martes, 7 de agosto de 2012

Las historias de Vali: Parte I

Vali se encontraba en plena rehabilitación para sus piernas con su nueva conocida Sara. Era una chica realmente cariñosa y atenta, algo que chocaba bastante con la frialdad de Vali, pero aún así ella no se rendía con él. Vali al menos ya había recuperado parte de la capacidad para andar, sólo que necesitaba de una muleta para hacerlo, tener un solo brazo había afectado a su vida entera y aquella vez eso no iba a cambiar.
-Vas muy bien.
-Es una alegría saberlo.
-No pareces muy seguro de tus palabras. ¿Acaso no te hace feliz volver a andar?
-Me haría feliz no haber perdido la movilidad de mis piernas. Ya me siento bastante lisiado.
-No deberías dejar que tu cuerpo limite tu felicidad.
-Claro, como tú tienes todas las partes de tu cuerpo…
-Al menos estás vivo.
-Sí, un gran alivio saberlo.
-¿Por qué eres tan negativo?
-¿Y tú por qué eres tan positiva?
-Porque es mejor que ser negativa.
-Ja… No debería estar aquí…
-¡Sara! ¡Sara!
-¡Sis! ¡Estoy aquí!

Desde las espesuras del bosque salió la hermana mayor de Sara, Alaya. Una mujer bastante alta y firme que solo conseguía sonreír cuando su hermana estaba cerca, de cierta manera, se parecía mucho a Vali. Según le había contado Sara, Alaya era también una Elegida de la Llave espada, la única de aquel pequeño Mundo y la encargada de mantenerlo seguro y a salvo.

-Oh… Veo que sigues con su rehabilitación.
-Sí, no tengo nada mejor qué hacer. Es un placer saber que mi magia blanca sirve para alguien, ya que tú nunca la necesitas.
-Bueno… intentad no acercaros mucho al bosque, hay más Sincorazón de lo normal.
-Si quieres puedo ayudarte.
-Cuando estés mejor de esas piernas.
-No necesito moverme para lanzar hechizos.
-Pero sí para esquivar.
-Shiva puede protegerme.
-Parece que no voy a poder convencerte de lo contrario.
-Ya que me estáis dando asilo y cuidados es lo mínimo que puedo hacer. No quiero sentirme una carga.
-¿Tú que dices, Sara?
-Que puede ser una buena prueba para saber si está mejorando adecuadamente. Pero me tienes que prometer que tendrás cuidado.
-Tranquila, me he visto en peores situaciones.
-Situaciones de las cuales no me quieres hablar.
-No me gusta hablar del pasado. Pero si observaras bien, me falta un brazo, y no lo perdí en una partida de Poker.
-Ja, ja, ja… Qué gracioso, ¿me quieres decir que no te importaría perder el otro?
-Ya quisieran esas estúpidas sombras poder hacer eso.
-Basta de cháchara, están a punto de llegar, ¿vienes o no?
-Por supuesto.
-Yo también voy.
-No, Sara. Tú te quedas aquí.
-Pero y si necesita ayuda…
-Ya le has oído, él puede solo.

Dicho eso, Alaya salió a paso ligero hacia el bosque dejando atrás a Vali sin ningún tipo de miramientos. Aunque él no se dio por vencido pensando que sería una carga para la mujer. No le importaba si tuviera que dar un paso atrás en su rehabilitación para demostrarse a sí mismo que iba a servirles de ayuda. Tiró la muleta al suelo intentando mantenerse de pie con todas sus fuerzas e invocando su Llave espada la transformó en su Llave deslizador con forma de bólido de carreras, en la cual se montó con cuidado y salió volando pillando en a penas unos segundos a Alaya que se quedó sorprendida en el acto.

-¿Qué… demonios?
-¿Te llevo? Así llegaremos más rápido.
-¿Cómo has…?
-Todos tenemos nuestros secretos.

Alaya no preguntó más, de un salto se subió a la parte de atrás del bólido sujetándose con fuerza y Vali volvió a salir disparado guiado por la mujer hasta que llegaron a la base de un acantilado por la que estaban bajando una gran cantidad de sombras.

-Vaya. ¿De dónde salen tantas?
-Eso quisiera saber yo. Después de encargarnos de ellas lo descubriremos.
-Me parece bien. 

Vali se deshizo del bólido a la vez que Alaya saltaba empezando a repartir espadazos entre los Sincorazón y apoyándose contra un árbol empezó a lanzar hechizos de hielo mientras la marca de su brazo se iluminaba y delante de él aparecía la mujer de hielo: Shiva.

-¿Me has echado de menos?
-Ya sabes que sí, Shiva.
-¿Necesitas a…?
-¡No! A ellos.
-Está bien.

Shiva no perdió más tiempo y se arrojó junto a Alaya contra los Sincorazón empezando a repartir patadas y hechizos de hielo por igual contra ellos, mientras Vali alternaba lanzamientos de Llave espada con poderosos hechizos de hielo llevados a niveles que antes no podía ni soñar. Fue cuestión de tiempo de que aunando sus fuerzas, los tres consiguieran detener aquella marabunta de Sincorazón, tras lo cual Shiva desapareció.

-No hubiese podido hacer esto sola. Me hubiesen acabado superando.
-Seguro que hubieras encontrado la manera, eres muy fuerte. Pero mejor prevenir que curar.
-Estoy de acuerdo. ¿Preparado para investigar?
-Siempre.
-Pues agárrate.

Alaya se acercó a Vali y sujetándolo de su única mano saltó y lo arrojó con fuerza hacia lo alto del acantilado. Vali consiguió aferrarse a la base con su brazo y subió a pesar de las dificultades de no poder mover las piernas con agilidad. Fue cuestión de segundos de que Alaya llegara subiendo a saltos con agilidad.

-¿Tú no tienes espíritu de invocación?
-No. Pero tampoco lo necesito. Prefiero hacer las cosas por mí sola.
-Yo también pensaba lo mismo hasta que Shiva me ayudó a proteger mi Mundo.
-Seguro que en tu Mundo hay más problemas que en éste. Este lugar es pequeño y lo tengo vigilado a cada hectárea.
-Si tú lo dices. 

Vali, que había tirado su muleta, no le quedó más opción que transformar la Llave espada en bastón y usarla como tal, aunque fuera un poco más complicado debido a su constitución. Esa habilidad la había aprendido al estar observando a sus compañeros Elegidos, todo era cuestión de observar y practicar.

-Sabes hacer muchas cosas con eso…
-Tú también podrías hacerlo si entendieras su poder. Pero sólo la utilizas para aporrear. Dependes demasiado de tus propias capacidades.
-Por si acaso algún día no puedo depender de ella.
-Supongo… que tienes razón. Pero yo confío en que nunca me abandone. Ya es casi como una parte de mí.
-Tienes fuerza, chico. Vayamos a buscar el origen de todo esto.
-Detrás de ti.

Empezaron a caminar a un paso algo más lento para que Vali pudiera seguir a Alaya y fue entonces cuando descubrieron el origen de toda aquella Oscuridad.

-¿Qué… es… eso?
-Un bégimo.
-¿Un qué?
-Son bestias salvajes muy poderosas, se creían extintos, pero los Sincorazón parece que han despertado a uno.
-¿Quieres decir que le han resucitado?
-Sí. Con los poderes de la Oscuridad.
-Eso significa…
-Sí, que ahora es más duro que uno normal.
-¿Crees que tenemos posibilidades?
-En tu estado tú no tienes ni para empezar.
-¿Y en tu estado?
-No creo que pueda traspasar su piel.
-¿Y si consigo fragilizarla un poco?
-¿Qué quieres decir?
-Tengo un gran control sobre el hielo y Shiva sabe como ayudarme con eso, hace un tiempo congelé un páramo entero lleno de Sincorazón, incluso había tres Lados oscuro.
-¡¿Tres?!
-Sí, aunque yo no quedé en buenas condiciones.
-Pues en tu estado actual no creo que eso sea una buena idea.
-¿Prefieres que el bégimo llegue al pueblo?
-No he dicho eso…
-Pues déjame hacer mi trabajo. ¡Shiva!
Vali rápidamente se dejó alzar por Shiva en el aire y se acercaron con velocidad al Bégimo.

-Te juro que ésta va a ser la primera y última vez que te pido esto.
-Sí que va a ser la última como hagas lo que tengo pensado.
-Me han ayudado, es lo mínimo que puedo hacer.
-¿No quieres volver a verles?
-Más que nada en el Mundo. Pero no podría mirarles a la cara habiendo dejado que destruyan un Mundo tan bonito como éste.
-¿Es Vali quién está hablando?
-Deja que mis últimas palabras suenen un poco diferentes.
-Las últimas palabras siempre suenan diferentes.
-Suerte que tú no tengas que decirlas.
-No las digo porque no voy a permitir que sean tus últimas.
-Entonces hagamos un buen espectáculo. ¡¿Preparada?!
-¡Siempre, Vali!
-¡Cero absoluto!
-¡Polvo de diamantes!

Todo bajo los pies del Elegido y su invocación quedó transformado absolutamente en hielo, una perfecta selva de hielo que incluso había petrificado en el acto al Bégimo a merced de Alaya que no perdió ni un solo momento en desencadenar una serie de ataques que hicieron añicos al monstruo. Fue cuestión de segundos que Shiva desapareciera y Vali cayera al suelo inconsciente aunque Alaya le cogió al vuelo.

-Buen trabajo, chico.

______________________________________________________________________

-Padre, algún día quiero ser como tú.
-Claro que lo serás, hijo. Incluso serás mejor.
-¡Y protegeré a Adda!
-Es lo más importante que debes hacer, lo entiendes, ¿no, hijo?
-Sí. Adda es lo más importante de mi vida.
-Es lo más importante de nuestra vida.
-¡Sí!
-Ahora debo marcharme, hijo. Hay que seguir buscando a la reina Arturia.
-Espera… ¡Espera papá! ¡Espera! ¡Espera!
-Despierta, hijo.

______________________________________________________________________

-¡No te vayas!
-Tranquilo, Vali.
-Chss (Padre…)
-¿Te encuentras bien?
-Sara…
-Alaya te trajo otra vez, parece que te hiciste el héroe.
-Te-tenía que hacerlo. Chss (Es lo que él hubiese hecho). Sara, ¿han empeorado mis piernas? Tengo que volver con Adda.
-¿Adda?
-Es mi hermana pequeña, me necesita. No puede estar sin mí.
-No lo sé. ¿Por qué no lo compruebas tú?
-Claro…

Vali volvió a intentar mover las piernas y para su sorpresa habían recobrado bastante maniobrabilidad, tanta que llevándose por la euforia saltó de la cama y empezó a saltar.

-¡Sí!
-¡Vali, estás saltando!
-¡Genial!
-¡Ja, ja, ja! Parece que te has recuperado. Es como un milagro.
-Bueno, la mejor maga blanca del pueblo me ha ayudado.
-No ha sido para tanto. Además, yo me refería a…
-Lo sé. Es increíble que después de la locura que he hecho me haya recuperado en vez de empeorar.
-Bueno, ya puedes irte…
-Sí… Adda me espera. Todos me esperan.
-Ji, ji.

Pero entonces entró por la puerta Alaya y parecía bastante preocupada.

-Sis, ¿qué pasa?
-¿No me voy a poder ir, verdad?
-Nada te ata aquí, ¿no?
-Sí, gratitud.
-No tienes que agradecernos nada.
-No es que sea el tío más alegre, simpático y agradable que hayáis conocido. Pero mi padre al menos me enseñó a ser agradecido. Así que dime qué pasa.
-¿No tenías que volver con tu hermana? Sé lo que es tener una hermana pequeña a la que debes proteger. Eso es más importante.
-Está en buenas manos, de momento. Supongo que podré hacer una última cosa por vosotras antes de irme. Así que deja de hacerte rogar.
-Mmm… está bien. Debo ir a un sitio, pero si me voy…
-Dejarías el pueblo sin protección.
-Sí. Y encima no tengo tiempo para que me enseñes a transformar la Llave en eso de antes...
-¿Eso que significa? Pensé que me ibas a pedir que…
-¿Que te quedaras? Ojalá hubiese previsto esto…
-Me vas a pedir que vaya por ti…
-Sí…
-¡Pero Sis!
-Yo no puedo ir y es importante. Aún puedes negarte.
-No. He dicho que te haré el favor y así lo haré.
-Pero Vali…
-Soy un hombre de palabra. ¿A dónde tengo que ir, Alaya?
-Es un lugar peligroso llamado Edén, hay alguien que fue allí hace tiempo y necesita ayuda.
-¡Sis!
-Sí, Sara.
-Pero él… él dijo…
-Quizás te mentimos…
-¡¿Por qué?!
-No queríamos hacerte daño…
-Creo que debería ir, pero no quisiera meterme en una discursión familiar.
-Claro, Vali. Vete. Toma esta brújula, te llevará hasta allí.
-Sis…
-Tráelo de vuelta, Vali.
-Dadlo por seguro.
 
Vali salió de la casa corriendo e invocando su armadura y Llave deslizador hizo aquello que vio hacer a Bastet para poder salir al Espacio entre los Mundos y desapareció en el cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario