Recomiendo escuchar
esta canción mientras lees:
______________________________________________________________________
-¿Y qué hacemos?
-Confiar en ellos.
-¿Pero tan seguro
estás de que Eleone iba hacia allí?
-Dijo que iba a tener
una conversación con Caos. Es lo más seguro.
-¿Y cómo se le pudo
ocurrir a Keiro ir solo a por Caos?
-Está muy seguro de
sus capacidades. No tenéis ni idea de por lo que ha tenido que pasar todo este
tiempo.
-Shirei...
-Todos lo hemos
pasado mal estos tres años.
-Sí, seguro que te
has visto privado de la compañía de todos tus amigos en completa soledad
luchando por no perder tu identidad.
-...no, pero...
-Si no sabes lo que
dices, entonces cállate.
-A mí no me mandes
callar, marioneta de la Oscuridad.
-¿Marioneta de la
Oscuridad? Ja. No ves como no sabes lo que dices. Vosotros, los seres de la Luz
pensáis que todo es blanco o negro, que sólo hay dos bandos, sois tan simples.
-Shirei, para ya, por
favor.
-Bah, no merece la
pena. Serán tus amigos, Bastet, pero eres la única de mente abierta.
-¿Qué bicho le ha
picado a ése?
-A diferencia de
Keiro, él no tuvo una vida apacible con un padre y amigos. Se cuidó solo aquí
en Lufenia sin poder confiar en nadie. Cuando Caos se enteró de que sobrevivió
a su purga intentó darle una oportunidad en su plan, pero Shirei tan sólo
quería verlo todo desde todos los ángulos. Cuánto más sabes, más libre eres de
elegir.
-¿Y qué se supone que
ha elegido?
-Aún no lo ha
decidido, lo único que le ha importado hasta ahora ha sido cuidar de Keiro. No
está de parte de nadie.
-Pero os ha estado
ayudando, no habrá elegido ningún bando, pero está claramente en contra de
Caos.
-Siempre lo ha
estado. Él destruyó su familia y lo separó de su hermano. Pero Caos es como él,
no está de parte de ningún bando y le respeta por ello.
-¿Respetar al
enemigo?
-No es algo tan
extraño. Hay muchos rivales a los que te enfrentas que luchan verdaderamente
por sus ideales, de cierta manera, Shirei tiene razón, cada uno miramos por el
bando que elegimos, pero en realidad, ¿quién tiene razón y quién no? Nadie.
Muchos de nosotros tenemos grandes ideales y los protegemos a cualquier precio,
sin cambiar de bando cuando mejor nos conviene, eso es sin duda admirable. Y
por mucho daño que haya hecho Caos, siempre ha sido fiel a su decisión. Que
esté o no en lo correcto, es secundario. Al final da igual quien tenga razón,
ganará el más poderoso, no el que tiene más razón.
-Alex...
-La guerra es así y
es algo a lo que un soldado tiene que atenerse cuando lucha en una. Al final luchar
solo sirve para hacer sufrir a los demás, pero es la única manera de defender
tus ideales.
-Sabias palabras,
soldado. ¿Cómo te llamas?
-Alexander. Aunque todos me llaman Alex.
-Alexander. Aunque todos me llaman Alex.
-Parece que tú tienes
la mente abierta como Bastet. Es tal y como ha dicho tu hermano, chulito, no
hay bien ni mal, y la Luz y la Oscuridad sólo son herramientas, incluso de
alguna manera retorcida puede que vosotros seais las herramientas en manos de
la Luz y la Oscuridad. Yo sin embargo he decidido luchar nada más por mí y por
los míos, me da igual quien sea el enemigo.
-¿Incluso aunque no
tuvieran razón?
-Y dale. ¿No has
escuchado nada de lo que hemos dicho? Qué más da quien tenga razón y quien no.
-¡Mucho!
-Lo ves todo
subjetivamente, chulito.
-¡Deja de llamarme
así!
-No importa, Abraham,
da igual. Aunque mi hermano no quiera verlo de ese modo, eso no cambia nada, al
menos lucha por lo que cree que merece la pena luchar. Nuestra patria.
-Hasta que vuestra
patria se vuelva en vuestra contra.
-¡Eso no va a pasar!
-No lo sabes, chulito.
-Me estás empezando a
cabrear.
-¡Basta ya, los dos!
Así no vamos a arreglar nada, además no sé qué hacemos aquí parados. Si a Keiro
y a Eleone les va bien irán a cualquier sitio que vean conveniente, Keiro puede
usar Portales.
-¿Y qué planteas, pelirroja?
-Claudia, si de
verdad estás dispuesta a perdonarnos, nos gustaría volver a unirnos a vosotros.
Caos ya ha hecho demasiado mal.
-Claro, Bastet. Vinimos
aquí con una misión pero parece que Caos ha cambiado de base, así que no tiene
sentido seguir aquí.
-¿Shirei?
-No creo que hayan
olvidado del todo esta base, pero saben que la tienen cuando quieran volver,
nadie va a repoblar este lugar. Yo me quedaré, Bastet, por si vuelven, tú ve
con ellos.
-Pero Shirei, no...
-Ése no es mi lugar,
Bastet y si queréis volver a verme ya sabéis donde estoy.
-Shirei... te voy a
echar de menos...
Bastet abrazó al
joven hombre y luego volvió a girarse a sus antiguos amigos.
-En estos tres años
han pasado muchas cosas de las que no estoy orgullosa, pero finalmente puedo entender
que tanto la Oscuridad como la Luz forman parte de nosotros, ninguna es buena o
mala, todo depende de cómo la uses. Sólo son herramientas... Aunque ahora mi
cuerpo esté marcado con la Oscuridad he conseguido dominarla y ahora forma
parte de mí y he aprendido a usarla para mi propio beneficio. Incluso la Luz
puede usarse para infligir el mal, tenemos que tener cuidado con nuestros
nuevos enemigos. Majestad, ¿me permitiriáis volver a unirme a vuestro grupo?
-Claro, Bastet. Tú y
Keiro siempre seréis bienvenidos.
______________________________________________________________________
-No puedo más...
-No puedo más...
-¡Rey Mickey!
Sina fue testigo de
como Mickey caía al suelo fatigado y dolorido, el único poder que Yensid le
había mostrado al nuevo Elegido era el de la Luz y el poder que tenía Cyan
sobre éste era mucho mayor, habiéndole dado una lección de la que no iba a
volver a levantarse en un rato, dejando a Sina sola enfrentarse contra Cyan que
no estaba siendo nada misericordioso.
-¡Ahora, Tania!
Finalmente Kuroi puso
en marcha su plan antes de que todo fuera demasiado tarde, convocó los vientos
del tiempo para acelerar de sobremanera las acciones de Tania que para ella en
vez de unos segundos habían pasado unos minutos. Cuando volvió en sí ya venía
con lo que quería.
-¡Muy bien, lo tengo,
el núcleo está en el pecho! ¡Yo absorberé la energía en sus sellos, vosotros
atacad al pecho!
-¿Has oído, Eryn?
-Claro que he oído...
¿te crees que me he vuelto sorda como tú con los años?
-Ah... siempre tan
amable.
-Anda, cállate y dame
un poco de impulso.
Eryn saltó sobre
Kuroi sin a penas darle tiempo a reaccionar, aunque el enorme Elegido consiguió
transformar su Llave espada en escudo a tiempo. Eryn cayó sobre el escudo y
Kuroi utilizó todas sus fuerzas para mandarla por los aires. El impulso fue
suficiente para que Eryn se subiera al hombro izquierdo de uno de los gigantes,
desde allí provocó al otro para que la atacara. El plan fue un éxito cuando el
otro gigante destrozó uno de los hombros del que montaba Eryn saltando a tiempo
para esquivarlo y transformando su Llave espada en lanza atravesó el pecho
desprotegido del gigante descuartizado.
-¡Muy bien, Eryn!
Sólo queda uno...
-¡No bajes la
guardia, Kuroi!
El otro gigante
amenazó con golpear a Kuroi aprovechando que estaba distraído, pero para
sorpresa de todos con su escudo fue suficiente para bloquear el enorme puño de
la estatua que se rompió varios dedos en el proceso.
-¡¿...?!
-¡Ahora, Eryn!
Eryn volvió a coger
altitud y cayó en picado sobre la estatua arrodillada atravesándola de espalda
a pecho y quedando clavada en el suelo por la lanza, la estatua se vino abajo
pero Kuroi la sacó a tiempo de ahí.
-Ten cuidado...
-...suéltame.
-Está bien.
Kuroi soltó a Eryn
dejándola de pie en el suelos y los dos fueron testigos de como Sina era
derrotada por Cyan y caía al suelo de
espaldas.
-¡Sina!
-...parece que habéis
podido derrotar a las estatuas.
-¡Y ahora te toca a
ti!
-No seáis tan
confiados...
Cyan levantó su mano
derecha y una tenue luz brillante surgió de las estatuas que fue absorbida por
la mano de Cyan.
-¿Qué... ha sido eso?
-Las estatuas eran
parte de mi poder... sólo ha vuelto a su dueño.
-¡¿C-cómo?!
-Esto es malo...
-¿Qué esperábais?
¿Que alcanzaríais el poder de un Maestro en tres años?
-¡Ése no es tu poder,
Cyan, es el de Alejandro!
-No, es el mío... el
de Alejandro aún no lo he utilizado.
-¿Está de broma?
-No, Kuroi, no parece
estarlo...
-Mierda... Yo puse la
última idea, ahora te toca a ti.
-...
-¿Qué...?
-Hombres... Tania,
mantente al margen, tú no eres una Elegida.
-Pero yo...
-Hazle caso, no
quieras verla enfadada.
-...
-Bueno, ¿cuál es el
plan?
-No hay plan, Kuroi.
Habrá que atacarle con todas nuestras fuerzas.
-¿Eeeeeen serio?
-Sabes de sobra el
poder que tenemos si atacamos juntos, Kuroi. Tiempo y Espacio...
-¿Y qué quieres? ¿Que
le mandemos a...? Ahhh... Vaaaaaale... ¿Por qué no lo has dicho antes?
-Porque pensaba que
eras más inteligente.
-Siempre igual...
-Cállate y vamos.
Los dos invocaron sus
Llaves espada a su forma original y se lanzaron a por Cyan, éste consiguió
repelerlos pero éstos siguieron atacando girando alrededor de Cyan buscando un
punto débil, o eso creía él.
-No vais a conseguir
nada a... a... ¿Qué?
-Parece que la Luz te
ha cegado, Cyan. No viste nuestro ataque.
-¿Cómo?
Cyan intentaba moverse pero no podía, un extraño hilo invisible le había rodeado.
Cyan intentaba moverse pero no podía, un extraño hilo invisible le había rodeado.
-¿Qué es...?
-Los hilos del
tiempo. No puedo usarlos a voluntad a no ser....
-...que yo esté con él.
-Y ahora solo tengo
que tirar un poco...
-¿Cómo? ¡No!
¡Esperaaaa!
Kuroi tiró del hilo
sin mucho esfuerzo y Cyan empezó a girar inconstrolablemente hasta que su mente
fue devuelta a cuando no estaba siendo controlada por Alejandro. La gema
dividida en cuatro partes cayó al suelo y Kuroi la cogió para custodiarla.
-A mí no me afectará...
-¿Qué... qué ha
pasado?
-Cyan... ya estás
bien.
-¿Quién...? ¿Eryn? Y
tú... no puedes ser, ¿Kuroi?
-Sí, bueno, es una
larga historia. Y ahora no hay tiempo.
-Hemos venido a por
esto.
-Alejandro... ¿Cuándo?
Espera... yo...
-Sí, fuiste tú quien
lo reunió, Cyan. Pero Alejandro se aprovechó y te controló.
-Ya veo... Fui... un
necio... El poder me cegó...
-Bueno, eso nos pasa
a todos. Alégrate. ¿Puedes hacer algo con ellos?
-¿He sido yo?
-Bueno, técnicamente
ha sido Alejandro.
-Veré lo que puedo
hacer.
Cyan no tardó en
curar con sus poderes curativos a Sina y Mickey que recuperaron la consciencia.
-Ay...
-Cyan...
-Tranquilos, ya
vuelve a ser él.
-Me alegra oír eso.
Aunque... me duele un poco la cabeza...
-Lo siento, pequeño
amigo.
-No importa. Le oí
decir a Yensid que Alejandro puede ser muy persuasivo.
-Sí. Puede serlo. No
recordaba lo poderoso que era.
-Bueno, tenemos que
llevar la gema a Yensid y usar el hechizo. Puede que así saquemos algo en
claro.
-Claro, id.
-¿Y tú qué vas a
hacer, Cyan?
-Me quedaré, éste
sigue siendo mi sitio. Y quiero alejarme de... eso...
-Bueno, está bien.
-Pero si alguna vez
me necesitáis, ya sabéis donde encontrarme.
-Muy bien, adiós
Cyan.
-Adiós.
______________________________________________________________________
-¿A dónde vamos, Keiro?
-¿A dónde vamos, Keiro?
-Bastet dijo que si
Lufenia se ponía peligrosa nos reencontraríamos en nuestro escondite.
-¡¿Bastet está bien?!
-Claro, supongo que
puedo contarte lo que pasó mientras esperamos.
Los dos llegaron
finalmente al otro extremo del Portal de Oscuridad y llegaron a una especie de
escondite hecho de madera, aunque Eleone no podía visualizar exactamente en qué
parte del Reino de la Luz se encontraban. Keiro entonces le contó su historia y
Eleone le contó la suya.
-Vaya, así que tu
madre, todo este tiempo...
-Sí.
-Hay algo que debes
saber, Eleone.
-¿Qué es, Keiro?
-No sé si llegué a
contaros que soy un habitante del Reino de la Oscuridad.
-...
-Bueno, en realidad
nunca llegué a vivir allí técnicamente, pero mis padres eran de allí.
-Para mí siempre serás...
-No te lo estoy
contando por eso, Eleone. ¿Recuerdas aquel tío que nos avisó de lo que estaba
por pasar en la reunión que tuvimos hace tres años?
-Sí, claro que me
acuerdo. ¿Qué pasa?
-Él también era un
habitante de la Oscuridad. Creo que yo y mi hermano no somos los únicos que
sobrevivimos.
-¿Y crees que él
puede ser la amenaza? Tal y como habló realmente parecía la amenaza, pero, ¿él
solo?
-Cuando nos reunamos
podríamos ir a hacerle una visita.
-¡¿Sabes dónde está?!
-No, pero puedo
invocarle.
-¿Invocarle?
-He aprendido un par
de truquitos de la Oscuridad estos tres años, Eleone. No te preocupes, todo
saldrá bien.
Ambos se pusieron
alerta cuando vieron un Portal de Oscuridad abrirse delante de ellos, aunque
las figuras que vinieron les calmaron, les conocían de sobra. Eleone pudo
vislumbrar a Bastet viniendo la primera y a Alexander, Abraham y Claudia con su
armadura la cual no tardaron en desinvocar.
-¡Keiro!
-Bastet...
Los dos
"amigos" se abrazaron sellando sus labios con un beso muy a sorpresa
de todos, aunque quizás no a tanta sorpresa.
-Vaya, Keiro. A penas has cambiado.
-Ya era hora, chicos.
-Je, je... Bueno...
-...¿estamos todos
los que somos?
-No, bueno, mandé al
otro equipo a ver a Cyan.
-¿Al Maestro Cyan? ¿Cómo
está?
-No lo sabemos muy
bien.
-Bueno, ya nos
reuniremos con ellos. Aquí estamos a salvo.
-¿Qué vas a hacer,
Keiro?
-Invocar al problema
de todo esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario