miércoles, 28 de noviembre de 2012

Capítulo 6: La Oscuridad del Corazón

Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:
 
 
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-¡Keiro, ¿por qué?!
-¡Suéltala ahora mismo o...!
-Ey, ey. ¿Queréis dejar de llamarme así? No soy Keiro.
-¿...ah, no?
-Mejor, así no me contengo.
 
Abraham se lanzó al ataque sin pensárselo y sin invocar su Llave espada y encajó dos puñetazos a aquel desconocido que consiguió esquivar por los pelos.
 
-He estado los últimos tres años entrenando con Claudia y recibiendo sus duros golpes. Más te vale que me la devuelvas si no quieres sentir lo que me enseñó.
-Vas a necesitar algo más que amenazarme físicamente para que te la devuelva.
-Abraham, tranquílizate.
-¡Cuando me la devuelva!
 
Abraham volvió a atacar con una ráfaga de puñetazos que al oscuro desconocido le costó sortear y acabó con una patada voladora que si no llega a ser porque desvió con un escudo oscuro ahora estaría dando vueltas por el aire.
 
-Vaya... para ser un Elegido te desenvuelves muy bien con tu cuerpo.
-No cambies de tema...
-Abra, para ya.
-¿Eh?
 
Los tres hombres volvieron a girarse para ver a Claudia en la habitación contigua totalmente tranquila y sin peligro alguno, había otra figura umbría a su lado.
 
-¡Claudia!
 
Abraham salió corriendo hacia ella pero se quedó perplejo junto a los otros dos cuando la figura se dejó entrever a la luz.
 
-¡Pe-pe-pe... pelirroja!
 
Y ahí estaba Bastet, al lado de Claudia, tan pelirroja como siempre, aunque al igual que la reina había crecido un poco, y no sólo en altura. Ahora llevaba un extraño vestido negro que no pegaba nada con su carácter optimista pero quizás había cambiado en todo aquel tiempo.
 
-¡Bastet, ¿qué haces aquí?!
-Yo también me alegro de veros, chicos.
-Estás... diferente.
-Claudia, ¿estás bien?
-Sí, sí. Todo ha sido un malentendido
-¿Un malentendido?
-Shirei se ha debido de creer que eráis nuevos reclutas de Caos y por eso se llevó a Claudia.
-Pero Bastet, aún no me has explicado qué hacías tú en el Portal de la Oscuridad.
-¿Son amigos tuyos, Bastet?
-Sí. Son la gente de la que te hablé.
-Entiendo...
-¿Bastet?
-Bueno... ha pasado mucho desde la última batalla. Ya no soy la misma.
-Eso no hace falta que lo jures, pelirroja.
-¿Qué os pasó a Keiro y a ti? No supimos nada de vosotros.
-Keiro fue el culpable de abrirle la barrera a Caos.
-¡¿...?!
-Le obligaron utilizando la Oscuridad de su Corazón, fue Messam, el seguidor de Caos que usaba aquella espada tan larga. Keiro enloqueció por aquello y usó todos su poderes de la Oscuridad para vencerle, pensaba que podría aguantar y acabar con Caos y el resto por vosotros, pero el Reino de la Luz le envió al Limbo.
-¿Al Limbo?
-Es un lugar paralelo a todos los Mundos donde es desechado todo lo que sobra: residuos mágicos y místicos, y cosas así... Keiro llegó allí porque el Reino de la Luz no sabía donde ponerle.
-¿Y tú te fuiste a buscarle?
-Sí. Cuando Keiro cayó en la Oscuridad, el lazo que nos unía me hizo caer a mí también en la Oscuridad, me salvé por los pelos pero empecé a usar sus poderes para buscarle y llegué aquí donde conocí a Shirei.
-...
-Shirei es el hermano mayor de Keiro.
-¡¿En serio?!
-Sí, Keiro nació en este pueblo, pero sus padres para protegerlo se lo entregaron a Cyan. Por lo que se ve Caos atacó el pueblo hace muchos años para quedarse con sus secretos. Sólo sobrevivieron Keiro y Shirei. En cuanto Shirei oyó mi historia no se lo pensó dos veces en ayudar a su hermano y entonces me ayudó a controlar mi Oscuridad para poder salvar a Keiro.
-Entonces, Keiro, ¿sigue en el Limbo?
-No, ya lo liberé hace un tiempo.
-¿Y por qué no volvistéis?
-Teníamos miedo de que no nos aceptaráis. Después de todo los dos caímos en la Oscuridad para conseguir nuestros objetivos, quisimos seguir ayudandoos desde aquí con Caos y hemos estado luchando a nuestra manera desde entonces.
-¿A vuestra manera?
-Sí. Caos tenía más aliados y también estaba reuniendo a otros tantos. Nosotros conseguimos enfrentarnos a ellos e incluso conseguimos salvar a una de la Oscuridad. Ahora es la líder de los SeeD y lucha contra Caos con todo su poder.
-¿Hablas de Edea?
-Sí. Esa misma.
-Vaya, Bastet... entiendo porqué actuastéis así, pero hemos estado tan preocupados.
-Lo siento. No era nuestra intención.
-¿Y dónde está Keiro?
-Descubrió la base secreta de Caos y fue a verle. Creo que planeaba acabar con él de una vez por todas.
-Espera, entonces...
 
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Eleone terminó de investigar lo poco que pudo de Pandemónium cuando empezó a escuchar pesados pasos que venían desde muy lejos, seguramente era Ánima y aunque sabía como confrontarle, aún no se veía preparada para ello. Rompió el hechizo que encadenaba a Caos desde la distancia y se lanzó directa al antiguo despacho de Garland donde se arriesgaría a buscar en último lugar.
 
-¿Qué es lo que buscamos, Eleone? Si Caos lleva mucho tiempo aquí debería haber dejado algo de constancia sobre en lo que estaría experimentando.

Dio con un libro de ingredientes y en seguida encontró lo que no buscaba, pero que podía ser igual de importante.
 
-¡El hechizo para invocar un Dios Oscuro! Vaya... todos los ingrediente son muy... tenebrosos... Vamos, Caos, tiene que haber algo por aquí que hable de la amenaza. ¿Mmm? ¿Y esto?
 
Eleone dio con lo que parecía una lista sobre lo que Caos consideraba amenazas, entre los nombres, Eleone encontró el suyo propio, el de Yensid, el de Cyan, el de Claudia y uno que le sorprendió mucho ver allí.
 
-¡Keiro! ¿Significa eso que sigue vivo? También viene el de Bastet y el de... ¿Shirei? Y... ¿Y esto?
 
Lo siguiente parecía una lista aparte y el título impresionó bastante a Eleone: Avatares de la Oscuridad, sólo había un nombre.
 
-Tyki Joyd. ¿Tiky Joyd? ¿Avatar de la Oscuridad? ¿Qué significa todo esto?
-Has sido una niña muy mala, Eleone.
-¿...?

Eleone se asustó dándose la vuelta velozmente para ver a Caos bastante cabreado detrás de ella.
 
-¡Caos!
-Me he ocupado de que la Luz de Pandemónium esté ocupada un rato, vas a necesitar un nuevo truco para inmovilizarme.
-Caos, ¿qué es esto?
-No debiste de espiar mis cosas.
-¿Qué son los Avatares de la Oscuridad? ¿Son la amenaza que va tras las Princesas?
-¿Crees que voy a responderte después de lo que has hecho?
 
El techo de la habitación se vino abajo y Eleone pudo ver lo que debía ser Ánima observando desde lo alto.
 
-Ánima, justo a tiempo. Veamos si Eleone dice lo correcto de que puede contra ti.
-¡...!
-SIEMPRE QUISE DISFRUTAR DEL SABOR DE UN AVATAR DE LA LUZ.
-¡No!
 
Ánima dejó caer su brazo con fuerza contra el sulo para aplastar a Eleone mientras Caos se apartaba, pero la reina fue mucho más rápida esquivando el ataque saltando fuera de la habitación. El despacho quedó hecho trizas y Eleone vio a Caos transformarse en aquella horrible criatura y subirse al hombro de Ánima para ver mejor la pelea desde ahí.
 
-No tienes escapatoria, Eleone. Es hora de que luches.
-Chsss (No puedo hacerlo sin Luz y sin los demás.)
 
Ánima volvió a lanzarse al ataque con sus pesados puños aplastando el suelo a una velocidad desorbitada para su tamaño, a Eleone le costaba ir esquivando los ataques y en un desliz, Ánima consiguió alcanzarla acorrándola.
 
-¡Es el fin!
-¡No!
 
El puño cayó con fuerza sobre ella dejando un terrible hoyo en el suelo que hubiera dejado a cualquiera de calcomanía, pero cuando Ánima levantó el brazo, Eleone no estaba ahí.
 
-¿La has pulverizado?
-NO LO CREO.
-¡Aquí, pringaos!
 
Ánima y Caos miraron a un lado del castillo y pudieron ver una oscura figura que sujetaba en brazos a Eleone totalmente indemne. La reina alzó la mirada y se emocionó al ver su cara, no había cambiado nada, salvo por el hecho de que volvía a tener el pelo negro y los ojos verdes, los cuales Eleone veía por primera vez.
 
-¡Keiro!
-Hola, Eleone. ¿Otra vez metiéndote en líos?
-Yo... sólo quería indagar sobre la amenaza que se acerca.
-¿Viniendo sola a enfrentarte a Caos y Ánima?
-Yo...
-Y yo pensaba que eras una princesita tímida.
-Keiro...
-Ahí estamos, Eleone, echándole valor.
 
Keiro dejó a Eleone otra vez en el suelo que se enorgulleció un poco de las palabras de Keiro y encararon los dos a Caos y Ánima.
 
-Te ves muy bien, Eleone. Pareces muy fuerte.
-Y tú has recuperado tu color.
-Era cuestión de tiempo que aprendiera un poco de estilismo. ¿Crees que podemos con ellos?
-No sin Luz. Caos ha tapado el Corazón de Pandemónium, mis poderes de Avatar están anulados.
-¿Y qué te parece si les damos un poco de hostias?
-¿Crees tener la fuerza para desafiar a esa bestia?
-¿Me estás retando, Eleone?
 
Keiro invocó su Llave espada tan pronto como dijo aquello y la rodeó de un extraña Aura de Oscuridad que puso los pelos de punta a Eleone sólo con sentirla.
 
-Keiro...
-Tranquila, Eleone. Ya no es más un estorbo, he alcanzado el equilibrio perfecto.
-¿El equilibrio perfecto?
 
Keiro tan sólo sonrió y desapareció en frente de Eleone siendo engullido por una nube de Oscuridad, por un momento la reina le perdió el rastro y volvió a verle encima de Ánima, ante el cual cayó desde el cielo con todas sus fuerzas haciendo que su cabeza rebotara contra el suelo con pura fuerza física.
 
-¡¿Qué... demonios?!
 
Caos consiguió levitar evitando la caída junto a Ánima y atacó por la espalda a Keiro con sus cuatro espadas, pero Eleone llegó a tiempo deteniendo el ataque con su Llave espada rodeada de Luz.
 
-¡Aún puedo usar mi Luz interior, Caos!
-¡Grrrrrr!
-¿Te gusta como están los enemigos predispuestos?
-¿Crees que puedes con Ánima tú solo, Keiro?
-¿Sigues retándome, Eleone? No deberías retarme en situaciones así.
 
Los dos cayeron al suelo sin problemas y Eleone vio como Keiro, totalmente sin miedo, se lanzaba de nuevo a por Ánima al cual levantó en el aire ahora con un golpe ascendente.
 
-¡Es increíble!
-¡Maldito...! ¡Ánima reacciona!
 
Aquellas palabras parecieron ser la contraseña para que la criatura de la Oscuridad reaccionase y desapareció a la vista para aparecer casi al instante detrás de Keiro y hundirle en el suelo de un pisotón.
 
-¡Keiro!
-¡No os distraigáis de la batalla, majestad!
 
Caos se lanzó con sus cuatro espadas a por Eleone aunque consiguió reaccionar a tiempo para esquivarle y luego bloquearle, luego se siguieron una serie de estocadas. Ánima por su parte siguió golpeando el suelo con su pie llevado en su frenesí, aunque una voz le detuvo.
 
-¿Qué haces estúpida criatura?
-¡¿. . . ?! ¿CÓMO?
-Pues igual que lo haces tú.
 
Keiro también desapareció a la vista de Ánima hundiéndose en la Oscuridad aunque esta vez en vez de contra atacar apareció al lado de Eleone, y tirando de ella la introduzo en un Portal de Oscuridad por el que entró después.
 
-Keiro...
-Tranquila, eres una princesa. Puedes aguantarlo.
-¿Por qué nos has sacado?
-Oh, bueno... ya sabes... soy fuerte, pero esa cosa tiene más energía que yo. No estamos preparados y parece que has encontrado algo. Además, no queda nada del despacho, no ibas a sacar nada más.
-Ya...
-¿Estás bien?
-Sí, sí. Me alegro de saber que estás bien.
-Y yo, Eleone. Y yo.
 
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Mientras, en Chrystalis, Kuroi y Eryn las estaban pasando canutas para destruír las estatuas mientras Mickey y Sina eran totalmente vapuleados por el Sabio Cyan.
 
-¡Kuroi, tenemos que hacer algo!
-¿Alguna idea?
-¡Lo he pedido yo primero, idiota!
-Está bien, está bien. ¡Tania, ¿has encontrado ya su debilidad?!
-No, voy a necesitar algo más de tiempo.
-Bueno, tiempo no es precisamente lo que... Espera...
-¿Qué?
-Yo soy el Guardián del Tiempo.
-No me digas... imbécil.
-Je, je. Está bien. ¡Prepárate, Tania!

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