martes, 16 de octubre de 2012

Capítulo 4: El examen de cualificación a Maestro


Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

http://www.youtube.com/watch?v=btFXZsq5ng0

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-Este fue el trabajo que estuve preparando ayer. Os estuve espiando y recolectando vuestros poderes para decidir a los elegidos.
-¿Siete?
-¿Por qué siete?
-Siete es el número de Princesas del Corazón, siete deben ser sus guardianes y protectores, y siete es el número de Elegidos que creo que están preparados.
-¡¿Eso significa que ni yo ni Eleone hemos sigo escogidas, por ser princesas?! ¡No es justo!
-No he dicho eso, Eryn. Mejor si la propia Princesa sabe protegerse, ¿no?

Eryn “se mordió la lengua” por hablar antes de que el Maestro desvelara los nombres, se debía de haber callado.

-Perdóname, Maestro.
-No tiene importancia, Eryn. Quizás me he explicado mal y he podido ententer tu frustración.
-¿Y entonces quienes van a ser, Maestro?
-Sólo siete sois lo suficiente poderosos para tomar las dificultades de dicho examen. Además no podía tomar a todos porque Eclissis requiere ser protegida.
-¿Eso significa que les vas a mandar lejos?
-Bastante.
-Bueno, ¿vas a desvelar de una vez quienes son?

La impaciencia crecía por instantes en la sala, sólo siete iban a recibir el honor de poder convertirse en Maestro.

-Eleone María Lowenthal…
-¡¿Yo?!

La reina se quedó perpleja en su asiento.

-No quisiera desmoralizar al resto, pero has de saber, majestad, que en base eres la más poderosa de esta sala. Eres una Princesa del Corazón y un Avatar de la Luz. Posees poderes con los que otros sólo podrían soñar. Por otra parte, tu hermana es muy joven aún, así que Eclissis no se quedará sin reina.

Claudia, y el resto de Elegidos, entendieron eso al instante y la joven bajó la cabeza entristecida, incluso aunque no tenía esperanzas de que la eligieran.

-Valiant Balder…
-

El joven gélido ni se inmutó, aunque por dentro estaba algo cabreado, sí, quería ser más poderoso para proteger a los que quería, pero ya estaba harto de que le mandasen lejos de su familia.

-Zero…

Cyan respetó el nuevo nombre de Abraham que tampoco se inmutó demasiado, de alguna manera se lo tenía creído y en ningún momento dudó de que le escogieran.

-Kuroi Gu…
-¡Yuuuujuuuuu!

Kuroi saltó desde su silla debido a la emocion y debido al grito no se oyó el resto de su “apellido”, estaba esperando el momento en que dijeran su nombre y cuando lo dijeron no pudo evitar que la emoción le invadiese. Todos se quedaron mirándole, Eleone sonrió, aunque Eryn le echó una fría mirada de compostura.

-Perdón. Lo siento, Maestro.
-No tiene importancia, Kuroi. Es normal ilusionarse y disfrutar.

Kuroi no dijo nada más, solo sonrió ante la frase del Maestro y miró para Eryn de nuevo viendo que ahora su mirada era más tranquilizadora y orgullosa.

-Erynia Éremos…

Eryn se sobresaltó ante esas palabras que eran su nombre completo debido a que estaba más ocupada en mirar a Kuroi aunque rápidamente recuperó la compostura y miró al Maestro Cyan.

-Gracias, Maestro.
-No, Erynia. Gracias a tu riguroso entrenamiento que tú misma te diste.

Eryn se sintió orgullosa ante aquellas palabras y permitió que el Maestro escogiese al penúltimo de los escogidos.

-Sina Nayrule…

Sina no se tomó aquello con mucha emoción, a penas conocía a nadie de entre aquellos y le desagradaba la idea de que le separasen de As. Por su lado As dio por supuesto que le escogerían a él si escogían a Sina y sonrió, aunque no fue la última elección de Cyan.

-Y Cassius Blanck…
-¡¿Cómo?!
-¿Ocurre algo?
-Claro que ocurre algo, viejo. No necesito de la palabra de nadie para que me diga cual es mi nivel como Elegido de la Llave espada. Yo decidiré cuando soy un Maestro y cuando no.
-¿Esas son tus palabras finales, Blanck?
-Por supuesto.
-Está bien, en vista de que se necesitan siete y Blanck no quiere ser uno de ellos, nombraré en su lugar a Astinus Nayrule.

Aquello relajó bastante a los primos que por un momento se vieron separados, en mayor medida a As que a Sina que se quería dentro de ese grupo.

-¿Por qué no me decidiste en primer lugar, Maestro Cyan?
-Por tu carencia de conocimiento sobre la Llave espada como arma, joven. Sé que no es culpa tuya si no de las leyes de Gemelus. Aún así tus poderes mágicos y tus otros controles sobre la Llave espada pueden ser útiles.
-Ma-Maestro, ¿y qué pasa conmigo y con Keiro?
-Tú, Bastet, para mí ya eres una Maestra de la Llave espada.
-¿Cómo que qué?
-Demostraste tus aptitudes salvándome a mí, a Chrystalis y a Keiro, y lo poco que te falta te lo enseñaré mientras ellos hacen el examen. Tu naturaleza es bondadosa y pura y sabes abstenerte del control de la Oscuridad. Creo que eres una Maestra en toda regla.
-Va-vaya… Muchas gracias, Maestro.
-Enhorabuena, Bastet.
-Gracias, reina Eleone.

Entre los demás había orgullosos y envidiosos como en todos lados.

-En cuanto a Keiro. Ya le di una misión en su momento. Cuando la termine, para mí sera un Maestro sabio y poderoso.
-Sí, Maestro.

Bastet se sintió algo deprimida ante aquello, aunque Keiro se sintió feliz y conforme. Sentía que aquella misión sin duda era necesaria para estar cómodo con su estatus como Elegido. En cuanto a Jaleel tampoco pareció importarle que no le escogieran, se sintió un poco alejado del grupo pero ya no le importaba con su hermano a su lado. Además, de cierta manera sabía el porqué de la decisión de Cyan.

Blanck no tardó en desaparecer por la puerta una vez Cyan desveló el misterio de todo aquello, no le interesaba un título tan abstracto como era el de ser un Maestro, algo que ya de alguna manera le hubo otorgado Garland en su tiempo de no ser por su parte animal y ahora que Danna no estaba… era su nueva meta.

-¿Y cuál será la prueba, Maestro Cyan?
-Sé que no corren tiempos para mandaros muy lejos, pero yo me encargaré de proteger Eclissis y a Claudia en vuestra ausencia. Además tengo a Bastet, Keiro y Jaleel a mi lado. Y en caso de que vuelvan a atacar aún me quedan fuerzas para traeros de vuelta si la cosa se tuerce.
-¿Qué significa exactamente eso, Maestro?
-Tranquila, sólo sería como último recurso.
-…sigue sin sonarme bien.
-Entre el Reino de la Luz y el Reino de la Oscuridad, existe el Reino Intermedio. Donde la Luz y la Oscuridad están en un constante equilibrio, allí tanto las criaturas de la Oscuridad como las de Luz tienen el mismo poder. En dicho Reino existe un Mundo conocido como la Necrópolis de las Llaves espada.
-¿La Necrópolis de las Llaves espada?
-Es un lugar hace tiempo olvidado donde se luchó una gran batalla entre Elegidos por obtener el poder supremo. Es una larga historia que ahora no tengo tiempo para contaros.
-Está bien, Maestro.
-Ahora mismo está lleno de peligros, de fantasmas y de Sincorazón, y allí hay un “artefacto” que yace escondido en algún lugar de su superficie.
-¿Nuestra misión es traer ese “artefacto”?
-¿Y quién te lo traiga se convierte en Maestro? No pienso pelear contra la reina por él.
-Mmm… empiezas mal, joven Zero, si piensas que os mando allí para luchar entre vosotros. La idea es que entendáis el valor del compañerismo y de que un Corazón es fuerte, pero siete lo son más. Un Maestro muchas veces pasa su vida en soledad, buscando aprendices y enseñándoles esos valores él solo. Pero el verdadero valor de su Corazón está en compartir sus conocimientos a otros, en compañía. No sólo lucharéis contra horribles criaturas en ese lugar. Deberéis aprender a combatir juntos en las más terrible de las adversidades por no mencionar la Oscuridad que allí habita. Cuánto más peleéis, más se aprovechará la Oscuridad de vuestra debilidad. En cuanto a las Princesas, no penséis que por tener un Corazón puro sois inmunes a los efectos de la Oscuridad, la única diferencia es que en vuestros casos os querrá destruir en vez de transformaros.
-Entendido, Maestro.
-No le tengo miedo a nada.
-¿Y cómo se supone que vamos a llegar allí?
-A través de esto…

Cyan sacó un collar que llevaba por dentro de la camisa y combinándolo con magia se abrió un portal en medio de la sala del trono.

-En realidad podríais llegar en Llave deslizador, pero las prisas apremian.

Cyan le tiró el collar a Eleone que lo cogió al vuelo.

-Ésa será vuestra única vía de escape y vuestra misión tras conseguir el artefacto será descubrir cómo funciona.
-Sí.
-Ahora entrar al portal.

Zero fue el primero en pasar sin pensárselo dos veces, le siguieron Sina y As un poco más despacio y con cuidado, el siguiente fue Vali y después Eryn y Kuroi, el último detrás. Cuando Eleone fue a pasar, Cyan le dio un último consejo.

-Eleone, tienes un poder más grande que cualquier hechizo, fuerza brutal o que incluso la Luz y la Oscuridad.
-¿Cuál?
-Eres capaz de dar esperanzas y fuerzas a los demás con tu presencia. Un soldado es valioso, pero un soldado inspirado por su señor lo es más. Nunca lo olvides, tienes el poder de mantener a los tuyos unidos incluso en la más absoluta Oscuridad. Úsalo con sabiduría.
-Gracias una vez más, Maestro.

Eleone finalmente se adentró en el portal desapareciendo y dejó al resto solos y mudos en la sala del trono.

-Keiro.
-¿Sí, Maestro?
-No hay nada mejor que una buena meditación para descubrir en tu interior lo que buscas.
-Sí, Maestro.

Keiro entendió eso al instante y se fue buscando un lugar en soledad para empezar a meditar.

-Bastet, Claudia, venid conmigo, os entrenaré personalmente.
-¡¿En serio?!
-Claro, majestad. ¿No pensarías que te he evitado el examen para dejarte encerrada en la más alta torre del castillo?
-¡No, claro que no!
-Bien. Jaleel, deberías seguir entrenando a tu hermano, una Llave espada más nunca nos vendría mal.
-Claro, Maestro.

Jaleel también hizo caso al sabio Maestro yéndose a seguir con el entrenamiento de Mavras y Cyan se llevó a Claudia y Bastet a los jardines.

-¿Y qué vas a enseñarnos, Maestro?
-A ti Bastet, seguiremos por donde lo dejamos. Tengo que enseñarte a entrar en el Reino de los Sueños y después te mostraré un pequeño secreto.
-Me muero de la curiosidad.
-En cuanto a ti, Claudia. Tenemos que aprovechar esa fuerza mística que te dejó tu madre.
-Lo llamaste Aura, ¿no? ¿Tiene algún significado ese nombre?
-Un aura es la energía vital que rodea un cuerpo. No es más que la extraña energía que desprenden un Corazón, un Alma y un Cuerpo cuando están unidos, simbolizando así la vida. Pero el Aura del que tú dispones, no es sólo tu energía vital, es la energía vital de cinco Elegidos.
-Es verdad. Nos contó que mi madre obtuvo el poder para crear la Llave cuando ella, Hilda, Zelda, Tristán y Adam juntaron sus poderes.
-Y así fue. Por eso tu Aura es más poderosa y brillante que otra cualquiera porque son cinco auras juntas.
-Hay una cosa que no entiendo, ¿Jaleel no tiene ese Aura también?
-No.
-¿Por qué?
-Tu madre tenía un gran control sobre los Corazones gracias a ser un Avatar de la Luz, sólo selló parte de la Llave en Jaleel, una parte muy pequeña, pero lo suficiente poderosa como para no poder abrir el sello sin su parte. Ella sabía ya que Jaleel era especial, no necesitaba darle más poderes de los que iba a necesitar.
-Entiendo… ¿Y cuál va a ser el entrenamiento?
-Muy pocas personas consiguen exteriorizar su Aura, necesita mucho entrenamiento y concentración.
-Sí, mi maestro de Artes marciales sabe hacerlo. Es un gran guerrero.
-Seguro que es admirable. Sin embargo, tú ya exteriorizas tu Aura sin necesidad de ese entrenamiento y concentración debido a lo poderoso que es. Un entrenamiento de esa magnitud requiere muchos años de entrenamiento de los que no disponemos, así que me temo que el entrenamiento de tu maestro no es factible.
-Ya veo… ¿Y cómo lo vamos a hacer?
-Vamos a pasar directamente a la fase de potenciar tus poderes. Después de todo no necesitas demasiada concentración para usarlos. Te enseñaré a invocarlos por voluntad y no por mentalidad.
-¿Cuál es la diferencia?
-La mentalidad es la capacidad que tiene un ser inteligente de concentrarse y buscar sus poderes en lo más oculto de su mente. La voluntad es la capacidad que tiene cualquier ser vivo de hacerse notar en este gigantesco Mundo.
-Mmm… Pero yo…
-Lo sé. Has tenido una vida de ensueño y de poco estrés. No has necesitado usar tu voluntad para luchar contra las adversidades y sobrevivir a las penurias. Y ese será tu entrenamiento.
-¿Luchar contra adversidades y sobrevivir a penurias?

Claudia pareció excesivamente asustada ante aquel comentario.

-Seguro que hay algo en ti que te ayude en este entrenamiento. Debes proponerte una meta e ir a por ella. Tú quieres ayudar a tu hermana a llevar esta pesada carga, ¿no?
-Sí.
-¿Y estás dispuesta a lo que haga falta para ello?
-S-Sí.
-Pues focaliza eso en tu mente, utilízalo para superar cualquier obstáculo y cuando lo hagas, tendrás la suficiente confianza y voluntad para poder usar tus poderes. Hazlo por Eleone, si de verdad la quieres y quieres ayudarla, ésa debe ser tu única meta.
-Mi única meta… Está bien, ¡lo haré!

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Mientras, en un lugar desértico y destruido, donde un millón de Llaves espada descansaban clavadas en el suelo, siete Elegidos se materializaban a través de un portal quedando maravillados y horrorizados a la vez frente al panorama.

-Vaya, cuántas Llaves espada.

Zero cogió una y la blandió sin problemas, aunque se dio cuenta de que solo era un trozo de metal, de alguna manera había perdido su poder como “artefacto mágico”.

-Están… como muertas.
-Bueno, mira bien a tu alrededor. Aquí parece estar todo muerto.

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