______________________________________________________________________
La noche había llegado a Camelot, los guardias hacían su turno, todos preparados con campanas y sistemas de alarma algo rudimentarios para avisar por si se acercaba el enemigo. Sólo Blanck y Abraham habían cubierto la guardia de parte de los Elegidos, Blanck en la entrada al sendero feérico y Abraham desde las almenaras. El resto dormían.
La noche había llegado a Camelot, los guardias hacían su turno, todos preparados con campanas y sistemas de alarma algo rudimentarios para avisar por si se acercaba el enemigo. Sólo Blanck y Abraham habían cubierto la guardia de parte de los Elegidos, Blanck en la entrada al sendero feérico y Abraham desde las almenaras. El resto dormían.
-¿Por qué solamente
te apareces cuando estoy vigilando?
-Sé lo mucho que te
gusta que te haga compañía.
-Bah. Te recuerdo que
era yo el que te solía hacer compañía.
-En ese caso parece
que las tornas se han cambiado.
-Ya...
-¿Qué tal lo está
haciendo Mavras?
-Se le ve
entusiasmado. Él no es Eleone, ¿por qué no te le apareces a él? A veces creo
que estoy loco y que sólo yo puedo verte... y hablarte.
-Tranquilo, estás muy
cuerdo, te lo puedo asegurar. Ya te expliqué la razón de que pueda estar aquí.
-Sí, sí, ya... Eres
el Guardián de la muerte. Uno un poco evasivo.
Hubo unos segundos de
silencio.
-Oye, ¿cómo es estar
allí?
-¿...?
-Ya sabes, en el
Reino de los Corazones...
-Oh. Paz.
Tranquilidad.
-¿Y qué demonios
haces aquí? ¿No es mejor aquello?
-Sí. Y no.
-¿...?
-Es como si se te
permitiera dormir o tomar unas vacaciones para siempre pero sabes que se te
necesita.
-...
-No puedes
simplemente olvidar que no puedes ser útil e ignorar los problemas del Mundo.
-...
-Normalmente los
Corazones que van ahí no tienen opción, como la reina, pero yo sí la he tenido.
Y pienso aprovecharla.
-¿Significa eso que
puedes ver a la reina cuando quieras?
-Sí. Puedo.
-Pero aquello debe
ser un caos, ¿no? Todo lleno de Corazones.
-Sí, la verdad es que
sí. Pero... a algunos de nosotros se nos permite mantener nuestra conciencia y
personalidad, incluso algunos tienen aspecto. Así que es fácil encontrarles
entre ese "caos".
-Y la reina está
entera allí.
-Sí... yo no pude
siquiera disfrutar de su visión antes de que muriera, tan sólo era un recién
nacido... Pero verla allí, mirando y velando por todos, rodeado de toda esa Luz
y pureza... Es como si...
-¿Como si fuera un ángel?
-Sí. Algo así.
-Entonces no ha
cambiado mucho. Yo era pequeño cuando ocurrió, pero de alguna manera, cuando la
miraba y me quedaba embobado haciéndolo, era... perfecta, como si una enorme y
brillante Luz la siguiera a todas partes, siempre tan fascinante. Cuando miro a
Eleone, siento lo mismo...
-Así que es por
eso mismo...
-...
-Y con Claudia no es
así...
-No, con Claudia es
diferente. Quiero decir, es fascinante ver en la mujer que se ha convertido
pero no hay Luz ni fascinación. Sólo...
-Una mujer.
-Sí...
-¿Y no te es
suficiente?
-No lo sé. Sé que es
injusto y no debería hablar así de la reina, pero es como si me hicieran elegir
entre un día soleado y un día inolvidable.
-Lo entiendo
perfectamente. Pero ese día inolvidable no es para ti, para ninguno de los dos.
Y un día soleado... no soy precisamente el tío más optimista, pero un día
soleado está muy bien. ¿No?
-Sí, está muy bien.
Debería estarlo sabiendo los días tan oscuros que vivimos.
______________________________________________________________________
-Estoy haciendo lo que me dijiste.
-(...)
-No fue fácil, pero
te tenía a ti.
-(...)
-Desde que te fuiste
e intentado que me mataran para estar a tu lado pero quizás Jaleel tenga razón,
quizás unas vacaciones no sean merecidas hasta que todo esté bien.
-(...)
-Sí... Siempre...
¿Crees que lo conseguiremos? ¿Que dejaremos todo como estaba?
-(...)
-Bueno... ya... pero
al menos, que todo se vaya recuperando.
-(...)
-Muchas gracias por
dejarme este don de mi parte. Se hace mucho más ameno saber que puedo contactar
contigo.
-(...)
-Cualquier noche
estrellada es mejor contigo a mi lado.
______________________________________________________________________
Mientras, en las almenaras del castillo, el caballero Lanzarote se encontraba con una estraña silueta femenina.
Mientras, en las almenaras del castillo, el caballero Lanzarote se encontraba con una estraña silueta femenina.
Lanzarote: No tienes
porqué observarme desde las sombras.
Silueta: ...
Lanzarote: Hicimos lo
correcto, tomamos la decisión correcta. Todo es mejor así.
Silueta: Pero no es
justo...
Lanzarote: Nada es
justo en...
Silueta: ¿Pasa algo
Lanzarote?
Lanzarote: ¿No es ése
Mordred?
Silueta: ¿...?
Lanzarote: Él no
estaba de guardia, ¿qué hace...?
Silueta: Se dirige
hacia el sendero feérico.
Lanzarote: ¡Mierda!
Lanzarote y la silueta
se dirigieron corriendo escaleras abajo persiguiendo al caballero Mordred,
aunque éste se escabulló más rápido y llegó antes hasta Blanck.
-(...)
-¿Cómo dices? ¿Mmm?
Pensaba que esta parte estaba a cargo de los Elegidos, ¿no os fiáis de
nosotros?
-Claro que sí.
-Entonces, ¿qué haces
aquí?
-Comprobar cuan
fuerte es la seguridad.
Mordred sacó su
espada en una décima de segundo y atacó a Blanck aunque la Llave espada acudió
rauda a su mano y bloqueó el ataque con determinación.
-¡¿Qué haces?!
-Se llama venganza. Y
ningún estúpido extranjero me la va a arrebatar.
-¿Pero qué demonios?
Odio meterme en problemas ajenos.
Blanck pensó que él
podría hacerse cargo de la situación él solo, pero Mordred le tuvo lo
suficientemente ocupado para no llamar al resto y ni siquiera darse cuenta de
que alguien se colaba por la verja. Pronto llegaron Lanzarote y la silueta y no
tardaron demasiado entre los tres en detener a Mordred que acabó desarmado y
arrodillado. La silueta se destapó la capucha y Blanck pudo ver a la hermosa
reina Ginebra.
Ginebra: ¡Mordred!
¿Cómo has podido...?
Mordred: Vosotros no
entendéis nada...
Lanzarote: Más
respeto a tu reina, Mordred.
Mordred: ¿Y el
respeto que vosotros le debíais a vuestro rey?
Lanzarote: ¿Cómo te
atreves...?
-¿Dónde coño me he
metido?
Mordred: No importa,
yo odio tanto a Arturo como vosotros.
Lanzarote: Nosotros
no...
Ginebra: ¿Que odias a
Arturo? ¡¿Por qué?!
Mordred: Mi reina, no
habéis sido la única infiel en vuestro matrimonio.
Ginebra: ...
Lanzarote: No te
atrevas a...
Mordred: ¿A decir la
verdad, Lanzarote? ¿Qué ocurre? ¿Tú le debes lealtad y fidelidad a tu rey y él
no a ti?
Lanzarote: Yo...
soy...
Mordred: ¿Un peón?
Ginebra: ¿Por qué?
¿Quién eres realmente?
Mordred: Pocos saben
lo que el rey Arturo es realmente. Os perdonó la vida porque sin vosotros no es
nadie, pero yo y mi madre no corrimos la misma suerte.
Ginebra: Tu madre...
Mordred: Sí, Ginebra.
Yo soy el hijo incestuoso del rey con su hermana.
Lanzarote: ¡Morgana!
Sólo ella podía estar detrás de esto.
Mordred: ¡No hables
así de mi madre!
A Mordred le rodeó un
enorme aura de Oscuridad que impulsó a todos los presentes atrás tirándoles al
suelo, cuando se levantaron una pequeña horda de neosombras protegía al hijo
ilegítimo.
-¡Mierda! Ya empezamos...
Ginebra: ¡Mordred,
detente!
Mordred: Sé muy bien
que vosotros le odiáis tanto como yo. Os negó vuestro amor y os mantiene
viviendo en una mentira. Vuestros corazones ansían tanta venganza como yo.
Lanzarote: ...
Ginebra: Lanzarote
no...
-¡No le escuchéis!
¿Es que sois idiotas?
Lanzarote y Ginebra
salieron velozmente de su ensimismamiento cuando vieron a Blanck saltar en el
aire y ver sorprendidos como su cuerpo se transformaba en el de un enorme lobo
antropomórfico que caía sobre las neosombras destrozándolas.
Mordred: ¡¿Por
qué...?! ¡¿No lo ves, Lanzarote?! ¡El rey ha permitido que esta bestia entrara
en el reino, ya no merece tu lealtad!
-¡Cállate!
La voz de Blanck
sonaba mucho más gutural y feroz mientras seguía destruyendo neosombras y
llegando rápidamente hasta Mordred.
-¡No os quedéis
quietos, hacer sonar la alarma!
Ginebra: ¡Lanzarote!
Lanzarote: Sí, por
supuesto.
Los amantes fueron a
darse la vuelta para irse a hacer la llamada pero fueron golpeados
violentamente por algo que les hizo caer al suelo inconscientes.
Desconocido 2: ¡Ah,
ah, ah! Por aquí está prohibido salir. ¡Muajajaja!
-¡¿Qué demonios?!
Cuando Blanck se giró
a observar lo ocurrido vio a un extraño hombre pintado y vestido de bufón
levitando en medio del aire y arrascándose el culo.
Desconocido 1: No
bajéis la guardia, peluche sobrealimentado.
-¿Eh?
A Blanck no le dio
tiempo a volver a reaccionar y se vio rodeado por unas extrañas luces que
chisporrotearon en un momento y explotaron todas al unísono dejando al licántropo
en el suelo chamuscado.
Desconocido 2: ¡¿Qué
haces imbécil?! ¡Esa explosión alertará a todos!
Desconocido 1: Pero
ya es tarde, Cefka, recuerda que Caos ya entró en el sendero. Es hora de
divertirnos.
Desconocido 2: Ohhh.
Je, je, je. Ya veo... ¡Muajajaja! ¡Porrrrr supueeeesto! ¡A divertiiiiirse!
Una serie de bolas mágicas
explosivas empezaron a caer del cielo haciendo volar en pedazos partes del
castillo de Camelot. Los despertares en ese momento ya fueron inevitables.
______________________________________________________________________
¡BUUUUUM!
-¡¿Qué coño?!
-El ataque ha
empezado, Abraham.
-¡Mierda!
Abraham saltó desde
la almenara y salió corriendo a toda velocidad por la pared del castillo como
si la gravedad no fuera un problema para él y rodeó todo el castillo hasta que
llegó a la parte trasera donde se encontraban los desconocidos atacando el
castillo.
-¡Blaaaaaanck!
Cefka: Parece que ya
han llegado los estupirrefuerzos.
Desconocido 1:
Desaparezcamos.
Tres portales de
Oscuridad engullieron a los desconocidos y a Mordred haciéndoles salir del
radar de Abraham aunque aún así embistió contra las neosombras terminando de
acabar con ellas y evitando que consumieran a Blanck. Cuando terminó de bajar
se aproximó a Blanck y vio como estaba lleno de heridas y quemaduras pero para
su sorpresa éstas empezaron a cerrarse y curarse solas.
-¡Blanck, despierta!
¿Qué...?
-Mmm... ah, joder, eso
ha dolido.
-Vaya tío, eso es nuevo.
-Sí...
-Bueno, hay que defender el castillo.
-Te tomo la palabra.
-Por cierto, qué
guapo estás con tanto pelo.
-Ey, menos
cachondeito.
______________________________________________________________________
En una de las
habitaciones yacían descansando las reinas que se despertaron bruscamente por
la segunda oleada de explosiones.
-¡Aah! ¿Qué ha sido eso?
-Nos atacan.
-¿Ele?
-Ha debido empezar el
ataque mientras dormíamos.
-¿Y Alexander?
-No lo sé... ¡Vamos,
Claudia!
-Sí.
______________________________________________________________________
En otra habitación colindante se despertaban el resto de los Elegidos que descansaban. Keiro, Bastet, Mavras, As, Sina, Mickey y Tania.
En otra habitación colindante se despertaban el resto de los Elegidos que descansaban. Keiro, Bastet, Mavras, As, Sina, Mickey y Tania.
-Keiro.
-Lo sé.
-¿Qué ha pasado?
Pero antes de que
Keiro y Bastet respondieran desaparecieron los dos juntos por un portal de
Oscuridad.
-¡Ey, esperad! ¿Qué
les pasa a esos?
-Parece que llevan
mucho tiempo haciendo las cosas a su manera.
-¿Y Kuroi y Eryn?
-¿Qué importa?
Tenemos que defender el castillo.
-¡Sí! -¡Sí! -¡Sí! -¡Sí!
______________________________________________________________________
Mientras, en el bosque feérico, la sombra oscura se abría paso por la densa espesura sin ser detectada por las hadas y finalmente llegó hasta donde el santo grial reposaba.
Mientras, en el bosque feérico, la sombra oscura se abría paso por la densa espesura sin ser detectada por las hadas y finalmente llegó hasta donde el santo grial reposaba.
-Ya eres mío.
Caos alzó su mano
para agarrar el grial y absorber su poder pero una extraña energía proveniente
desde algún lugar le congeló la mano. Caos se dio la vuelta enfurecido y
sorprendido a partes iguales.
-¡¿Quién?! ¡Tú...!
Estabas... ¡estabas muerto!
-Pues ya ves que no, cuerpo
de hojalata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario