martes, 20 de noviembre de 2012

Parte 4: El destino siempre se cumple

La Llave deslizador de Arturia alcanzó finalmente Eclissis y empezó a levantar el vuelo para llegar directamente el castillo. La idea de Arturia era entrar por el gran ventanal que había en la sala del trono, pero Lyon lo vio venir.
 
-¡¿Qué haces?!
-¡Vamos a entrar por ahí!
-¡¿Estás loca?! ¡Ese ventanal tiene cientos de años!
-¡¿Y eso lo hace más importante que tu padre?!
-Eh... Vale, tú ganas...
 
Los cristales saltaron por todas partes cuando la Llave deslizador atravesó el ventanal a esa velociadd y Arturia saltó en pleno vuelo deshaciéndola y cogiendo a Lyon para que no se cayese de boca. Habían llegado justo en el momento en que Onrac estaba cogiendo del cuello al rey.
 
-¡Padre!
-¡Onrac, suéltale!
-¡Princesa! Tenéis tantos recursos... Pero dejad de meteros en mis asuntos...
-¡Pues deja de atacar gente inocente!
 
Onrac no se detuvo más y mirando a la princesa de perfil algo inquieto atravesó el pecho del rey con su mano sacando al instante el Corazón de su lugar.
 
-¡Nooooooooooo!
-¡Padreeeeee!
 
El rey cayó al suelo como un muñeco y Onrac volvió a dirigir una mirada sin sentimiento a Arturia a la vez que abría un Portal de Oscuridad para marcharse.
 
-Lo siento, era necesario...
-¡No creas que voy a dejarte marchar!
 
El poder especial de Arturia se volvió a manifestar y utilizando el propio Corazón de Onrac volvió a cerrar el Portal de Oscuridad para que el asesino escapase. Onrac se impresionó bastante y no le quedó más que darse la vuelta.
 
-Parece que ayude a crear algo que iba a poder detenerme.
-¿Por qué haces esto? ¿Por qué has caído de esta manera?
-Ya no soy más ese joven idiota al que conocistéis, princesa. Sus ideales murieron cuando Alejandro destruyó todo un Mundo sin titubear. La Luz no es diferente a la Oscuridad.
-¡Eso fue un accidente que vosotros creastéis!
-Puede, pero no puedo permitir que eso acabe conmigo. No os lo diré más, princesa. Dejadme marchar, aún os tengo aprecio y no quiero tener que mataros.
 
Arturia alzó su Llave espada amenazando a Onrac dando su respuesta por finiquitada.
 
-Si esa es la opción que elegís, princesa...
 
El Elegido caído invocó su Llave espada y se abalanzó contra Arturia a gran velocidad haciendo que sus Llaves espada chocaran a la vez y empezase un combate a muerte entre ambos. Lyon aprovechó para salir corriendo hasta su padre que aún daba sus últimos suspiros de vida.
 
-Padre...
-Lyon... estás... vivo...
-Y tú también...
-No por mucho... me temo...
-Padre, no puedes irte... Aún no estoy preparado.
-Sí que lo estás, hijo... Ya tomas decisiones... por tu cuenta... Serás un buen rey... Toma...

El rey que parecía haber intentado luchar por su vida le entregó a su hijo una lanza que portaba en sus manos.
 
-Es Gae Bolgia...
-Pero padre... esa lanza...
-Ahora es tuya... hijo, ayuda a esa joven que está intentando proteger nuestro reino...
-Sí...
 
Lyon se levantó y se lanzó también a la batalla con Gae Bolgia en mano interrumpiendo a Onrac y Arturia.
 
-¡Lyon!
-No dejaré que luches tú sola...
-Jum.
 
La batalla, ahora menos equilibrada, obligó a Onrac a liberar sus poderes sobre la Oscuridad que le rodearon con la forma de un aura negra y morada, no tardó mucho en golpear a Arturia dejándola en el filo del ventanal que ahora destruído daba a una gran caída hacia las murallas del castillo.
 
-¡No!
-No te distraigas mientras combates...
 
Una enorme mano hecha de Oscuridad surgió de la espalda de Onrac y cogió a Lyon aplastándolo y lanzándolo contra el trono en el que se quedó sentado y medio inconsciente. Luego se dispuso a acabar con Arturia a la que cogió del cuello y asomó por el ventanal roto.
 
-Onrac, no...
-Te avisé pero no quisiste escucharme, princesa...
-¿Por qué haces esto? No tiene sentido... Tú eres una persona buena...
-Ya nunca vas a entenderlo...
-¡Noooooooooooooo!
 
Lyon apareció por la espalda de Onrac ensartándole con su lanza y empujó a ambos al vacío, por suerte y con sus buenos reflejos atrapó la mano de Arturia a punto de caerse y la ayudó a subir mientras los dos veían como Onrac desaparecía en el vacío.

-¡AhhHHhhhhH!
-Gra-gracias...
-Ya estamos en paz.
 
______________________________________________________________________

Arturia descansaba en el patio del castillo mientras los demás restauraban el orden y la cristalera en el castillo. Se encontraba fría y dolida, no podía creerse que su persecución a Onrac hubiera acabado así. ¿Qué demonios le estaba pasando al Reino de la Luz?
 
-¿Estás bien?
-Ly-Lyon... ¿No deberías estar...?
-No te preocupes, ahora soy algo así como el rey. Puedo escaquearme un poco.
-Je, je...
-¿Te vas a quedar a la coronación?
-No... no creo que sea buena idea... Yo no soy de aquí y ya he conseguido lo que quería... o algo así... Volveré a casa con mi padre...
-Bueno, si cambias de idea... será mañana...
 
Lyon volvió a levantarse dejando de nuevo sola a Arturia que aunque sintió tentativo el ofrecimiento finalmente optó por invocar su Llave deslizador y volver de nuevo a Pandemónium.
 
______________________________________________________________________

-¡Paadree, ya he vuelto!
 
Una extraña criatura con aspecto de robot asustó a Arturia una vez entró en el hall, dándole la bienvenida.
 
-Hola - señorita Arturia - no esperábamos - su regreso - tan pronto.
-¿Qué... se supone que eres?
-Soy - el nuevo - ordenador sirviente - del señor Garland.
-¿...? Bien... voy a ver a mi padre.
-Espere - espere, señorita.
 
Arturia ignoró totalmente al robot e irrumpió en el laboratorio de su padre donde se quedó perpleja al ver a Garland experimentado con lo que parecía un humano. Justo cuando Arturia entraba, Garland le estaba dando los últimos retoques y el joven despertó saliendo semi desnudo de la vitrina.
 
-¿Qué...?
-¡Arturia!
 
El joven recién "nacido" se acercó a su nueva familia y saludó.
 
-Hola, padre. Hola, hermana.
-¿Her-hermana? Padre, ¿qué has...?
-Yo... he estado experimentando para intentar volver a poblar a...
-¡No! No puedes hacer esto...
-Bueno, de hecho sí que puedo. Solo he tenido que crear un cuerpo, darle una chispa y entregarle un Co...
-¡No! No me refiero a que no puedas, si no a que no deberías... Esto está mal...
-Sólo quiero enmendar mis errores.
-¡¿Jugando a ser Dios?! ¿Y qué es...? ¡No!
-...
-¿Tú también? No me lo puedo creer...
 
Arturia se apenó totalmente y el joven recién nacido pudo sentirlo.
 
-¿Ocurre algo, padre? ¿He hecho algo malo?
-No, Marte. No es tu culpa. Arturia...
-¡No me toques! ¿Cómo... cómo has podido...?
-¡No me quedaba otra alternativa!
-¡Siempre hay otra alternativa! Yo...
 
Arturia empezó a llorar incapaz de creer lo que estaba sucediendo.
 
-Acabo de tener que ver morir a Onrac ante mis propios ojos... y ahora esto...
-¡¿Onrac?!
-¡Sí, padre, cayó en la Oscuridad y estaba haciendo algo horrible! Y ahora tú... no me lo puedo creer...
-Hija, yo no he caído... sólo...
-¡Apestas a Oscuridad!
-Pero no he caído... no estoy haciendo cosas malas... puedo controlarlo...
-¿Que no estás haciendo cosas malas? ¿Y a esto cómo lo llamas?
-Sólo estoy enmendando...
-¡No sigas por ahí! Dios... snif... snif... No puedo quedarme aquí ni un segundo más.
-¡No, espera, Arturia!
 
Arturia salió corriendo a espensas de su padre y antes de que pudiera alcanzarla invocó su Llave deslizador y salió volando de Pandemónium para no volver nunca.
 
______________________________________________________________________

Sin saber a donde ir o qué sitio podría ser su nuevo hogar, Arturia volvió a Eclissis donde se infiltró muy sutilmente en la coronación de Lyon. Ambos se vieron de lejos y Arturia desapareció. En medio de la fiesta y los pesares, Lyon se escabulló al jardín donde Arturia le esperaba.
 
-¡Has venido!
-Sí... Supongo que sí... Lo siento, no quería parecer... grosera...
-¿Grosera, por qué? Yo te pedí que vinieras...
-Y yo rechacé la oferta...
-Bueno, eso no significa que no pudieras retomarla.
 
Ambos sonrieron, pero entonces Lyon se dio cuenta de que no todo iba bien, Arturia estaba a punto de romper a llorar.
 
-Arturia, ¿estás bien?
-No lo sé... Tú aquí celebrando tu coronación por la muerte de tu padre... y yo...
 
Se llevó la mano a la cara incapaz de contener más las lágrimas.
 
-Y yo... snif...
-A... Arturia... ¿qué ha pasado?
-Nada... Nada. Yo... snif... no quería venir precisamente por esto. Pero no tenía ningún otro lugar al que ir... snif...
-¿Y tu padre?
 
El lamento aumentó cuando Lyon sacó a esa "persona" en la conversación y sin poder evitarlo más acabó abrazando y estrechando contra su pecho a Arturia.
 
-Vamos... tranquila...
-Lo siento...
-No tienes nada qué sentir.
-Pero tú... acabas de perder a tu padre y yo...
-No importa. Lo tuyo parece más grave...
-En realidad no...

Arturia se separó suavemente de Lyon y éste le limpió las lágrimas.
 
-Yo también le he perdido...
-¡¿Ha muerto?!
-No... snif... mucho peor...
-¿...?
-También ha caído en la Oscuridad...
-Arturia...
-Parecía tan seguro de sí mismo, pero yo podía sentir la Oscuridad... estaba pudriendo su Corazón... pero... pero... ¿cómo iba a poder acabar con él? Es mi padre...
-...
-¿Qué voy a hacer?

Lyon dudó pero al final dijo las palabras mágicas.
 
-Puedes quedarte aquí.
-¿Cómo...?
-Eclissis puede ser tu nuevo hogar... si quieres...
-Lyon... yo... no sé...
-Oh, vamos... ser rey tiene sus ventajas... déjame aprovecharme de ellas...
-Ja, ja... snif... vale...
-¿Sí?
-Sí.
-Bien. Entonces voy a pedir que te preparen una habitación.
-¡Espera! ¿Cómo?
-Bueno, si vas a quedarte, me gustaría que fueses mi invitada. El castillo es muy grande y estoy un poco solo.
-¿Estás seguro de eso?
-Por supuesto. Ven.
 
Lyon le mostró su mano a Arturia y ésta la cogió decidida.
 
_____________________________________________________________________

Aquel día ninguno de los dos sabía que aquello terminaría en amor, la boda no tardó mucho en llegar y como en todo cuento la historia podía haber terminado con un... "Y fueron felices y comieron perdices".

No hay comentarios:

Publicar un comentario