jueves, 16 de mayo de 2013

Capítulo 18: Recuperación incompleta


Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

https://www.youtube.com/watch?v=CS9UdV0hx50

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-¡Alexander! ¡Alexander!
-¿...?
-¡Alexander!

Claudia se detuvo en las almenaras superiores del castillo de Camelot después de haber encontrado al motivo de sus gritos.

-¿Qué pasa, majestad?
-Ya... Ya... ¡Ya lo van a hacer!
-¿El qué?
-Ya iban a despertar a Eleone. Tienes que ir con ella.
-¡¿Ya han terminado?!
-No, pero estaban a punto. ¡Corre, Alexander!

Y ambos salieron corriendo dirección al lugar del ritual para dar la bienvenida a Eleone.

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-¡Ahhhhh!

Kuroi esquivó a tiempo el mordisco triple del cerbero que le hubiera hecho trizas de no haber sido así.

-¡Te pareces mucho a alguien que conozco! Chss (Cuando dijo monstruo no me imaginaba esto, habrá que ponerse serios)

Kuroi invocó su Llave espada y aprovechó el siguiente mordisco del cerbero para transformarla en el último momento en escudo y dejarlo encajado entre los dientes del cánido tricéfalo, las otras dos cabezas, enfadadas, se lanzaron al ataque a la vez y Kuroi se dejó caer debajo de la cabeza "atrapada" para ver como las dos cabezas restantes chocaban como imbéciles.

-¡Chupaos ésa!

Kuroi arrancó a la fuerza el escudo de las fauces de la bestia y la golpeó con fuerza dejándola medio aturdida aunque las otras dos cabezas recuperaron la postura.

-Os creéis duros, ¿eh? Pues no sois ni la mitad de duros que mis amigos.

Kuroi reunió todas las fuerzas restantes que pudo y rodó de nuevo bajo el enorme perro donde le golpeó con todas sus fuerzas en el estómago levantándole del suelo gracias a la fuerza reunida. El público dio un grito de júbilo al ver al enorme perro volar por el aire a pesar del tamaño de su contrincante.

Kuroi volvió a rodar alejándose del lugar de impacto del perro tricéfalo que cayó espatarrado y haciéndose bastante daño, profirió un lastímero gemido y se empezó a retorcer del dolor de la tripa.

-¡¿Es suficiente, Fil?!
-¡El golpe de gracia!
-¡¿El golpe de gracia?! ¡Pero si es...!
-¡No! ¡Ya basta!
-¡¿...?!

Una nube de fuego se generó en medio de la nada y de ella surgió un hombre bastante alto y extraño del que salían llamas azules de su cabeza, tenía la piel grisácea y los ojos amarillos.

-¿...? ¡Hades!
-Vaya, parece que mi reputación me precede, lo siento si no sé quién eres tú, ya sabes, para sorprenderme de la misma manera en la que lo has hecho tú. ¡Filoctetes, ¿para esto querías a Cerbero?!
-¡Esa asquerosa bestia ya apesta, cómprate una nueva!
-¿No ves lo mona qué es? Bueno, de cualquier modo, me la llevo, aquí ya no pinta nada.

El extraño Dios del inframundo que hablaba realmente rápido chascó los dedos y el enorme perro se disolvió en el aire luego se acercó a Kuroi y le agarró del hombro con toda la confianza del Mundo.

-Debes ser muy fuerte si has vencido a Cerbero con tanta facilidad, dime, ¿cómo es que Fil siempre encuentra a los más fuertes y yo sólo a los más...? ¡Es igual! ¿Quieres seguir el juego?
-Mmm... la verdad es que no... Fil me pidió el favor, pero no me hace feliz apalear criaturas indefensas.
-¡Ja, ja! Criaturas indefensas, tienes chispa amigo, aunque no tanta como yo... Dime, ¿te gustaría hacer negocios conmigo?
-¡No le hagas caso, chaval, ese tío solo puede meterte en problemas!
-¡Calla tu bocaza de cabrito, Fil! Bueno, ¿qué dices, me ayudarás con un pequeño problema que tengo?
-Chss (¿Quién me diría que la montaña iba a ir a Mahoma?) Claro, ¿por qué no vamos a un sitio más privado?
-Oh, me encanta, me encanta, ¿no es guay el tío? Sabe perfectamente lo que me gusta. ¡Esfúmemonos!

Y Kuroi y Hades se esfumaron en una nube de fuego tras otro chasquido.

-Mal hecho, chaval. Mal hecho...

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-¡Yensid!

Eryn se lanzó en pleno vuelo de la Llave deslizador por la ventana de la torre de Yensid sorprendiendo bastante a éste y Blanck le siguió desde la distancia.

-Eryn, ya habéis vuelto. ¿Habéis descubierto el paradero de Caos?
-No, pero sé quién puede ayudarnos.
-¿Mmm? ¿Y Kuroi?
-Ahora no hay tiempo para eso, Yensid. Tenemos que hablar con Garland.
-¿Con Garland? ¿Por qué?
-Él también sabía de Oscuridad, sólo él puede ayudarnos con Caos.
-Mmm... No lo entiendo.
-No hay tiempo para explicaciones... En aquel Mundo... apestoso, nos encontramos con Keiro y sabía demasiado, parece que se necesita Oscuridad para entender a Caos y no conocemos a nadie más que a Garland. Además, era su amigo, ¿no?
-Más que amigo... era como su sirviente o algo así.
-Llamémosle.
-Está bien, está bien. Pero puede que sea un poco más complicado que con Arturia, él no es un Avatar.
-Hagamos lo que haga falta, Yensid, no nos queda tiempo.
-Tienes razón.
-¿Puedo hacer algo?
-No, gracias, Blanck. Tan sólo quédate por si acaso. No sabemos cómo le habrá sentado la muerte a mi viejo amigo.

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-Aquí hemos terminado ya, ¿no Mavras?

Abraham y Mavras se encontraban en la plaza de Vergel radiante, habían reunido un pequeño ejército de soldados del lugar para la última batalla.

-Y ahora... ¿Cómo vamos a trasladarlos?
-Una nave de apoyo de los SeeD viene en camino.
-Oh, ¿y cómo...?
-Ansem tiene extrañas máquinas en su laboratorio para mandar mensajes, no sé muy bien cómo funcionan. Pero funcionan... te lo aseguro.
-Esta última batalla, va a ser dura, lo presiento. Muchos caerán.
-Y nadie nos asegura que no cairemos alguno de nosotros.
-Pero no podemos permitírnoslo, aunque Caos caiga, aún queda la otra amenaza. Y ahora Keiro nos ha traicionado...
-¿Eso crees, Zero?
-¡¿...?! -¡¿...?!

Abraham y Mavras se dieron la vuelta para poder ver a Bastet observándoles.

-¡Pelirroja! ¿Qué haces aquí?
-Quería avisaros de algo.
-¿Vienes a darnos falsa información de parte de Keiro?
-¡No! Keiro no es malo, sólo...
-¡Le dio el grial a Caos! Va a resucitar a los Dioses Oscuros restantes, ¿es que no lo entiendes? ¿Por qué le ayudas?
-No es lo que créeis.
-¿Y por qué no nos lo explicas?
-No tengo mucho tiempo, si Keiro vuelve y ve que no estoy...
-¿Qué es lo que está planeando? ¿Sólo está buscándose la confianza de Caos para luego traicionarle o qué?
-No, no es un plan tan simple. Él cree de verdad que los Dioses Oscuros son necesarios.
-¡¿Por qué?!
-Nos quedamos sin tiempo, la amenaza llegará pronto, necesitamos toda la ayuda que podamos. Eleone piensa que puede hacerlo todo con la Luz...
-¡Y se puede! ¿Acaso no lo hemos estado haciendo hasta ahora?
-¡No! Estáis equivocados, es algo que no entendéis...
-¿Qué es lo que no entendemos?
-Que la Oscuridad no es sinónimo de mal... Todo depende de quién la...
-¡Bastet!
-¿...?
-¡Keiro!
-¿Qué haces aquí hablando con ellos? ¡Vámonos! ¡Ya!
-Va-vale...
-¡Espera, no! No tienes que hacer lo que él te diga, Bastet...
-Ja... ¿Acaso piensas que hace lo que yo le digo? Nadie la obliga a hacerme caso.
-Bastet, no tienes porque ir con él, puedes volver con nosotros, lo haremos bien.
-N-no... Lo siento, Zero...
-¿No ves lo que te decía?
-¡Esto no va a acabar bien, Keiro, y lo sabes!
-No. No va a acabar bien, pero no por mi culpa, deberíais centraros en buscar al verdadero culpable de esto y dejar de jugar al policía y al ladrón.
-¡¿Y qué demonios se supone que significa eso?! ¡Ya estamos yendo a por Caos!
-Caos no es el peligro, Zero, y lo sabes.
-¿Y entonces quién es? ¿El avatar de la Oscuridad?
-Es obvio, ¿no? ¿Por qué haces preguntas tan ridículas?
-¿De verdad planeas dejar a Caos invocar a los Dioses Oscuros?
-Son lo único que puede hacer frente a la amenaza.
-¿De verdad piensas eso, Keiro? ¿Ya no tienes confianza en nosotros?
-¡No hay tiempo para la confianza! No... No hay tiempo, Zero, se acabaron los juegos de héroes. Es hora de hacer lo correcto. No tengo intención de ponerme en vuestro camino pero no dejaré que os pongáis en el mío. Dejad a Caos en paz y empezar a concentraros en la verdadera amenaza.
-¡Espera!

Pero Keiro y Bastet ya habían desaparecido tras un Portal de Oscuridad.

-¡Mierda!
-¿...cres que va en serio?
-¡No lo sé, joder! No podemos centrarnos en una amenaza que no podemos ver y es obvio que no podemos dejar a Caos salirse con la suya. No podemos hacer lo que Keiro nos pide...
-Sabía que íbamos a caer algunos...
-Mavras...
-Ya hemos llegado a ese punto en el que nos enfrentamos unos contra los otros...
-Mierda... Keiro, ¿qué planeas?

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-¡Joder, Bastet! ¿Por qué has hecho eso?
-No tenemos porqué ser más tiempo enemigos, ¿por qué no podemos intentar convencerles a todos como has hecho con Kuroi?
-Porque no todos son iguales, ya viste qué pasó con Eryn y Blanck. Tenemos que hacer esto despacito y bien, no puedes ir haciendo esto sola.
-¡¿Y qué quieres que haga, Kei?! No puedo simplemente sentarme y esperar a que nuestros propios amigos nos ataquen. Esto no está bien...
-¿Te estás rindiendo, Bastet? Tomamos este camino y ya no hay marcha atrás. Tenemos que hacer lo correcto... Es hora de que esta estúpida guerra entre Luz y Oscuridad acabe, ya le ha arrebatado la vida a demasiada gente.
-Lo sé, Keiro. Es que... Es que... No quiero tener que enfrentarme a ellos otra vez. Lo de Vali...
-Vali está bien, Bastet.
-¡¿Y Eleone?! ¿Qué pasa con ella?
-Eso es diferente y lo sabes... Ser Avatar de la Luz sólo nos traía problemas...
-...

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Cuando Alexander y Claudia llegaron Eleone estaba levitando en medio del aire con Edea a sus pies y Merlín en su cabeza, cada uno liberaba un tipo de energía: Luz y Oscuridad y Eleone estaba en el centro canalizando ambas energías a la vez.

-¿Cómo va?
-Tranquilo, ya están a punto. Déjales que se concentren.
-Ele...

Los hechiceros parecía que estaban ya en la parte final de su ritual y gradualmente el cuerpo de Eleone iba cogiendo brillo hasta que no pudo más y empezó a parpadear intermitentemente como si estuviera a punto de explotar. Edea y Merlín se relajaron y dejaron a Eleone bajar un poco donde descansaron un poco.

-Ya está.
-¿Ya? ¿Y ese brillo? ¿Qué pasa?
-Camelot se está abriendo paso a través del Corazón de Eleone, no queda mucho.

La intermitencia cada vez era más corta hasta que ya a penas se podía percibir, fue en ese momento cuando Edea y Merlín liberaron una ola de energía final y Eleone explotó liberando desde su boca un poderoso rayo de Luz que inhundó todo el cielo.

-¡¿Qué?!

El cuerpo de la reina se dobló ligeramente en el aire debido a la fuerza de lo que quisiera que estuviera saliendo de su boca y a medida que el rayo era más débil y tenía menos potencia el cuerpo de la joven perdía altura ligeramente hasta que quedó en el suelo, momento que Alexander aprovechó para cogerla suavemente. Merlín y Edea se retiraron lentamente algo cansados.

-Eleone... Eleone...
-¿Estás bien, mamá Ede?
-Sí, hijos míos.
-¿Ya has terminado?
-Sí, dejémosles que se reencuentren a gusto, necesito descansar.

A medida que Edea se retiraba de nuevo a su Jardín, Eleone iba abriendo los ojos para ver a Alexander frente a ella aunque no parecía muy feliz.

-¡Eleone!
-A-A-Alexander... ¿qué... qué ha pasado? ¿Por qué... por qué no puedo sentirlo?
-¿Por qué no puedes sentir el qué?
-¡Ele!
-C-Claudia... No... no lo entiendo... ¿Qué me ha hecho?
-Te han liberado de lo que te atormentaba...
-No... ¡No...!
-¿Qué pasa?
-Me han liberado de algo más que de eso...
-¿Qué quieres decir, Ele?
-No puedo sentirlo...
-¿El qué no sientes?
-Mis poderes... El Avatar... Se ha ido...
-¡¿Cómo?! -¡¿Qué?!

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