martes, 1 de abril de 2014

Capítulo 1: La aguja de platino



Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

www.youtube.com

______________________________________________________________________

Kuroi se despertó de su sueño algo enturbiado por los recuerdos acumulados, haber rememorado aquellos últimos momentos de Arturia y su misión en el pasado le habían traído antiguos sentimientos. Jake no tardó en sacarle de sus ensoñaciones como venía haciendo desde que habían empezado la búsqueda de la aguja de platino.

-Estás hecho todo un carcamal, no haces más que dormir.
-No he dormido tanto... Controlo el tiempo, ¿recuerdas?
-Sí, sí. Lo tengo muy visto.
-¿...? Si a penas lo he usado delante de ti.
-Claro, claro. No te preocupes, aunque me trates como un aprendiz estoy bien versado en este mundillo.
-...a veces me parece que te conozco. Pero no sé de qué.
-¿Conocerme? Lo dudo. Vengo de muy, muy lejos.
-No sé. Puede que te conociera en otra línea temporal o algo de eso. Han cambiado mucho las cosas, hasta Keiro ha elegido un bando diferente, hubo una vez, en una línea diferente que él y Eleone lucharon juntos una amenaza en un extraño templo.
-Ah, ya lo entiendo.
-¿...?
-Por eso necesitas dormir tanto, abuelo. Tener todo ese ajetreo de líneas temporales en tu cabeza debe ser cansino.
-No tengo la mente de un simple mortal. Aguanto bien este tipo de cosas. ¿Sabes? Puede que no te recuerde, pero tu carácter y tu aptitud me recuerdan mucho a las de alguien.
-¿Ah, sí?
-Sí, eres muy parecido a Abraham.
-¡...! ¿Abraham? ¿Es uno de los que salvé?
-En realidad es uno de los que no salvaste. Uno de los que se petrificaron.
-Ah, bien. Me alegra saber que he empezado esta búsqueda para salvar a alguien que se parece a mí, me hace sentir que lo tengo que hacer con más ganas.
-Desde el principio parecía que lo hacías con ganas.
-Bueno, ya sabes a lo que me refiero.
-...la verdad es que no. Desde que empezamos la búsqueda te comportas de forma muy extraña.
-Es por ti, eres muy raro. Pensaba que me acompañaría alguna de esas chicas guapas, no un carcamal.
-Pues siento haberte decepcionado.
-No pasa nada, estoy acostumbrado.
-Ya... Oye, ¿por qué no me hablas de tu hogar?
-¡...! No... No hay mucho qué decir.
-Seguro que sí.
-No, porque ya no existe.
-¿...?
-Cayó en la Oscuridad hace mucho tiempo y fue gobernado por alguien con muy malas pulgas, nos tenía en la pobreza y todo ese rollo de tiranía, ya sabes... No es algo que me guste recordar.
-Am... Lo siento.
-No importa, tus lamentaciones nunca me han servido de mucho.
-¿Eh? ¿Cómo dices?
-No, nada. Quería decir desde que hemos empezado este periplo.
-No... A mí me ha sonado como si quisieras decir desde hace más tiempo.
-Bueno, eres un Dios, ¿no? Debías haber estado ahí para proteger a mi gente y todo ese rollo, así que ningún "Lo siento" que me digas me servirá de mucho.
-...y ese rollo. Lo dices mucho, ¿no?
-Ríete todo lo que quieras. En fin, vamos, hay una aguja que seguir buscando y el reino de la Luz es un enorme pajar.

______________________________________________________________________

Y en los patios de Eclissis, Mavras y Claudia se intentaban consolar mutuamente con los últimos acontecimientos habiéndose quedado solos.

-¿Qué crees que estará haciendo mi hermana?
-No lo sé, majestad. Dijo que quería recuperar sus poderes, pero no sé cómo.
-Ya... Y los demás también se han ido. Gracias por hacerme compañía.
-Nada... No podía dejaros sola.
-...y Keiro... ¿Qué planeará?
-Mmm... no lo sé. Nos ayudó, pero... Parece que tenía sus propios planes. Espero que no pongan a nadie en peligro.
-Y yo... Siempre me cayó bien, no entiendo porqué Eleone se enfadó con él de esa manera. Sé que ha hecho mal, pero... Sigue siendo de los nuestros.
-Ella no piensa lo mismo... Parece que todo aquel que no va con la Luz es su enemigo o algo así.
-Ya... Mi madre le dejó una pesada carga. Deberíamos estar luchando contra los malos pero Caos no hace más que estorbar.
-Mmm... los malos. Aún no sabemos mucho de ellos.
-Ele dijo que se hacían llamar los Avatares de la Oscuridad.
-¿Crees que es sólo un nombre o son algo así como tu hermana pero versión oscura?
-No tengo ni idea, pero mi madre les temía y se dejó matar por su culpa. Sin duda deben ser muy peligrosos. Seguramente sólo sea un nombre, después de todo las semillas de los Avatares fueron creadas por mi abuelo, no creo que nadie creara algo similar pero con Oscuridad.
-Son los únicos supervivientes del Reino de la Oscuridad, sabiendo lo que los Dioses oscuros hicieron en él, tienen que ser bastante duros pero nos hemos entrenado bien y somos muchos. Cuando Kuroi y ése otro chico vuelvan con la aguja de platino podremos acabar con Caos y enfocarnos en ellos.
-Me pregunto si algún día podremos vivir en paz...
-Claro que sí, majestad, ya lo verás...

______________________________________________________________________

Mientras tanto, en la Torre de Yensid, Eleone y el hechicero ponían en práctica una extraña estratagema.

-¿Y eso... me devolverá mis poderes de Avatar?
-Sí, majestad, vuestra madre ya no puede prestarte más los suyos. Sería arriesgado.
-Ya veo, pero... Eso no está bien.
-Si todo va bien, él no los va a necesitar, majestad. Tenemos que luchar en el presente para asegurar el futuro.
-¿Y estará bien? No quiero...
-Tranquila, Eleone, no le ocurrirá nada.
-Está bien, hazlo. Lo siento...

Yensid posó su mano en Eleone y una Luz brotó de nuevo en su Corazón, sus poderes como Avatar de la Luz habían vuelto a ella.

-Han vuelto. A su costa...
-No habrá futuro para él ni para nadie si no paramos a Caos y luego a los Avatares de la Oscuridad. Y tú eres la clave para eso, Eleone, tu madre lo sabía.
-Me temo que este es un adiós, madre.
-No, hija, nunca será un adiós. Al menos no del todo. Algún día estaremos unidas.
-Ya...
-Cuídate mi niña, protege el Reino de la Luz.
-Haré el trabajo que me cediste, madre. Te lo prometo.

______________________________________________________________________

En las almenaras del castillo, Vali había sustituido a Abraham en su labor de comunicarse con Jaleel.

-Pronto habrá que entrar otra vez en acción.
-No pareces muy contento con ello.
-No sé... Esta guerra se está alargando demasiado y desde que recuperé mi Corazón parece que no llevo tan bien esto de aguantar tanta presión.
-Los sentimientos son una pesada carga.
-Lo que mi padre hizo por mí no tiene precio, pero... A veces prefiero seguir estando como estaba. Todo era mucho más fácil.
-Pero no eras tú... Sólo una carcasa vacía.
-Y aún así esa carcasa vacía consiguió mucho más de lo que he conseguido ahora.
-El nivel ha aumentado, pero no significa que tengas que seguir estando a la altura, además eran dos... Yo sí que no he hecho nada desde que morí, da igual que pueda venir e irme cuando me apetezca, no puedo ayudaros.
-Tu muerte no fue en vano, todos estamos vivos gracias a tu sacrificio. Ahora tenemos que evitar que ese sacrificio sea en vano para nosotros. Por cierto, ¿puedes ver al General ahí?
-No. No está muerto.
-¿Entonces?
-La petrificación no mata, pero sella tu alma en tu propio cuerpo. De hecho el hechizo no funciona en ese orden.
-¿A qué te refieres?
-Jormurgand no petrifica con la mirada, mata directamente. De alguna manera parte de su hechizo pasó la barrera del chico y tuvo un extraño efecto en Abraham y las dos mujeres. No están muertos pero tampoco pueden vivir en ese estado, así que no puedo verles.
-Entiendo.
-Siguen en su cuerpo, sólo que no pueden moverlo.
-Espero que encuentren la aguja pronto, presiento que Caos atacará en cuanto tenga ocasión. Lo único que evita que lo haga es Keiro. ¿Sabes qué está haciendo?
-Nunca tuve una gran conexión con él a parte de usar Oscuridad, pero como su fuente y la mía son totalmente distintas... No puedo saber dónde está ni aparecerme ante él.
-En cuanto Jormurgand esté listo empezará la última batalla, no sé si podremos contra dos Dioses Oscuros.
-Eso si no invoca a los otros dos.
-Esperemos que no...

______________________________________________________________________

Y en algún lugar, en un Mundo dominado por la Oscuridad.

-¡Keiro! ¡Keiro!
-Ag...
-Keiro...
-Eso ha dolido...
-¿Estás bien?
-Eso creo...
-Ha sido una locura. No debiste ni intentarlo.
-No, Bastet. Si no lo hago, Caos lo hará. Ésta es la única manera.
-Pero...
-Da igual que ya no estemos con Eleone y el resto, nuestra misión sigue siendo la misma y Caos ya apesta. Me enseñó todo lo que necesitaba, ya no me es útil. Si eliminándole es la única manera de que Eleone afronte la verdadera amenaza, acabaremos con él con su ayuda.
-Pero ellos...
-Si mi hermano tenía razón no habrá problema una vez aprenda a controlar su poder, después de todo venimos del mismo sitio.
-No creas que eso me tranquiliza mucho. Pensé que conmigo era suficiente.
-Nunca es suficiente, Bastet, eso es lo único que hemos aprendido en estos años. Además, no puedo dejar que te enfrentes tú sola a Caos.
-¡Pero Keiro...!
-Ya... ya sé que te costó mucho conseguir ese poder para salvarme, pero ahora necesitamos toda la ayuda posible, Caos ya tiene dos Dioses oscuros, no será suficiente con un medio Iluminado, necesito poder controlar el poder de los otros dos Dioses Oscuros... Valigarmanda y Átomo.

Al decir aquello, dos enormes portales de Oscuridad se abrieron y un horrendo pájaro esquelético y una enorme criatura que era solo boca y cuernos se materializaron para que al instante Keiro se lanzara sobre ellos.

-¡Conquistaré vuestro poder!

______________________________________________________________________

-Ya hemos llegado.
-¿Seguro que es aquí, carcamal?
-No hay duda, lo recuerdo.
-¿Lo recuerdas, ya has estado aquí?
-Hace mucho tiempo, en otra vida.
-Vaya, eso del Karma y la Reencarnación debe ser la leche.
-¿Cómo sabes tú sobre eso?
-Bueno, has dicho que eres el Dios del Tiempo y que tienes los recuerdos de otra vida, blanco y en botella.
-Ya... Cuando encontremos la aguja, voy a hacerte un escáner completo. Has sobrepasado el límite de mis sospechas.
-Eh, eh. Nada de guarradas, carcamal. No eres mi tipo.
-Tranquilo, ni te darás cuenta.
-Vaya, carcamal, eso no dice mucho de ti.
-Deja de llamarme carcamal, no soy tan viejo y parece que lo dices despectivamente.
-Bueh... Ahora resulta que el grandullón es un sensiblero.

Los dos se asomaron por el precipicio y Kuroi vio un antiguo paisaje que le resultaba bastante familiar.

-¿Una fortaleza?
-Es el hogar de unas antiguas amigas de mi otra vida, les prometí que las llevaría a Eclissis, pero ocurrieron cosas que no tenía previstas.
-¿Y quién se supone que vive en una fortaleza abandonada? Es hasta melancólico.
-Gárgolas.
-¿Gárgolas, de verdad?
-Sí. Se convierten en piedra de día, seguro que saben algo sobre el tema.

Los dos se introdujeron en la fortaleza aún de día y Kuroi se quedó frente a la estatua de Goliath esperando que se hiciera de noche.

-Oye, viejo, aún queda mucho para la noche, ¿vamos a esperar?
-¿Me cambiaste el mote?
-Me dio la impresión de que carcamal no te gustaba.

Kuroi se encogió de brazos.

-Tranquilo, no tenemos que esperar tanto.
-¿...?

Kuroi cerró los ojos y entonces el tiempo alrededor de ambos empezó a pasar a mucha mayor velocidad hasta que la luz del Sol se ocultó y las estatuas de piedra se rompieron saliendo de su interior las temibles gárgolas.

-¡Toma ya!
-Kuroi...
-Hola, Goliath, mucho tiempo. Pensé que no me reconocerías con este nuevo aspecto.
-Las gárgolas nunca olvidamos a un amigo de verdad, dan igual el tiempo y el espacio.
-Es bueno saberlo.
-¿Qué te ha traído aquí, Kuroi? ¿Vienes a llevarnos a dónde nos dijiste?
-¿Eclosionaron los huevos?
-Sí. Los niños están abajo protegidos.
-Vaya... es genial. Pero la verdad es que he venido por otra razón. Ya que las gárgolas sois capaces de convertiros en piedra por el día, me preguntaba si habíais oído hablar de algo conocido como la aguja de platino.
-¿La aguja de platino?
-¿No? Vaya...
-Es un objeto que permite a quien lo use despetrificar cualquier cosa.
-¿Despetrificar dices?
-Eso suena a la Snathaid Platanam, Goliath.

El antiguo maestro de Goliath, la gárgola marrón de barba y pelo blancos, se acercó.

-¿El qué?
-Es lo que vosotros habéis dicho, pero así es como la llamábamos aquí.
-Hace treinta años el antiguo líder del clan, antes que Goliath y que yo la encontró, pero dado que todas las gárgolas nos convertimos en piedra a la vez ninguna fue capaz de usar la Snathaid en otra, se la dimos a los humanos para que la usaran si fuera necesario, pero no volvimos a saber nada de ella cuando nos traicionaron de nuevo.
-Ya veo... Entonces es imposible rastrearla.
-¡No!
-¿Jake? ¿Se te ha ocurrido algo?
-¡Volvamos en el tiempo!
-¿Cómo dices?
-Tú puedes, ¿no? Volvamos a este mismo sitio pero unos cuantos años en el tiempo y robémosela a los humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario