jueves, 1 de noviembre de 2012

Capítulo 15: El rey de los dragones

Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:


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La batalla empezó entre Elegido y Señor de la oscuridad, Zero perseguía al hechicero que intentaba poner el máximo de distancia entre los dos para lanzar sus hechizos sin peligro alguno, aunque Zero los rechazaba destruyéndolos con su Llave espada o apartándolos con golpes precisos, los soldados mientras, intetaban ponerse a salvo junto a los heridos de la lluvia de hechizos e incluso prepararon un contra ataque para ayudar a su general, aunque no consiguieron llevarlo a cabo.
 
Zero no vio mejor momento que ése para hacer retroceder aún más a Xande hacia fuera de las murallas pues no quería involucrar a los soldados en la batalla, él mismo acabaría con aquel tipo.
 
-Nunca podrás aclanzarme si sigues así.
-Yo tampoco veo que te esfuerces demasiado en golpearme.
-Porque mi intención no es hacerlo.
-Mmm... ya veo, estás haciendo tiempo.
-¿Y acaso no puedes imaginarte por qué?
-Alexander abandonó las murallas para ir a ayudar a la reina...
-¿Y con quién más esta la reina?
-Caos... No pararéis hasta acabar con la descendencia de Arturia, ¿verdad?
-No, te equivocas. No pararemos hasta que liberemos a Ánima. Pero tu reina se interpone en nuestros planes.
-¡Todos nos interponemos en vestros planes!
-Bah... no me hagas reír.
-...
-La única que puede ser un problema es Eleone, los demás sólo sois cucarachas.
-Pues una de estas cucarachas acabó con uno de vosotros.
-¿Hablas de Marte? Bueno... era el más débil y orgulloso, y quien le venció ya no sigue vivo. Fue un bonito cebo mientras duró.
-Nunca os perdonaré lo que le habéis hecho a Jaleel...
-Claro, adelante. Sólo tengo que hacer tiempo mientras Caos desintegra a su majestad.
-¡Malditos!
 
Zero volvió a lanzarse al ataque enfurecido por las palabras del Señor de la Oscuridad pero éste volvió a alejarse levitando del alcance de Zero, en un combate cuerpo a cuerpo el hechicero tenía poco que hacer, así que su estrategia seguiría siendo huir y atacar.
 
-¡Deja de correr, cobarde!
 
Entonces Zero se detuvo y esquivando los siguientes ataques cambió de estrategia empezando a disparar él varios proyectiles de energía desde la Llave espada con cierta velocidad y precisión. Xande los detuvo con sus propios proyectiles y la pequeña explosión cegó el campo de visión de ambos unos segundos.
 
Cuando la nube de polvo desapareció, Zero se vio superado por una gran cantidad de proyectiles de energía que venían de todas partes, consiguió detener unos cuantos a gran velocidad, pero no tardó en agotarse y el resto explotaron contra él mientras se se protegía con la Llave espada y con sus brazos.

Cuando la explosión terminó, Zero seguía de pie aunque tenía magulladuras y quemaduras por todo el cuerpo, incluso había perdido parte de la ropa quedando solamente jirones medio achicharrados. Zero volvió a estirarse dolido viendo el nuevo aspecto de su cuerpo.

-Aggg...
-¿No te esperabas eso, eh?

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-Hoy es el gran día, Abraham.
-Ah, sí, bueno...
-Oh, vamos, deberías estar extasiado como yo. Por fin padre nos va a...
-No le llames así.
-¿Por qué no?
-Porque no es nuestro padre.
-Es como si lo fuera, nos ha cuidado y...
-Pero no lo es.
-¿Qué te pasa? Hoy es el gran día, deberías estar más entusiasmado.
-Sé ocultarlo mejor que tú, Alex.
-¿Y por qué lo ocultas? Padre nos va a hacer los guardianes de las princesas, deberíamos disfrutarlo.
-Es un trabajo serio, no hay necesidad de hacer una fiesta de ello.
-No hablo de una fiesta, sólo que te entusiasmes más.
-¿Qué necesidad tienes de entusiasmarte? Sabíamos desde hace mucho cómo íbamos a acabar.
-Pero ahora es oficial.
-Bueno... a mí lo único que me importa es que me ponga a Eleone de protegida.
-Sabes que eso no va a ser así, ¿verdad? Sólo yo puedo ser el guardián de Eleone.
-Sólo porque eres su favorito no te va a poner a su hija mayor de protegida. A Claudia le tiene más cariño por ser la pequeña y tú siempre has sido el más blando.
-Podéis pasar.
-Vamos allá...
-Abraham, no pienses que...
-¡Silencio!
-Majestad...
-Alexander, Abraham, por favor, inclinaros mientras hago los honores.
-... -...
-Por el poder heredado que poseo sobre esta ciudad, Alexander Omena, yo te declaro guardián de la princesa Eleone.
-... -!...!
-Por el poder heredado que poseo sobre esta ciudad, Abraham Omena, yo te declaro guardián de la princesa Claudia.
-Majestad. -Majestad...
-Podéis retiraros...

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-¡Yaaaaaaghhh!

Zero saltó herido sobre Xande golpeándole con un único y poderoso corte que mandó al Señor de la Oscuridad volando contra un edificio hundiéndose en él, luego Zero cayó al suelo tambaléandose herido y cansado.

-¡No tocaréis a mis protegidas!

Xande salió magullado del edificio y sorprendido por el subidón de poder del Elegido, pero rápidamente recuperó la compostura mirándole por encima del hombro.

-¿Ése era todo tu poder? Qué lástima... Caos quería que sirviérais de alimento a Ánima, pero no pasa nada porque me quite ya a uno de en medio.

Xande cargó todas sus energías en un único y poderoso rayo de energía que fue directo a Zero, el Elegido intentó detenerlo con sus dos Llaves espada pero ambas salieron volando mientras el rayo golpeaba y arrastraba al joven hasta las murallas en una poderosa explosión que iluminó los ojos del hechicero.

Los escombros se movieron, y un brazo surgió de ellos lleno de sangre y magulladuras. Más escombros cayeron y Zero se levantó con muy mal aspecto pero sin terminar de rendirse.

-...testarudo...
 
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-¡Ja, ja, ja, lo sabía! Sabía que yo protegería a Eleone.
-Me alegro por ti...
-Oh, vamos, no te enfades Abraham, tú siempre te llevaste mejor con Claudia.
-No estoy enfadado...
-Pues no estés decepcionado.
-¿Decepcionado? Para nada, sólo tengo que esperar el mejor momento para demostrarle al rey que yo protegeré mejor a Eleone. Ella confiará en mí.
-Ella ya confía en ti, Abraham. Esto no se trata de eso. Ya sabes porqué lo ha hecho el rey...
-...no me interesa gobernar esta ciudad.
-¿No ves? Por eso lo ha hecho...
-Pero eso no cambia que...
-¿...?
-¡Alexander!
-Eleone...
-Ya lo he oído de padre, ¡es genial!
-Sí, lo es.
-...
-Abraham, Claudia está super emocionada, ¿por qué no vas a verla?
-Claro...

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-¡AAAAAHHHHHH!

Zero tiró los escombros hacia todos lados cuando un aura de energía surgió de su cuerpo y los sorteó andando por encima de ellos con la mirada ensangrentada con un sólo objetivo.

-¿Crees que puedes vencerme en ese estado?
-Quizás no pueda regenerarme como Jaleel... Ni me vuelva más fuerte cuando estoy herido como Blanck... Pero mi voluntad es inquebrantable... ¡No cederé hasta que sepa que las reinas pueden vivir en paz!
 
Zero volvió a lanzarse sobre el Señor oscuro con todas sus fuerzas, aunque esta vez sí pudo preverlo y le esquivó ataque tras ataque hasta que consiguió volver a repelerlo con un proyectil, Zero había dejado de lado toda defensa a cambio de una total ofensiva.
 
-Ja, ja, ja... Parece que no puedes dar más de ti. ¿Eh?

Xande miró hacia un lado de la calle y vio a un hombre que les observaba todo arropado por mantos y una capucha.

-¿Y tú quién eres?

El encapuchado no habló, sólo hizo un gesto con su cabeza hacia Zero, al cual Xande pudo ver como volvía a levantarse y haciendo un gesto con la mano, el misterioso hombre formó un extraño aura alrededor de Zero mientras desaparecía.

-¿Qué...?
-Esa energía...

El aura se intensificó al máximo y un extraño portal se abrió encima de Zero por el cual fue apareciendo un majestuoso dragón negro que estiró sus alas al terminar de salir y rugió ferozmente al ver al Señor de la Oscuridad.

-¿Quién...?
-Ba... Ba... Bahamut...

Xande no podía articular palabra correctamente ante la presencia de aquel majestuoso y poderoso dragón que le hacía temblar cada parte de su oscuro cuerpo.

-Zero... ¿te haces llamar así?
-¿Quién eres?
-Bahamut, rey de los dragones. Tu invocación.
-¿El rey... de los dragones?
-No es un título cualquiera. Siento el orgullo y la voluntad en tu Corazón, sólo tú podías usar mi poder. ¡Muéstrame el tuyo!
-¡Sí!
 
Zero se apoyó sobre sus dos Llaves espada para terminar de levantarse y rozándolas por el suelo creando chispas se lanzó una vez más a por Xande acompañado de Bahamut por el cielo. Los dos se acercaron hasta el asustado hechicero combinando sus fuerzas para un ataque conjunto.

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-¡Abra!
-Hola, Claudia.
-¡Eres mi protector, lo sabía!
-Sólo yo podía serlo, ¿no?
-Sí... No sabes lo feliz que soy...
-...ese será mi trabajo ahora, que tu felicidad no desaparezca nunca.
-Ji,ji. Desde ahora confiaremos más uno en el otro, ¿a que sí, Abra?
-Claro, pero alteza...
-¿Sí?
-Ya no soy más Abraham...
-¿No?
-No. Como tu protegido seré Zero.
-¿Zero?

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Una gran explosión sumió el lugar y Zero cayó arrodillado al usar tanto poder aunque Bahamut no pareció ni ceder un poco, cuando la energía se desvaneció Xande parecía estar en graves problemas.

-Ahhhh... Agg... No... No puede ser...
-No le hemos derrotado...
-Grrr...
-Esto no va a quedar así, pero no podrás llegar a tiempo para salvar a tu reina, soldadito.
-¡Maldito!

Zero ordenó mentalmente a Bahamut que le diera el último golpe pero Xande invocó un portal de oscuridad a tiempo para desaparecer dejando a Elegido e Invocación a solas algo decepcionados por no haber podido acabar el trabajo. Zero cedió ante el cansancio y las heridas y cayó al suelo ante la mirada inédita de Bahamur que bajó al suelo para ponerse a su lado.

-Bajé la guardia... agg...
-A veces la mejor defensa es un buen ataque.
-Ja... ¿Quién diría que iba a oír eso del mismísimo rey de los dragones? ¿Puedes ayudarme?
-Claro... Déjame que te cure...
-Oye, ¿en serio que es verdad eso que dicen?
-¿El qué?
-Que eres el más poderoso de las míticas invocaciones.
-Tenlo por seguro.
-Entonces... tengo que pedirte un favor...
-Adelante.
-Tenemos que acabar con Caos.
-Por supuesto.

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