La Llave deslizador
de Arturia alcanzó finalmente Eclissis y empezó a levantar el vuelo para llegar
directamente el castillo. La idea de Arturia era entrar por el gran ventanal
que había en la sala del trono, pero Lyon lo vio venir.
-¡¿Qué haces?!
-¡Vamos a entrar por
ahí!
-¡¿Estás loca?! ¡Ese
ventanal tiene cientos de años!
-¡¿Y eso lo hace más
importante que tu padre?!
-Eh... Vale, tú
ganas...
Los cristales
saltaron por todas partes cuando la Llave deslizador atravesó el ventanal a esa
velociadd y Arturia saltó en pleno vuelo deshaciéndola y cogiendo a Lyon para
que no se cayese de boca. Habían llegado justo en el momento en que Onrac
estaba cogiendo del cuello al rey.
-¡Padre!
-¡Onrac, suéltale!
-¡Princesa! Tenéis
tantos recursos... Pero dejad de meteros en mis asuntos...
-¡Pues deja de atacar
gente inocente!
Onrac no se detuvo más
y mirando a la princesa de perfil algo inquieto atravesó el pecho del rey con
su mano sacando al instante el Corazón de su lugar.
-¡Nooooooooooo!
-¡Padreeeeee!
El rey cayó al suelo
como un muñeco y Onrac volvió a dirigir una mirada sin sentimiento a Arturia a
la vez que abría un Portal de Oscuridad para marcharse.
-Lo siento, era
necesario...
-¡No creas que voy a
dejarte marchar!
El poder especial de
Arturia se volvió a manifestar y utilizando el propio Corazón de Onrac volvió a
cerrar el Portal de Oscuridad para que el asesino escapase. Onrac se impresionó
bastante y no le quedó más que darse la vuelta.
-Parece que ayude a
crear algo que iba a poder detenerme.
-¿Por qué haces esto?
¿Por qué has caído de esta manera?
-Ya no soy más ese
joven idiota al que conocistéis, princesa. Sus ideales murieron cuando
Alejandro destruyó todo un Mundo sin titubear. La Luz no es diferente a la
Oscuridad.
-¡Eso fue un
accidente que vosotros creastéis!
-Puede, pero no puedo
permitir que eso acabe conmigo. No os lo diré más, princesa. Dejadme marchar, aún
os tengo aprecio y no quiero tener que mataros.
Arturia alzó su Llave
espada amenazando a Onrac dando su respuesta por finiquitada.
-Si esa es la opción
que elegís, princesa...
El Elegido caído
invocó su Llave espada y se abalanzó contra Arturia a gran velocidad haciendo
que sus Llaves espada chocaran a la vez y empezase un combate a muerte entre
ambos. Lyon aprovechó para salir corriendo hasta su padre que aún daba sus últimos
suspiros de vida.
-Padre...
-Lyon... estás...
vivo...
-Y tú también...
-No por mucho... me
temo...
-Padre, no puedes
irte... Aún no estoy preparado.
-Sí que lo estás,
hijo... Ya tomas decisiones... por tu cuenta... Serás un buen rey... Toma...
El rey que parecía haber intentado luchar por su vida le entregó a su hijo una lanza que portaba en sus manos.
-Es Gae Bolgia...
-Pero padre... esa
lanza...
-Ahora es tuya...
hijo, ayuda a esa joven que está intentando proteger nuestro reino...
-Sí...
Lyon se levantó y se
lanzó también a la batalla con Gae Bolgia en mano interrumpiendo a Onrac y
Arturia.
-¡Lyon!
-No dejaré que luches
tú sola...
-Jum.
La batalla, ahora
menos equilibrada, obligó a Onrac a liberar sus poderes sobre la Oscuridad que
le rodearon con la forma de un aura negra y morada, no tardó mucho en golpear a
Arturia dejándola en el filo del ventanal que ahora destruído daba a una gran
caída hacia las murallas del castillo.
-¡No!
-No te distraigas
mientras combates...
Una enorme mano hecha
de Oscuridad surgió de la espalda de Onrac y cogió a Lyon aplastándolo y lanzándolo
contra el trono en el que se quedó sentado y medio inconsciente. Luego se
dispuso a acabar con Arturia a la que cogió del cuello y asomó por el ventanal
roto.
-Onrac, no...
-Te avisé pero no
quisiste escucharme, princesa...
-¿Por qué haces esto?
No tiene sentido... Tú eres una persona buena...
-Ya nunca vas a
entenderlo...
-¡Noooooooooooooo!
Lyon apareció por la
espalda de Onrac ensartándole con su lanza y empujó a ambos al vacío, por
suerte y con sus buenos reflejos atrapó la mano de Arturia a punto de caerse y
la ayudó a subir mientras los dos veían como Onrac desaparecía en el vacío.
-¡AhhHHhhhhH!
-Gra-gracias...
-Ya estamos en paz.
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Arturia descansaba en el patio del castillo mientras los demás restauraban el orden y la cristalera en el castillo. Se encontraba fría y dolida, no podía creerse que su persecución a Onrac hubiera acabado así. ¿Qué demonios le estaba pasando al Reino de la Luz?
Arturia descansaba en el patio del castillo mientras los demás restauraban el orden y la cristalera en el castillo. Se encontraba fría y dolida, no podía creerse que su persecución a Onrac hubiera acabado así. ¿Qué demonios le estaba pasando al Reino de la Luz?
-¿Estás bien?
-Ly-Lyon... ¿No deberías
estar...?
-No te preocupes,
ahora soy algo así como el rey. Puedo escaquearme un poco.
-Je, je...
-¿Te vas a quedar a
la coronación?
-No... no creo que
sea buena idea... Yo no soy de aquí y ya he conseguido lo que quería... o algo
así... Volveré a casa con mi padre...
-Bueno, si cambias de
idea... será mañana...
Lyon volvió a
levantarse dejando de nuevo sola a Arturia que aunque sintió tentativo el
ofrecimiento finalmente optó por invocar su Llave deslizador y volver de nuevo
a Pandemónium.
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-¡Paadree, ya he vuelto!
-¡Paadree, ya he vuelto!
Una extraña criatura
con aspecto de robot asustó a Arturia una vez entró en el hall, dándole la
bienvenida.
-Hola - señorita
Arturia - no esperábamos - su regreso - tan pronto.
-¿Qué... se supone
que eres?
-Soy - el nuevo -
ordenador sirviente - del señor Garland.
-¿...? Bien... voy a
ver a mi padre.
-Espere - espere,
señorita.
Arturia ignoró
totalmente al robot e irrumpió en el laboratorio de su padre donde se quedó
perpleja al ver a Garland experimentado con lo que parecía un humano. Justo
cuando Arturia entraba, Garland le estaba dando los últimos retoques y el joven
despertó saliendo semi desnudo de la vitrina.
-¿Qué...?
-¡Arturia!
El joven recién
"nacido" se acercó a su nueva familia y saludó.
-Hola, padre. Hola,
hermana.
-¿Her-hermana? Padre,
¿qué has...?
-Yo... he estado
experimentando para intentar volver a poblar a...
-¡No! No puedes hacer
esto...
-Bueno, de hecho sí
que puedo. Solo he tenido que crear un cuerpo, darle una chispa y entregarle un
Co...
-¡No! No me refiero a
que no puedas, si no a que no deberías... Esto está mal...
-Sólo quiero enmendar
mis errores.
-¡¿Jugando a ser
Dios?! ¿Y qué es...? ¡No!
-...
-¿Tú también? No me
lo puedo creer...
Arturia se apenó
totalmente y el joven recién nacido pudo sentirlo.
-¿Ocurre algo, padre?
¿He hecho algo malo?
-No, Marte. No es tu
culpa. Arturia...
-¡No me toques! ¿Cómo...
cómo has podido...?
-¡No me quedaba otra
alternativa!
-¡Siempre hay otra
alternativa! Yo...
Arturia empezó a
llorar incapaz de creer lo que estaba sucediendo.
-Acabo de tener que
ver morir a Onrac ante mis propios ojos... y ahora esto...
-¡¿Onrac?!
-¡Sí, padre, cayó en
la Oscuridad y estaba haciendo algo horrible! Y ahora tú... no me lo puedo
creer...
-Hija, yo no he caído...
sólo...
-¡Apestas a
Oscuridad!
-Pero no he caído...
no estoy haciendo cosas malas... puedo controlarlo...
-¿Que no estás
haciendo cosas malas? ¿Y a esto cómo lo llamas?
-Sólo estoy
enmendando...
-¡No sigas por ahí!
Dios... snif... snif... No puedo quedarme aquí ni un segundo más.
-¡No, espera,
Arturia!
Arturia salió
corriendo a espensas de su padre y antes de que pudiera alcanzarla invocó su
Llave deslizador y salió volando de Pandemónium para no volver nunca.
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Sin saber a donde ir o qué sitio podría ser su nuevo hogar, Arturia volvió a Eclissis donde se infiltró muy sutilmente en la coronación de Lyon. Ambos se vieron de lejos y Arturia desapareció. En medio de la fiesta y los pesares, Lyon se escabulló al jardín donde Arturia le esperaba.
Sin saber a donde ir o qué sitio podría ser su nuevo hogar, Arturia volvió a Eclissis donde se infiltró muy sutilmente en la coronación de Lyon. Ambos se vieron de lejos y Arturia desapareció. En medio de la fiesta y los pesares, Lyon se escabulló al jardín donde Arturia le esperaba.
-¡Has venido!
-Sí... Supongo que sí...
Lo siento, no quería parecer... grosera...
-¿Grosera, por qué?
Yo te pedí que vinieras...
-Y yo rechacé la
oferta...
-Bueno, eso no
significa que no pudieras retomarla.
Ambos sonrieron, pero
entonces Lyon se dio cuenta de que no todo iba bien, Arturia estaba a punto de
romper a llorar.
-Arturia, ¿estás
bien?
-No lo sé... Tú aquí
celebrando tu coronación por la muerte de tu padre... y yo...
Se llevó la mano a la
cara incapaz de contener más las lágrimas.
-Y yo... snif...
-A... Arturia... ¿qué
ha pasado?
-Nada... Nada. Yo...
snif... no quería venir precisamente por esto. Pero no tenía ningún otro lugar
al que ir... snif...
-¿Y tu padre?
El lamento aumentó
cuando Lyon sacó a esa "persona" en la conversación y sin poder
evitarlo más acabó abrazando y estrechando contra su pecho a Arturia.
-Vamos...
tranquila...
-Lo siento...
-No tienes nada qué
sentir.
-Pero tú... acabas de
perder a tu padre y yo...
-No importa. Lo tuyo
parece más grave...
-En realidad no...
Arturia se separó suavemente de Lyon y éste le limpió las lágrimas.
-Yo también le he
perdido...
-¡¿Ha muerto?!
-No... snif... mucho
peor...
-¿...?
-También ha caído en la Oscuridad...
-También ha caído en la Oscuridad...
-Arturia...
-Parecía tan seguro
de sí mismo, pero yo podía sentir la Oscuridad... estaba pudriendo su Corazón...
pero... pero... ¿cómo iba a poder acabar con él? Es mi padre...
-...
-¿Qué voy a hacer?
Lyon dudó pero al final dijo las palabras mágicas.
-Puedes quedarte aquí.
-¿Cómo...?
-Eclissis puede ser
tu nuevo hogar... si quieres...
-Lyon... yo... no sé...
-Oh, vamos... ser rey
tiene sus ventajas... déjame aprovecharme de ellas...
-Ja, ja... snif...
vale...
-¿Sí?
-Sí.
-Sí.
-Bien. Entonces voy a
pedir que te preparen una habitación.
-¡Espera! ¿Cómo?
-Bueno, si vas a
quedarte, me gustaría que fueses mi invitada. El castillo es muy grande y estoy
un poco solo.
-¿Estás seguro de
eso?
-Por supuesto. Ven.
Lyon le mostró su
mano a Arturia y ésta la cogió decidida.
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Aquel día ninguno de los dos sabía que aquello terminaría en amor, la boda no tardó mucho en llegar y como en todo cuento la historia podía haber terminado con un... "Y fueron felices y comieron perdices".
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