
-Bueno, no es algo que se pueda sentir y a la vez lo sientes en todo momento. Es un vínculo después de todo. Lo he creado a través de los sentimientos que compartimos.
-Vaya... ser Avatar es más útil de lo que creíamos.
-Lo es. Sin duda.
-¿Y puedes buscar entonces a Blanck, majestad?
-Claro. Dadme un momento, sólo necesito concentrarme y sentirle.
 
Todo el Mundo quedó en silencio dejando que Eleone cerrara los ojos y se concentrara en Blanck, aunque no tardó en volver a abrirlos sorprendida por lo que había visto.
 
-¿Qué pasa, Eleone?
 
Eleone sonrió y entonces gritó a pleno pulmón.
 
-¡Eres libre de entrar, Blanck!
 
Todos se quedaron estupefactos al escuchar esas palabras y la puerta de la sala del trono se abrió para sorpresa de todos, por la que entró un joven con perilla y el pelo largo, tenía los ojos amarillentos y debía medir fácilmente los dos metros de altura, tenía un cuerpo increíblemente musculoso, iba sin camisa con una única capa como protección y unos pantalones con sandalias, tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero, ¿quién era?
 
-Tanto tiempo sin veros. Me alegra ver que estás completa, Eleone.
-¿Quién...?
-¿... es ése?
-Blanck...
-Ya te olí llegar anoche, Eleone, pero no quería aparecerme en medio de vuestro sueño.
-¡¿Ése es Blanck?!
-¿En serio?
-¿Qué pasa, sois tan superficiales que no podéis reconocerme?
-Blanck, ¿de verdad eres tú?
-El mismo.
-¿Qué te ha pasado?
-¿Dónde has estado todo este tiempo, Blanck?
-En la última batalla, todos podrán corroborarte que perdí el control y terminé por transformarme en licántropo.
-...
-Nanaki entonces consiguió contactar conmigo y me llevó a un templo que tienen las bestias de Eclissis en los bosques del este. Allí llevé a cabo una gran prueba para conseguir un total control de mi lobo interior, pero a costa de una pequeña metamorfosis.
-¿Una pequeña metamorfosis? Si no fuera por tu cara, estás irreconocible...
-No os confundáis, aunque este cuerpo pueda parecer pesado no he perdido nada de agilidad. Me pareció oír que tenéis ganas de destruír a cierto Dios Oscuro. ¿Os importa si me apunto?
-Bienvenido de nuevo a bordo, Blanck.

Blanck le sonrió a la reina Eleone y se acercó hasta el grupo donde todos le dieron la bienvenida, aunque con él no hubo abrazos ni nada de eso, aunque ahora fuera más simpático el contacto físico nunca había sido cómodo para el joven licántropo.
 
-Bueno, ya me habéis encontrado, ¿quién es el siguiente en la lista? Aquí en Eclissis no hay nadie más.
-¿Cómo sabes que no hay nadie más?
-¿Qué crees que he estado haciendo estos tres años, Alexander, olerme el culo? He mejorado mi olfato y mi oído, y no huelo a nadie más conocido en toda Eclissis.
-Oh, esperad. Hay alguien a quien me gustaría haber visto.
 
Eleone se levantó del trono y se fue corriendo hacia el jardín seguida por todos, una vez allí se detuvo en medio de todos y se tocó el Corazón.
 
-¿...?
 
Ni siquiera fue necesario que Eleone dijese su nombre, el enorme león blanco con alas apareció delante de todos. La reina a penas dejó que la Diosa reaccionara, saltó a sus brazos donde fue sujeta con fuerza.
 
-¡Madine!
-Eleone... Sabía que estabas viva. El vínculo nunca se rompió.

Las reuniones iban y venían pero aquello no terminó ahí, una poderosa luz rebotante chocó varias veces contra las paredes del castillo hasta que tocó el suelo y sorprendió a todos ver a Mickey, que ahora portaba una Llave espada en su mano.
 
-¡Majestad!
-Hola, Kuroi. Cuánto tiempo.
-¡Príncipe Mickey! Espera... ¿y eso?
-Oh, ¿esto? Je, je. Yensid decididó terminar de retirarse como Elegido y me dio su Llave espada. Ahora soy yo el Elegido. Y déjame rectificarte, reina Eleone. Ahora es rey Mickey.
-¿Yensid hizo qué?
-Pensó que la Llave espada sólo le había traído problemas y creyó que quizás yo sabría utilizarla más sabiamente que él. Por cierto, me alegro por ver que estás bien, reina Eleone.
-Gracias...
-¿Qué haces aquí, rey Mickey?
-Yensid me mandó, pudo ver que la reina Eleone había vuelto y cree que es hora de contaros su plan.
-¿Su plan, rey Mickey?
-Yo no lo conozco, sólo me mandó a avisaros de que está preparado para el contra ataque. Eryn ya está esperando allí.
-...
-Bien. ¿A qué esperamos?
-Pero Ele...
-¿Qué? Eclissis está protegida por la barrera, ya no tenemos que temer dejarla sola.
-En eso tiene razón.
-Abra...
-¿Entonces a qué esperamos? Vamos.
-¡Genial! Yo os esperaré allí, me puedo ir con esto.
 
Mickey les mostró su trozo de estrella y volvió a desaparecer en un brillo de Luz, el resto invocaron sus Llaves deslizador y salieron rumbo al Espacio entre los Mundos superando la barrera con la extraña roca negra que Ark llevaba encima. Aunque él les dio la roca y decidió volver a Paraíso para seguir con la reconstrucción.

No tardaron, siendo guiados por la Luz de Mickey, en llegar a la torre de Yensid, allí el anciano ex-Maestro les esperaba orgulloso de su evolución en los últimos tres años, aunque no se encontraba sólo. A su derecha estaba el rey Mickey y a su izquierda Eryn junto a una joven de extraño cabello rosado vestida con un traje de batalla blanco, parecía muy feliz de estar ahí.
 
-¡Yensid!
-Hola, Eleone.
-Eryn... ¿Y las princesas?
-Hola, Kuroi. Las dejé temporalmente al cuidado de Hilda y Zelda, parece que me necesitáis para esto.
-¿Quién es ella, Yensid?
-Hola, me llamo Sara. ¿No está Vali con vosotros?
-¿Vali? ¿Le conoces?
-¡Sí! Le ayudé a curarse hace un tiempo cuando fue a caer en mi Mundo.
-¿En tu Mundo?
-Sí. Estaba buscándoos. Bueno, ¿dónde está?
 
Todos se miraron cómplices por no saber cómo decirle a aquella chica, Sara, que Vali estaba muerto.
 
-Ha... muerto...
-¡¿Cómo?!
-Cayó hace tres años en combate. Pero luchó valerosamente.
-Vaya... Ya nunca Nieve podrá agradecerle.
-¿Nieve?
-Siento interrumpir vuestra conversación, pero hay cosas más importantes que nos apremia.
-Claro, Yensid. ¿Por qué nos has llamado?
-Primero de todo, os presento a Sara, un Avatar de la Luz.
-¡¿U-un Avatar?! Pero Yensid... pensé que...
-¿Eras la última? Y así era. Más o menos... Durante los últimos meses en la batalla contra Caos reviví los experimentos de Garland para recrear una vez más las semillas de Luz. Aunque esta vez fui menos radical. Necesitábamos refuerzos por si tardabas un poco en volver, Eleone.
-Tú... lo sabías todo.
-Sabía lo suficiente. Hablé con Arturia después de todo.
-¿Hablaste con mi madre?
-Hablo con ella bastante a menudo, de hecho. Pero no es el problema que nos concierne. En estos tres años, yo y Eryn hemos trabajado para desenmascarar la amenaza de las Princesas del Corazón y ahora hemos comprendido cuál es el enlace entre Caos y la amenaza.
-¡¿Cuál es?!
-Caos nunca cayó en la Oscuridad por caprichos del destino, él vio la amenaza mucho antes que todos nosotros, incluso mucho antes que vuestra madre.
-¿Y cómo es posible?
-Durante nuestra batalla contra Alejandro, fueron él y Garland los que más se esforzaron por detener al Avatar del Reino de los Corazones, Garland quedó hecho trizas físicamente, pero Caos... aunque tuvo una experiencia muy cercana a la muerte, no le ocurrió nada físicamente. Ahora, finalmente, Eryn y yo hemos descubierto que tuvo una visión de lo que estaba por venir. Vio que Alejandro, el ser más poderoso de la Luz, había sido una amenaza en vez de una ayuda y vio claramente la debilidad en la Luz.
-Y por eso se fue con la Oscuridad.
-Sí, y no sólo con la Oscuridad, los siguientes años buscó una manera de protegerse de la amenaza que venía. Él nunca quiso destruír el Reino de la Luz, sólo buscaba fuentes de poder para enfrentarse a lo que venía.
-Pero entonces... de alguna manera... es bueno.
-Bueno, si piensas que el fin justifica los medios, quizás. Pero Caos no ha escatimado en deshacerse de cualquier que se ponía en medio para cumplir sus planes. Su única razón para liberar a Ánima fue para tener un as bajo la manga, pero un Dios Oscuro demanda atención y cuidados, y a Caos no le quedó más opción que dejarle que se alimentara de seres de Luz para tenerle de su parte.
-O sea, que todo este tiempo, Caos no ha tenido nada contra nosotros... Lo único que quería era recuperar a Ánima para defenderse de esa gran amenaza.
-Éramos una roca más en su camino, nunca tuvo nada personal contra nosotros.
-Yensid, ¿sabes qué ha sido de Caos en estos tres años?
-Por supuesto, en ningún momento he dejado de poner un ojo sobre él, viendo como sufría importantes derrotas contra los SeeD. Incluso ha reunido un nuevo grupo de "Descorazonados" para apoyarle.
-¿Sabes dónde se esconden?
-Sí. En un lejano Mundo en el Reino Intermedio. Es extraño, pero... creo que conozco ese lugar de algo. ¿Eryn?
-Sí, Yensid.

Eryn invocó su Llave espada e invocó una ilusión en forma de mapa que visualizaba todos los Mundos del Reino de la Luz y mostraba el Mundo en cuestión un poco apartado.
 
-Se llama Lufenia. Fue un importante asentamiento de seres de la Oscuridad hace mucho tiempo.
-¿Seres de la Oscuridad?
-Es como se llama a los pobladores del Reino de la Oscuridad.
-¿Los pobladores del Reino de la Oscuridad? ¿Pero no fueron todos eliminados en la guerra de los Dioses Oscuros?
-La mayoría, pero algunos, los más poderosos, les dio tiempo a huír a un lugar mejor.
-El Reino de la Luz.
-Fueron los primeros seres oscuros que habitaron nuestro Reino. Ellos trajeron consigo muchos secretos que hoy, los seguidores de la Oscuridad usan, entre otros muchos poderes, los Portales de la Oscuridad y la invocación.
-¿La invocación es de origen oscuro?
-Algo así... Pero piensa en ello como solo el arte de invocar, no las invocaciones en sí.
-Las invocaciones en sí tienen orígenes de lo más variopintos, majestad, pero la mayoría son dioses menores del Reino de la Luz o criaturas demasiado poderosas.
-Entiendo...
-El tiempo en el Reino de la Oscuridad es diferente en el Reino de la Luz, así que lo que a nosotros nos parecen milenios desde que la guerra entre los Dioses Oscuros se encadenó para ellos fue extremadamente reciente. Se asentaron en Lufenia y llevaron una vida pacífica sin oponerse de ninguna manera al Reino de la Luz. Bastante ya que les había aceptado. Sin embargo, Caos les encontró hace más de veinte años, masacró la aldea entera en busca de sus secretos y fue allí donde aprendió a usar los Portales de Oscuridad y el delicado arte de invocar, con el que tenía pensado invocar a los Dioses Oscuros. No sé muy bien cómo, y aunque vuestra madre intentó detenerle en varias ocasiones, Caos consiguió reunir el poder y objetos necesarios para invocar a Ánima y me temo que ahora está haciendo lo mismo para invocar un nuevo Dios Oscuro.
-Si quiere hacer eso, significa que la amenaza es realmente peligrosa.
-¿Por qué no intentamos hablar con él?
-Majestad...
-Sólo sacarle información... e intentar llegar a un acuerdo para enfrentarnos juntos contra la amenaza. En cualquier caso, aunque no quiera trabajar junto a nosotros, nos vendría bien saber sobre la amenaza y seguro que a él no le importa saber que esa amenaza tiene más enemigos.
-Ya intenté conversar muchas veces con Caos en el pasado, y Cyan también, pero fue inútil. Sin embargo, majestad, tú tienes un don diferente al de todos nosotros, quizás a ti sí te escucharía.
-Debes estar de broma, Yensid.
-Alex...
-Por nada del Mundo vamos a dejar a ese... monstruo a solas con Eleone.
-Alex, ya sé cuidarme...
-...
-Yensid, ¿crees que podrías conseguirme una audiencia con él?
-Es posible. Mientras tanto el resto os tenéis que dividir en dos grupos. Uno irá a Lufenia, que Eleone elija su líder, el otro, liderado por Eryn, irá a encontrarse con Cyan.
-¿Con Cyan, Yensid?
-Sí. Hace poco conseguí contactar con él. Hace tres años marchó en busca del resto de gemas para invocar a Alejandro y parece que las ha encontrado, he conseguido persuadirle de que no invoque a Alejandro de momento, pero Eryn ha descubierto un modo de comunicarse con su espíritu para sacarle información.
-¿Eleone, quién será el líder?
-Alexander, confío en ti.
-Sí, majestad.
-Ze... *ejem* Abraham, Claudia y Blanck irán con él. Kuroi, tú y Sina iréis con Eryn.
-Yo también voy, majestad.
-Está bien, Mickey, irás con Eryn, y por favor, llevaros a Tania, puede ser de utilidad.
-Gracias, Eleone.
-Bien, entonces no se hable más. Ya tenéis vuestra misión.
 
Los dos grupos marcharon en seguida, quedando únicamente en la torre Yensid, Sara y Eleone.
 
-¿Así que de verdad eres un Avatar?
-Sí. Como tú, ¿no?
-Yensid. ¿No puedes hacer más semillas?
-Mmm... la que planté en Sara era muy especial. Cuesta mucho hacer una de ese tipo y entrenar a su portador, otros tres años.
-Entiendo...
-Bueno, intentaré ponerme en contacto con Caos. Prepárate, Eleone.
-Sí.

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