Capítulo 15: Un poder mayor

Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

http://www.youtube.com/watch?v=uBuGrys3REQ

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Kuroi y Eryn entraron a toda velocidad por la barrera mágica y tras de sí se cerró sin a penas darles tiempo a entrar, unas milésimas más y les habría pillado sin remedio. No tardaron en llegar abajo del todo donde vieron la violenta batalla entre Vali, Keiro y sus invocaciones contra cuatro monstruos bastante feos. Vali estaba recibiendo una soberana paliza de aquella mujer que podía prender sus espadas en fuego derritiendo todos los hechizos del Elegido, aunque pronto Kuroi le estampó su enorme escudo en la cara aplastándola contra el suelo y dejando al joven unos segundos de descanso y alegría. Keiro por su parte a penas acertaba sus golpes en aquel dragón tan veloz y ya no le daba más su poder para bloquear sus ataques, hasta que llegó Eryn clavándole su Llave espada en forma de lanza en la espalda y clavándolo contra el suelo, Keiro también se alegró.

-Ya era hora…

-Yo también me alegro de verte.

-Kuroi… menos mal…

-¡Ha llegado la caballería!

-No, déjanos estos dos a nosotros. Por favor, Kuroi, ve a ver si la ciudad ha sufrido muchas bajas y ya de paso ve a mi casa y mira si mi familia está bien.

-Déjamelo a mí.

-Tú Eryn, ve al castillo, Caos ha ido hacia allí.

-¿Quién es Caos?

-Ahora no hay tiempo para explicaciones. Ve.

Kuroi salió corriendo dirección a la zona residencial y Eryn volvió a invocar su Llave deslizador para llegar antes al castillo. Vali y Keiro aprovecharon el poco tiempo que les quedaba al dragón y a la mujer serpiente de recuperarse para establecer un nuevo plan.

-Esta tía derrite mis hechizos.

-Y esta cosa me esquiva todo.

-Cambiemos de rivales.

-¡Genial!

Vali ahora se llevó por delante al dragón de una estocada antes de que terminara de levantarse y Keiro volvió a estampar de un poderoso golpe a la mujer serpiente contra el suelo. Las cosas habían dado un giro de 180º. Por su parte, Odín y Shiva peleaban con todas sus fuerzas contra el pulpo y el esqueleto.

Mientras tanto, a escasas calles de allí, Alexander se enfrentaba a Caos. Los últimos golpes del señor de la Oscuridad habían sido detenidos fácilmente por el general, pero la armadura que protegía al villano no había podido ser atravesada por los golpes del joven.

-Eres rápido… Eres ágil… Y eres fuerte… pero no lo suficiente… No podrás superar esta armadura.

-¿Qué te apuestas?

Alexander volvió a lanzarse al ataque con otra ráfaga de golpes estratégicamente preparados, Caos se confiaba en el poder de su armadura pero como todo trozo de metal tenía una debilidad. Alexander siguió golpeando y golpeando hasta que…

-¡Ahhhhhh!

La lanza atravesó la armadura quedándose anclada entre las carnes del Señor de la Oscuridad.

-¿Có-cómo es posible?

-Soy rápido… soy ágil… soy fuerte… pero se te olvidó mencionar que soy preciso. Golpeé repetidamente la misma zona de tu armadura, no tardó en quebrarse por desgaste.

-¡AHHHHHHH!

Caos agarró la lanza levantando a Alexander sorprendido y lo lanzó contra uno de los edificios cercanos, suerte que la agilidad del guerrero le permitió sobrevivir al impacto volviendo al ataque con la misma táctica. Caos a penas veía los golpes y como su armadura iba cayendo poco a poco. El oscuro ser cada vez estaba más cabreado y ensangrentado, y un aura de Oscuridad surgió de su cuerpo.

-¡No me detendrás en mi empeño!

-¡Y tú no harás más daño a Eclissis!

Los dos chocaron en un inmenso golpe que dejó a ambos arrodillados, sin embargo mientras que Alexander solo sufrió rasguños y consiguió mantenerse erguido con su lanza, a Caos se le terminó de partir toda la coraza dejando un feo y terrible tajo desde el pecho a la tripa, cayendo fulminado al suelo.

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-Eleone, Garland, por favor, dejarnos a solas.

La reina a penas se pensó dos veces la súplica de Danna y se dirigió de nuevo a su nuevo dormitorio, Garland no estaba siquiera interesado en lo que iba a pasar en aquella habitación y ya estaba yéndose cuando se lo pidió. Finalmente se quedaron a solas, Blanck estaba arrodillado abrazándose al tronco de Danna. Danna le miraba feliz mientras le acariciaba la cabeza.

-Blanck… Esto no es un adiós para siempre. Algún día nos volveremos a reunir en el Reino de los Corazones.

-¿Y… y mientras qué hago sin ti? No podré soportarlo… M-me… me dominará.

-Ya lo has hecho antes. Lo combatiste. Y yo no estaba ahí para ayudarte. Eres más fuerte de lo que piensas, Blanck.

-Sólo era fuerte porque tenía esperanzas en volver a verte.

-Y nos volveremos a ver. Pero ahora el Reino de la Luz te necesita más que yo. Cuando lo salves, volveremos a encontrarnos.

Danna empezó a brillar de una forma bastante anómala mientras Blanck se despegaba de ella sorprendido.

-¿Qu-Qué…? ¡¿Te vas ya?! Dijiste…

-Mientras siga aquí, tú no estarás al cien por cien para seguir adelante. Sólo soy un estorbo.

-¡No! No… Te prometo que seguiré adelante.

-Y lo harás... Y yo estaré aquí.

Danna tocó el pecho de Blanck mientras con una lágrima en los ojos se deshacía en un millón de lucecitas que caían sobre Blanck y él sentía como su Corazón desaparecía.

-Hasta la próxima vez, Blanck. Cuida del Avatar...

-¿Danna? ¡¿Danna?! No… ¡No! ¡NOOOOO!

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Fue cuestión de tiempo que Kuroi llegara hasta la zona residencial, que por suerte, era la que menos había sufrido en la cabalgata mortal que había hecho Caos, Kuroi no tardó en localizar la casa de Vali y entró con facilidad.

-¡¿Hola?! ¡¿Estáis bien aquí?! ¡Soy amigo de Vali! ¡¿Hola?!

Kuroi escuchó unos ruidos provenientes del salón y se adentró donde pudo ver a una mujer anciana protegiendo a una pequeña niña que…

-¡Profe!

-¡Adda!

-¡¿Qué haces aquí, profe?!

-Bueno… he dejado de ser profe este año. Ahora ayudo a tu hermano en… lo que hace… Vaya, qué pequeño es Eclissis, nunca me imaginaría que Vali tuviese una hermana que es alumna mía.

-¿Es amigo, Adda?

-Sí, Nanny. Es de los buenos. Nanny y yo oímos esos ruidos tan raros y nos pusimos aquí a cubierto. ¿Dónde está Vali? ¿Está bien?

-Sí, Adda, ya ha vuelto a Eclissis. Pero ahora está luchando…

-Oh, entiendo… Nanny, Vali está bien.

-Qué alegría. Ya era hora de que volviese.

-¿Entonces estáis bien?

-Sí. Por aquí no ha llegado nada.

-Bueno, iré fuera a hacer guardia por si vienen Sincorazón.

-Vale.

Kuroi volvió al exterior esperando algún tipo de ataque o contraataque de aquel al que llamaban Caos.

Por su parte Eryn, no tardó mucho en llegar al castillo que estaba totalmente fortificado y protegido por soldados.

-¡Eryn, eres tú!

-Vaya, parece que ya me estoy volviendo famosa por aquí. ¿Qué ha pasado?

-Ese Señor de la Oscuridad apareció y el General Alexander nos preparó la batalla.

-¿Y él dónde está?

-Se fue a luchar con el Señor oscuro, creemos que le interceptó en la calle principal.

-¡Voy a ayudarle!

-Ten cuidado, Eryn.

-¡Descuidad!

Eryn volvió a montarse en la Llave deslizador haciéndose la calle principal a toda velocidad, no tardó en divisar a Alexander y a un hombre con armadura en el suelo.

-¡Alexander!

-¡Eryn!

La conversación no dio para más, puesto que Caos se levantó levitando.

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-¡Esto ha llegado muy lejos!

Keiro no parecía estar por la labor de aplazar más aquello, aquellas criaturas ya habían durado demasiado.

-¡Vali, acabemos con esto, a toda potencia!

-¡Sí! ¡Shiva!

-¡Odín!

Los cuatro ataques se sincronizaron a la vez para acabar con las cuatro bestias a la vez. Keiro fue cortando uno a uno los brazos de la mujer serpiente aprovechando su velocidad y finalmente cuando acabó la cortó a ella por el medio haciéndola desaparecer en el acto. Odín por su parte, cargó su espada al máximo poder y realizó una rápida sucesión de cortes contra el esqueleto terminados de un lanzamiento de su Lanza, Grungnir. Vali congeló las alas del dragón que cayó al suelo irremediablemente, y allí termino con él con una sucesión de golpes aprovechando la debilidad del congelamiento. Shiva congeló al pulpo en su totalidad y chascando los dedos se destrozó por partes. El combate había terminado, pero Shiva y Odín desaparecieron por el sobreesfuerzo, y Vali y Keiro cayeron rendidos al suelo.

-Al menos hemos protegido esta parte.

-Esperemos que Caos no esté haciendo más daño. Ha entrado por mi culpa.

-Dirás por nuestra culpa.

-…

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Una vez Caos alcanzó cierta altura, cuatro luces, una roja, otra azul, una verde y la última amarilla, se mezclaron con su cuerpo que se transformó todo en una orbe de Oscuridad. Eryn consiguió bajar al suelo y ayudar a levantarse a Alexander mientras los dos observaban tal macabra transformación.

Primero salieron cuatro brazos totalmente oscurecidos con enormes garras, luego dos piernas igual de robustas y terminadas también en garras, el tronco fue lo penúltimo en desvelarse, con un fuerte tórax del mismo color y fortaleza, por último unos cuernos coronaron un fiero rostro con grandes colmillos y ojos rojos. Cuatro espadas empezaron a levitar en torno a aquella criatura.

-¿Qué… es… eso?

-Mierda… debí suponérmelo.

-¿Suponerte el qué?

-Que no iba a ser tan fácil derrotarle.

-Has sido demasiado orgulloso, joven guerrero.

La voz de Caos ahora sonaba mucho más fiera y gutural, severa, dura y cabreada.

-No tengo más tiempo para emplear en vosotros.

La paliza que continuó a aquellas palabras fue casi no vista, ni siquiera les dio tiempo a Eryn y Alexander de reaccionar, los dos perdieron de vista al Señor oscuro y fueron atravesados por un millar de espadas hasta la agonía, pero la precisión de las perforaciones fue tal que no dañó ningún punto débil, solo quedaron ensangrentados e inmóviles, aunque seguramente acabarían muriendo desangrados. Caos luego se acercó al varón y lo cogió sin esfuerzos del cuello levantándolo.

-¿Dónde escondes a la reina?

-¿C-cómo… dices…?

-He oído que es tan feroz como su madre, no habría dejado a su guardián salir a luchar por ella. ¿Dónde la habéis escondido?

-¿Y por qué… iba a decírtelo…?

En ese momento, Eryn, totalmente indefensa se dio cuenta de que ni siquiera Alexander sabía dónde se encontraba la reina, sólo lo sabían ella y Kuroi, estaba “torturando” a la persona equivocada. Aún jugaban con ventaja.

-Porque si no…

Caos alzó uno de sus brazos dirección Eryn y una de sus espadas la apuntó.

-…la mato.

-…

-No te preocupes, Alexander. No se lo digas.

-¡No lo sé!

-¿No lo sabes? ¡Ja!

La espada se acercó violentamente a Eryn para detenerse a escasos centímetros de ella.

-¡Es verdad, no lo sé!

-Mmm… Dices la verdad… ¿Es posible que la reina saliese a buscarme y nos cruzamos por el camino?

-…

-¡Contesta!

La espada tocó la frente de Eryn haciéndole una leve herida que amenazaba con perforarle el cráneo.

-¡Se fue! No sé a dónde. Sólo se fue… No quiso decir nada.

-¿Y dejó a sus súbditos a mi disposición? Qué reina más desconsiderada.

-¡No hables así de ella! No sabía que venías…

-Ya…

Caos arrojó con desgana a Alexander al suelo, no le sacaría más información y después de todo, cuando les encontrasen habrían muerto desangrados. Caos empezó a caminar directo al castillo.

-¿Qué… qué vas a hacerle?

-Tiene algo que me ayudará a recuperar algo que me pertenece.

-¿Ella…? No tiene nada…

-Su vida…

-No… ¡No…! Detente…

Alexander a penas podía gritar esperando que eso detuviera al Señor oscuro de su propósito, Eryn hacía tiempo que había caído inconsciente. Sólo pudo ver como Caos desaparecía en el horizonte directo al castillo.